La “ley del garrote”
Freddy Sánchez jueves 19, Sep 2024Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Como “una locomotora” a toda velocidad y sin frenos ven algunos las futuras acciones de gobierno de la 4T.
Con la mayoría que decidirá lo que quiera en las Cámaras legislativas es improbable que haya fuerza política de oposición que logre contener la desbocada marcha de Morena y sus aliados.
Y es que aparte de la sobrerrepresentación, que nadie consiguió echar atrás (consolidándose el poder legislativo avasallador de la Cuarta Transformación), quedó evidenciado con la reforma judicial lo que se repetirá a toda prisa cuando el gobierno actual se lo proponga.
Una vez que concluyan, por más que se alarguen, las discusiones en el Congreso cuando llegue el momento Morena con los partidos “a su servicio” aprobará las reformas legales que se le ocurran o haya tenido guardadas en espera de “borrar” totalmente a sus opositores como factor de auténtica resistencia a sus planes legislativos, cualesquiera que sean.
Y en los que, naturalmente, se debe considerar más viable que nunca la promulgación de una nueva Constitución de la República.
La dirección en la que quiera llevar a este país un Congreso Constituyente de corte morenista lo podrá hacer sin mayor problema.
Así como se aprobó la reforma judicial (después de ciertos movimientos partidistas como Morena lo quiso), la mayoría legislativa de la sobrerrepresentación dejó quejarse a la oposición de todas las formas que le pareció conveniente sin tomar nada en cuenta de lo que dijo y se aprobó la reforma.
Y no sólo eso, sino en en las siguientes horas se cumplió el requisito legal de la aprobación mínima de los Congresos locales en algunos casos con el apoyo de priistas y panistas.
O sea todo “sobre ruedas” para los planes legislativos del gobierno de la 4T, salvo por una resolución judicial contra el procedimiento, lo que AMLO ignoró dando paso legal a la reforma.
De ahí que lo mismo podrá ocurrir durante el gobierno de Claudia Sheinbaum si en un momento dado se procede a intentar nuevas reformas constitucionales o sujetar al país a otra Carta Magna.
Una en la que se amplíen o limiten ciertas libertades, se anulen y surjan nuevos derechos, se modifiquen procedimientos legales, aumenten o disminuyan sanciones y se adopte un nuevo orden legal para distintas conductas o costumbres sociales.
Qué debemos esperar entonces: una nueva Constitución con cambios cuidadosos y bien pensados para el bien de todos o sólo en favor de los “protegidos” del régimen y para los demás, la “ley del garrote”.