AMLO protesta contra el nepotismo, pero impulsa a su hijo para Morena
Miguel Ángel Rivera martes 10, Sep 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Escogió mal el momento el presidente Andrés Manuel López Obrador para censurar el nepotismo que supuestamente ocurre dentro del Poder Judicial Federal, pues al mismo tiempo está en terreno de lo destacable su decisión de heredar a su hijo la conducción del partido que organizó y que dirige sin ningún contrapeso, como le gusta gobernar.
En efecto, los dos temas fueron puntos relevantes de la conferencia mañanera de ayer.
Por una parte, en su diaria arremetida contra jueces y magistrados que no aceptaron someterse a sus designios y preservar la autonomía del que es uno de los tres poderes de la nación.
Al mismo tiempo admitió que su hijo Andrés buscará ser secretario general de Morena, pero aseguró que él no “va a influir en nada”.
Luego de que una de las periodistas que asisten a su conferencia matutina le comentó que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Lucía Piña Hernández, aceptó que debe haber una reforma, pero que no significa demoler al Poder Judicial. Dijo que se debe aplicar carrera judicial para todos los cargos, que se incremente el presupuesto para la justicia penal, también una certificación a las fiscalías y también habló de cambiar el enfoque en la estrategia de seguridad.
El inquilino de Palacio Nacional no desperdició la oportunidad y se lanzó contra los funcionarios del Poder Judicial:
“Creo que está en su derecho, como todos los que se oponen a que se reforme el Poder Judicial; sin embargo, es evidente, de dominio público, la mayoría de la gente lo sabe, que impera la corrupción en el Poder Judicial y que urge limpiarlo en beneficio de todos, hasta de los empresarios, banqueros, de los extranjeros que tienen inversiones en México. Se requiere que haya legalidad, Estado de derecho, para que de esa manera no se proteja más que al pueblo y al que demanda justicia, con razón, porque está podrido el Poder Judicial.
“Se avanzó limpiando el Poder Ejecutivo. Imperaba en el Poder Ejecutivo la corrupción y ya, miren, en el Ejecutivo, aunque no les guste a nuestros adversarios, se acabaron los negocios ilícitos realizados al amparo del poder, ya no se entregan obras a dueños de medios de comunicación, ya no se privatizan los reclusorios y se les entregan a empresarios influyentes”, dijo el política tabasqueño, que nuevamente presumió el imaginario fin de la corrupción, pero que no se ajusta a la realidad.
El mismo mandatario mencionó un caso —que se sirvió para lanzarse contra otro de sus imaginarios enemigos, los periódicos no oficiosos. Reveló que el director de El Financiero (¿el empresario Manuel Arroyo Rodríguez o el director editorial Enrique Quintana?) tiene la concesión de un reclusorio, “con un contrato leonino” por el que el gobierno paga cinco mil pesos diarios por recluso, sin incluir vigilancia! Cinco mil pesos diarios por recluso, es lo de un hotel de cinco estrellas.
“Entonces, ya, hay que seguir limpiando. Todos estos medios, El Universal, El Financiero, otros, no pagaban impuestos, les daban contratos, créditos de la banca de desarrollo y saqueaban al erario un grupo. Imagínense lo que representaba, que se robaban 80 mil barriles diarios de combustibles, 80 mil barriles diarios, con el huachicol.
“Nos hemos ahorrado en todo el sexenio 340 mil millones de pesos, fue lo que costó a la nación la refinería de Dos Bocas y todavía cínicamente se oponen. Y los hemos tenido que padecer seis años, campañas de calumnias con escritores, articulistas, vendidos, alquilados, prensa mercenaria”, agregó el político de Macuspana.
No, no informó si por esas irregularidades hubo sanciones a funcionarios públicos.
“Pero ya limpiamos el Poder Ejecutivo, ya no hay condonaciones de impuestos. Con Calderón y con el licenciado Peña no le cobraron impuestos a los de arriba, a los de mero arriba, 50 mil millones de pesos, lo que costó el Tren Maya”, continuó con su perorata que incluye una gran mentira pues todos los conocedores sostienen que el tren maya ha costado, pues todavía no se termina, cinco o seis veces más de la cantidad mencionada por el inquilino de Palacio Nacional.
