¿Quién se resistirá a una orden que salga desde un rancho de Palenque?
Miguel Ángel Rivera lunes 9, Sep 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“Que dice mi papá que no está de acuerdo con lo que decidiste”.
Esta expresión se escucha con mucha frecuencia en los ámbitos familiares, pero salvo que la mamá intervenga, la voluntad del padre familia se vuelve ley y no hay nadie que se oponga ni, mucho menos, tenga la fuerza y la capacidad de oponerse.
Esto es lo que se prevé que ocurrirá en el partido oficial, Morena, a partir de octubre venidero, cuando asuma la nueva dirigencia nacional, integrada por Luisa María Alcalde Luján, como presidenta nacional y Andrés López Beltrán, secretario general del partido fundado y dirigido por su padre, Andrés Manuel López Obrador.
¿Alguien lo duda?
¿Alguien sospecha siquiera que el “dedazo” ya fue erradicado junto con la corrupción?
Se presume que, al tiempo que arranque el primer gobierno de una Presidenta en México, empiece también el mandato de una nueva dirigencia nacional del partido oficial.
Casualmente los únicos candidatos a la presidencia y secretaría general del partido oficial, Morena, son cercanísimos al actual inquilino nacional, o ¿alguien podría ser más cercano al líder de la llamada Cuarta Transformación que su propio sucesor? Tampoco está alejada una de las tres herederas de la familia Alcalde Luján, cuyas cabezas, el abogado Arturo Alcalde y la contadora Bertha Luján, son de los muy contados que tienen paso franco al “modesto” departamento de López Obrador en Palacio Nacional.
La primera en ser lanzada candidata fue la todavía secretaria de Gobernación, antes titular del Trabajo, Luisa María Alcalde, cuya nominación surgió de Palacio Nacional.
Nadie lo puso en duda y menos la todavía secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, quien suponía tener derecho a suceder a Mario Delgado Carrillo —ya designado secretario de Educación Pública durante el gobierno de la presidenta Sheinbaum Pardo— por el trabajo realizado en los campos de batalla electoral y legislativos.
En cuanto la legisladora apreció de dónde surgió la instrucción de impulsar a Luisa María Alcalde, como dicen los cronistas deportivos, dio un paso de costado.
Y, si el “dedazo” fue evidente en el caso de la joven Alcalde Luján, mucho más se apreció en el caso de “Andy”, cuyo principal antecedente fue el suplir a su padre en un bloqueo del Senado de la República, cuando el líder de la llamada Cuarta Transformación todavía no alcanzaba el poder y protestaba por supuestos abusos de los anteriores gobiernos, a los que ahora culpa de todos los males del país.
Del otro lado, “Andy” está acusado de abuso de influencias para beneficiar a amigos cercano con contratos para obras oficiales —incluidos los magnos proyecto de su padre, como la refinería de Dos Bocas u Olmeca y el Tren Maya— sin que hasta ahora se haya registrado una denuncia oficial, pero tampoco se han disipado las denuncias, pues el junior tiene un alto nivel de vida sin que se conozcan las fuentes de ingresos legítimos.
Sin en el caso de Alcalde Luján no hubo quien se atravesara para tratar de competir con la joven política, en lo que respecta a “Andy”, menos.
Por eso, como apuntamos al inicio de este espacio ¿alguien se puede imaginar a la futura dirigencia nacional de Morena ajena a las órdenes y designios de su líder y fundador, aunque eventualmente esté confinado en su hacienda de Palenque?
Todavía más, es muy de suponer que, en algún momento, la dirigente nacional del partido oficial tendrá que afrontar momentos difíciles y tendrá que tomar decisiones que no siempre recibirán el respaldo general y, entonces, su secretario general le hará conocer que el líder moral no está de acuerdo.
Entonces ¿habrá algún poder que se oponga?
¿Saldrá alguna indicación en contrario desde Palacio Nacional, donde la inquilina será la primera Presidenta de la República?
¿Qué pecado cometió la presidenta municipal de Chilpancingo?
