A nombre de su hijo, Yunes Linares entregó a la 4T la reforma al Poder Judicial
Miguel Ángel Rivera miércoles 11, Sep 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Sea cual sea la circunstancia, el peor adjetivo que una persona puede enfrentar es el de “traidor”.
Pero no fue uno sólo, son dos los senadores que recibieron ese calificativo, al permitir que, con su defección, se apruebe la reforma al Poder Judicial, lo que se considera como una regresión absoluta, por la pérdida de la igualdad entre poderes y dejar el poder absoluto del país en una sola persona, el titular del Poder Ejecutivo, o sea, el Presidente de la República.
Esto lo afrontó el político veracruzano Miguel Ángel Yunes Linares, quien a nombre su hijo del mismo nombre y senador titular cedió a las presiones de la llamada Cuarta Transformación, pero evidenció que es un buen padre, pues recibió los insultos destinados a su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez.
El junior es el senador electo, por la coalición PAN-PRI-PRD, y estaba considerado como parte del (mini)bloque de 43 legisladores que, en caso de mantenerse firmes y de votar en contra de la reforma al Poder Judicial, podrían frenar el intento del Presidente de la República de vengarse de jueces, magistrados y ministros que han frenado sus intentos de detentar el poder absoluto sin frenos ni limitaciones.
Un sólo voto en contra o una ausencia de los integrantes de ese supuesto bloque opositor, significaría que el oficialismo —Morena-PT-PVEM— podría “regalarle” al presidente que va de salida, Andrés Manuel López Obrador, el sometimiento del Poder Judicial y otorgarle un control total sobre la vida política nacional, aunque sea por 20 días, lo que resta de su administración, aunque se sospecha que prepara una dictadura hereditaria, pues su hijo Andrés “Andy” ya está en la antesala de dirigir al partido oficial, Morena, aunque su cargo oficial sea secretario General o secretario de Organización, pues de cualquier forma será el eje transmisor de las órdenes del cacique que despachará desde Palenque, Chiapas, y que se “dará sus vueltas” por la capital del país.
Especulaciones aparte, el hecho es que Yunes Linares asumió de última hora la suplencia de su hijo, Yunes Márquez, quien supuestamente padece problemas de salud que le impidieron acudir a la definitoria sesión del Senado donde se decidiría el futuro del Poder Judicial, que, entre otras medidas, significa que los actuales magistrados y ministros dejarán de estar en funciones y serán sustituidos por otros que serán elegidos por voto “popular” aunque carezcan de las calificaciones elementales.
Yunes Linares rompió el bloque opositor que, en realidad, nunca existió, pues por anticipado se daba por seguro que Morena conquistaría, por las buenas o por las malas, los votos necesarios para consolidar los cambios propuestos por el inquilino de Palacio Nacional. Lo único que faltaba era conocer los nombres de quienes no resistirían la presión o las lisonjas del oficialismo.
Efectivamente, de parte del oficialismo, había dos caminos para “convencer” a los supuestos disidentes. Uno era, como denunciaron dirigentes de los partidos de oposición, la oferta de muchos beneficios y la segunda, la amenaza de ir a la cárcel por crímenes cometidos.
En el caso de los Yunes, la presión al parecer insoportable fue por la segunda razón.
De acuerdo con una nota del portal La Silla Rota (Veracruz), “el senador plurinominal por el PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, cuenta con una orden de aprehensión vigente en su contra, al igual que su hermano, Fernando Yunes Márquez, quien es considerado prófugo de la justicia. En su primer mensaje desde la Cámara alta, al momento de tomar protesta, Miguel Ángel ofreció su mano al gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.
“Miguel Ángel Yunes Márquez y su padre Miguel Ángel Yunes Linares, ex gobernador de Veracruz, se reunirían este lunes 9 de septiembre como senador titular y suplente, respectivamente, con la Coordinación Nacional del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado de la República. Sin embargo, ninguno de los dos acudió al llamado de su bancada, lo que avivó las versiones de que el primero de ellos sería el que daría el voto que falta a Morena y aliados para conseguir la mayoría calificada que requieren para sacar adelante la reforma al poder judicial.
