Ahora resulta…
Roberto Vizcaíno viernes 20, Sep 2024Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Bueno para repartir culpas, el presidente Andrés Manuel López Obrador terminó por aceptar públicamente que sí existe una escisión en el Cártel de Sinaloa y una guerra entre los hijos de sus cabecillas presos ambos en EU, confrontación que mantiene en el terror y bajo estado de sitio por los delincuentes a Culiacán, y responsabilizó de ello al gobierno de Joe Biden.
Así, mientras en San Lázaro y el Senado sus mayorías calificadas de Morena, PT y Verde tramitaban sin tomar en cuenta a la oposición PAN, PRI y MC, y sin leer, sin discutir y sin cambiarle una sola coma a su iniciativa de Reforma Constitucional para transferir la Guardia Nacional a la secretaría de la Defensa, AMLO desde su mañanera señalaba a EU como “corresponsable” de muertos y violencia que azota a Sinaloa.
Consideró que el origen de todo lo anterior es el gobierno de EU, o sea de Biden, por haber capturado a Ismael El Mayo Zambada, como lo hizo.
De entrada, sin incluirlo a él como Presidente de México en esa captura, EU es corresponsable, afirmó, por no tomar en cuenta al gobierno de México en el operativo de captura de Ismael El Mayo Zambada ni considerar el impacto de la detención al sur de la frontera…
Pero sobre todo por no compartir en todo este tiempo desde la captura al día de hoy, nada de la información sobre el supuesto acuerdo que se dice existe entre Joaquín Guzmán —hijo de El Chapo— y el gobierno norteamericano.
Por ello pidió por enésima vez le digan ya qué fue lo que ocurrió y cómo ocurrió.
Que las autoridades de EU le transparenten ya las circunstancias del arresto y detallen a qué acuerdo llegaron con los Chapitos y que ahora afirma mantiene a Culiacán en estado de guerra.
El presidente Andrés Manuel López Obrador —quien en 11 días deberá entregarle el poder a su elegida Claudia Sheinbaum—, indicó que esta guerra al interior del Cártel de Sinaloa lleva ya 50 muertos desde el lunes 9 de septiembre que inició el combate entre ambos grupos y ha comenzado a provocar desabasto de productos básicos, ya que las cadenas de reparto han dejado de operar ante la inseguridad.
Los anaqueles de los supermercados y las pequeñas tiendas se encuentran en muchos sitios vacíos en Culiacán y sus alrededores.
Sin ocultar que se encuentra muy dolido por el trato despectivo a que ha sido sometido por EU en el caso de la captura de El Mayo, AMLO —quien en el ocaso de su régimen es señalado dentro y fuera de México por tener lazos con capos y cárteles—, indicó que sus informes internos le indican que en esta captura hay múltiples agencias estadounidenses.
Éstas, dice, tuvieron acercamientos durante años con los hijos de El Chapo Guzmán hasta convencerlos para ejecutar la entrega de El Mayo el 25 de julio anterior en un aeropuerto marginal de Texas.
“Se requiere de una explicación porque si ahora estamos enfrentando en Sinaloa una situación de inestabilidad, de confrontación, se debe a que (desde Washington y dejando de lado al gobierno de México) tomaron esta decisión”, afirmó molesto.
Fue entonces, un operativo “incorrecto” e “ilegal” para capturar a El Mayo, subrayó.
Pese a estas acusaciones y lamentos del mandatario mexicano, el gobierno norteamericano mantiene el silencio alrededor de esta captura.
Nada le ha funcionado a AMLO dentro de esta estrategia.
De nada le valió lanzar a su Fiscalía General de la República a abrir un expediente de investigación sobre esta captura ni ha logrado el Fiscal Alejandro Gertz Manero saber nada del supuesto acuerdo de los Chapitos con la justicia de EU.
A lo más que ha llegado es a hacer el ridículo al hacer una acusación formal contra Joaquín Guzmán López, por secuestro y “traición a la Patria” por la captura y entrega de El Mayo a EU.
En una sintonía, casi telepática, la presidenta electa Claudia Sheinbaum salió a su vez a reclamar lo mismo que AMLO a EU, e igual que su líder máximo lamentó la ausencia de coordinación entre Washington y Palacio Nacional en México, y exigió también que los estadounidenses informen del acuerdo con los hijos de El Chapo Guzmán.
Estados Unidos, dijo, tiene que hacer lo propio y nosotros lo nuestro, cada uno en su país para detener el flujo de drogas y fentanilo hacia EU y parar así las ejecuciones, tiroteos, narcobloqueos y decenas de desapariciones forzadas.
Y mientras los jefes militares en México consideran que parar todo esto depende de que cada parte en conflicto del Cártel de Sinaloa se decida a no continuar con sus combates, y no de la intervención de las fuerzas armadas para detenerlos, esta semana —y a pocos días de que López Obrador concluya su mandato— cierra con uno de los mayores índices de muertos.