Muy tarde, Ernesto
Carlos Ramos Padilla miércoles 18, Sep 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Y ya pasada la tormenta apareció el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, este hombre que no ha dado explicaciones del porqué permitió que se violaran las disposiciones para que AMLO ocupara la jefatura de Gobierno del DF, sin cumplir con el requisito de residencia, y que entregó el poder presidencial al panista Vicente Fox. Fue Pablo Gómez, ex perredista, quien denunció públicamente a AMLO por los ilícitos del tabasqueño.
Zedillo Ponce de León lanzó una fuerte crítica a la mal hecha e improvisada reforma al Poder Judicial. Zedillo, pero hay que decirlo, fue el facilitador, fue el responsable directo de que AMLO se abriera espacios y terreno para sus ambiciones políticas personales.
Ernesto traicionó al Estado de Derecho y burló las leyes para favorecer al tabasqueño. Tarde se expresó durante su visita a la CDMX con motivo de ofrecer un discurso en la sesión inaugural de la Conferencia Anual de la International Bar Association (que congrega a 190 barras de abogados y más de 80 mil abogados en el mundo).
Fue concreto y claro y expresó que, luego de la aprobación de la iniciativa “destruirán al Poder Judicial y enterrarán la democracia mexicana y lo que quede de su frágil Estado de derecho”.
Sin duda alguna, este es el posicionamiento más duro que haya expresado un ex Presidente al comportamiento, decisiones y figura de AMLO. Sin nombrarlo directamente empleó los calificativos como “demagogo” y “oportunista”.
Con esta facilidad, Zedillo habló pareciendo ignorar que en 1996 López Obrador secuestró 51 pozos petroleros en su natal Tabasco cometiendo uno de los más graves delitos contra las zonas federales. Pemex presentó 14 denuncias por obstrucción a sus centros de trabajo y la PGR obsequió una orden de aprehensión contra López Obrador.
En 1994 perdió las elecciones para la gubernatura frente a Roberto Madrazo. Después con el cobijo, protección y financiamiento, de Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard, su llamada “resistencia civil” alteraba el orden en la capital del país tomando el Zócalo como su mesa de asambleas hasta para presionar con los barrenderos de Tabasco en fechas cívicas.
De igual manera, cerraba Periférico Sur para bloquear las instalaciones de la CNDH o “cercar” el Senado de la República para evitar la Reforma Energética. Otro de sus grandes cómplices fue Cuauhtémoc Cárdenas.
Hay que reconocer que Zedillo fue el constructor de un Poder Judicial diferente y más sólido. Lo volvió independiente del Ejecutivo; impidió que el partido de un sólo hombre controlara la vida política y se respetara el derecho de las minorías, además de que el Instituto Federal Electoral organizara elecciones confiables y competitivas.
El sello Zedillista se dejó sentir al señalar que “Los nuevos anti patrias”, quieren transformar nuestra democracia en otra tiranía”. Muy cómodo don Ernesto lanza la piedra soportando aquella lapidaria frase “y si así no lo hiciere que la nación me lo demande”.
Pues así de contundente su discurso, así de fuerte es el reclamo nacional para que explique porqué violentó el Estado de Derecho para favorecer a AMLO. Volverá Zedillo, con su dedo mutilado, a Estados Unidos guardando un cobarde silencio que no se atreve a romper.