“La información de la reunión fue confirmada por Guadalupe Murguía Gutiérrez, coordinadora de los senadores del PAN, quien este lunes declaró que no querían un traidor en su bancada que lleve al país en retroceso y que le falle al voto de confianza que le dio la ciudadanía. Esto durante una entrevista radiofónica en el espacio de Ciro por la Mañana de que había rumores de que Yunes Márquez sería el traidor”.
La sospecha se confirmó en la definitoria sesión de ayer.
Yunes padre fue repudiado entre gritos de “traidor” y “poco hombre” por parte de sus supuestos compañeros de partido, el PAN, cuando rindió protesta como senador suplente de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.
Los senadores del PAN, encabezados por el presidente nacional del partido azul, Marko Cortés Mendoza, lanzaron fuertes críticas hacia Yunes Linares.
Como indicador de hacia dónde se dirigiría de su voto, el senador y ex gobernador de Veracruz, entró acompañado de una comisión en su mayoría del oficialismo y le asignaron un escaño en donde se encuentran los de Morena, lo cual incrementó la intensidad de los denuestos de los legisladores panistas, quienes intentaron impedirle su primera intervención en tribuna.
Ante esta situación, los legisladores oficialistas se declararon aliviados y sostuvieron: “la reforma va”.
“Vengo a representar temporalmente a Miguel Ángel Yunes Márquez y he pedido el uso de la palabra porque se le aludió y se le agredió por Marko Cortés, afirmó papá Yunes Linares, en su papel de progenitor ofendido.
“Y no, Marko, ni cobarde ni traidor. Miguel Ángel Yunes Márquez ha dado siempre la cara y a la familia nadie nos ha doblado”, expresó Yunes Linares. Yunes Márquez dio un millón de votos a la coalición, tú ninguno Marko”, agregó el experimentado político veracruzano, en referencia a su hijo fue candidato de mayoría, mientras que el presidente del PAN llegó a esa Cámara por la vía plurinominal, al inscribirse en primer sitio de la lista de candidatos de su partido.
El senador suplente, dice la nota de la agencia Quadratín, presumió que tienen más de 20 años en Acción Nacional y seguirán en el partido porque no le pertenece al político michoacano.
Yunes Linares defendió a su hijo y dijo que, a pesar de su padecimiento grave en la columna cervical, “aun así, Marko, Miguel recorrió 12 mil kilómetros en Veracruz para aportarle un millón de votos a la coalición, para que tú pudieras ser senador porque tú no aportaste ningún voto a la coalición”.
Lo cierto es que Yunes Linares no es la primera ocasión que cambia de bando. La víspera de la elección de 2006, rompió con el PRI de Roberto Madrazo y del brazo de Elba Esther Gordillo selló su alianza con Felipe Calderón quien lo hizo director del ISSSTE, al tiempo se que sumó oficialmente al partido azul.
Yunes Linares, de vieja militancia priista, partido al que se incorporó en 1969, llegó a ser secretario general del gobierno de su estado, durante el mandato de Patricio Chirinos, quien estaba más al tanto de las tareas que le encomendaba el presidente Carlos Salinas, por lo que en el estado del Golfo se decía que el verdadero mandatario era Yunes, quien por cierto gobernó con mano dura, tanto que fue objeto de más de una docena de recomendaciones por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Yunes Linares fue diputado federal por el PRI en dos ocasiones, una vez de mayoría y la otra de representación proporcional. En esta segunda incursión en el Legislativo fue cuando renunció al tricolor en respaldo de la dirigente del magisterio Elba Esther Gordillo, de la cual se consideraba incondicional.
Al pasar al PAN, el veracruzano fue nombrado director del ISSSTE, cargo desde el que rompió con la profesora, a la que acusó de exigirle dinero para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En entrevista con Ángeles Cruz Martínez, publicada en La Jornada el miércoles 6 de julio de 2011, Yunes Linares declaró: “Lo que es cierto es que la dirigente del magisterio quería corromper al instituto, dirigirlo desde la junta directiva, y yo no lo permití”.
Ahora, Yunes Linares se ha quejado de amenazas de cárcel contra él o miembros de su familia. Así justifica su nuevo viraje.