Pero todavía fue a más: sostuvo que la limpia al Poder “nos permite ahorrar; y nos permite, sin aumentar impuestos, sin crear impuestos nuevos, sin endeudar al país (otra falsedad) porque lo que se ha contratado de deuda es inferior a lo que contrató de deuda Calderón y Peña Nieto, sin aumentar los precios de los combustibles (¿dónde está la gasolina de diez pesos?), aumentando el salario como nunca se había visto en 40, 50 años, con un peso que no se ha devaluado como no sucedía en 50 años (la paridad del peso ha caído más de 20 por ciento en los últimos días), pues está demostrado que funciona el acabar con la corrupción en el Poder Ejecutivo”.
De paso, el titular del Ejecutivo que ha ocultado el costo de sus obras insignia con el pretexto de la “seguridad nacional”, balconeó al Poder Legislativo al que tiene también bajo su control.
“En el Poder Legislativo se avanzó también mucho. ¿Saben cómo era antes en el Poder Legislativo? Porque se olvida. Les pagaban a los diputados, a los senadores, para votar, había moches. La llamada reforma energética, está demostrado, hay pruebas, lo declaró el que se desempeñó como director de Pemex (Emilio Lozoya, que no ha podido demostrar los supuestos pagos a otros políticos), de que le ordenaron entregar a legisladores para que votaran a favor de la reforma energética, dinero.
“A todos o a la mayoría, les asignaban un presupuesto. Imagínense, diputados, senadores, con presupuesto, si esa no es su función. Si por eso existe el Ejecutivo, que es el que ejerce el presupuesto y es el que ejecuta las obras. El Legislativo es para hacer las leyes, pero para que aprobaran todo en beneficio de una minoría rapaz todas las reformas que hicieron a la Constitución para quedarse con bienes del pueblo, con los bienes de la nación, les pagaban.
“Bueno, eso ya se terminó en el Poder Legislativo, tenemos que celebrarlo, ya no hay moches. Porque se le entregaba a cada diputado y luego se le entregaba a cada fracción, a cada partido. No olviden, cuando Calderón: Carstens, una eminencia para los conservadores, obtuvo —era secretario de Hacienda— tres años consecutivos la aprobación del presupuesto por unanimidad, es decir, los 500 diputados, todos votaron a favor del presupuesto, tres años consecutivos. Un mago, una eminencia en política. Ah, pero, no, eso no es dictadura, ni dictablanda, siquiera”, reclamó López Obrador, quien más adelante volvió a su embestida contra el Judicial.
“Ah, pero el Poder Judicial sigue intacto, igual. Poder Ejecutivo reformado, Poder Legislativo reformado, Poder Judicial igual que siempre.
“Porque era como un enigma el Poder Judicial, nadie sabía nada, al grado que hasta la misma presidenta ayer reconoce que el 50 por ciento de los 40 mil trabajadores del Poder Judicial —no fue el 50, creo que el 40 por ciento, digo 45 por ciento— son familiares, pues es el poder de la familia, o sea, es el DIF, el nepotismo a todo lo que da. Imagínense, un poder en donde la mitad de los que trabajan son familiares.
“Y lo que hacen los jueces, los magistrados, los ministros. Mañana vamos a informar todo, no sólo nepotismo, sino todas las violaciones a la Constitución, a las leyes, la protección a la delincuencia de cuello blanco, a la delincuencia organizada, todo, mañana”…
“Si algo está podrido, si algo está decadente, ¿con quién se puede lograr la transformación, la reforma, la purificación de la vida pública?, con la participación de la gente, con el pueblo. El método democrático es lo mejor que hay. No es como dice el gran intelectual, sabiondo, honesto, gran conocedor de la historia, el terminar con la República y establecer la monarquía, o terminar con la República o establecer, imponer la dictadura. Está muy bien el momento que estamos viviendo porque la gente está muy satisfecha, muy contenta con su participación. Antes no eran tomados en cuenta, ahora son los actores principales en esta transformación”.
A pesar de las críticas, el pleno de la Suprema Corte ratificó por mayoría de votos continuar con el paro de labores hasta el próximo jueves, cuando vuelvan a reunirse para decidir si se vuelve a extender el plazo. Votaron en contra dos de las ministras incondicionales del Ejecutivo, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, mientras que la tercera, Lenia Batres, se abstuvo.