Por otra parte, sorprende la expulsión de Morena de la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, supuestamente por reunirse con un jefe del narcotráfico, jefe de la banda de Los Ardillos, y “manchar” la imagen del partido.
¿La Comisión Nacional de Honestidad? y Justicia? del partido oficial fue la que decidió, por unanimidad, la cancelación del registro de la presidenta municipal.
De acuerdo con la decisión de ese organismo, la reunión de Norma Otilia Hernández Martínez es una “violación grave” a los principios del partido y dañó su imagen, además de que faltó a su obligación de conducirse con honestidad e integridad.
El documento, dado a conocer por Quadratín, apunta que hay 18 pruebas en contra de la reunión de la presidenta municipal de Chilpancingo con un líder del narcotráfico, supuestamente llamado Celso Ortega Jiménez.
Fue en julio de 2023 cuando se difundió un video en el que se ve a la todavía presidenta municipal y a su esposo, Diego Omar Benigno González, en un restaurante con un hombre armado, quien fue identificado por la Fiscalía del Estado como el ya mencionado líder de la organización delincuencial.
Tras esto, en agosto, ¿supuestamente se inició el proceso sancionador en la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia? de Morena y la resolución se conoce ahora, más de un año después.
De acuerdo con la resolución, “reunirse con un presunto líder criminal atenta los principios y lineamientos del partido y se atenta contra la paz social y bienestar de la población que gobierna bajo los lineamientos” de Morena.
Ante estos hechos, se decidió cancelar el registro de Norma Otilia Hernández, actual alcaldesa de Chilpancingo, y quien también fuera aspirante al Senado, del padrón nacional de militantes de Morena.
En su momento, cuando se dio a conocer el video, la edil lloró ante los medios de comunicación y señaló que se trataba de una campaña mediática en su contra “orquestada por poderes fácticos” y dijo ser víctima de violencia política de género.
La queja presentada el 25 de agosto de 2023 en contra de la alcaldesa de Chilpancingo incluye el video de la reunión entre la alcaldesa de Chilpancingo y Ortega Jiménez.
Los Ardillos, grupo que formó parte del Cártel de los Beltrán Leyva, mantienen el control de la zona centro de Guerrero, en municipios como Chilpancingo, Chilapa, Quechultenango y José Joaquín Herrera es considerado uno de los grupos criminales con más poder en la entidad, opera desde hace dos décadas y es señalado de delitos como desaparición forzada, secuestro, extorsión y narcotráfico, en especial relacionado con la amapola y sus derivados, como el opio y su subproducto, la heroína.
Norma Otilia Hernández, por su parte, fue descartada por Morena para buscar la reelección en el gobierno de Chilpancingo este 2024, también fue dejada fuera para buscar un espacio en el Senado. Además, a su último informe de gobierno no acudieron representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo del estado.
El trienio de Norma Otilia Hernández estuvo marcado por los constantes hechos de violencia e inseguridad en la capital guerrerense, entre los que destacan las agresiones en contra de operadores y concesionarios de transporte público, por lo cual hubo varias suspensiones del servicio.
No obstante, llama la atención este acuerdo por el tiempo transcurrido, más de un año de que se denunció el encuentro amistoso de la mandataria de la capital de Guerrero y del jefe del grupo de delincuentes.
Pero, sobre todo, destaca este hecho porque Morena se había constituido en un santuario, en donde se perdonaban todos los pecados y, por el sólo hecho de sumarse a la corriente oficialista, se olvidaban y se perdonaban todos los pecados cometidos cuando se militaba al lado de los “conservadores” y “neoliberales”. Allí está, para no ir más lejos, el caso del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien está involucrado en el caso del asesinato del ex rector de la Universidad de Sinaloa y diputado electo del PRI Héctor Melesio Cuén Ojeda.
De acuerdo con revelaciones del capo del narcotráfico Ismael “El Mayo” Zambada, Cuén Ojeda fue asesinado el mismo día en que él fue secuestrado y llevado a los Estados Unidos, en donde actualmente está bajo proceso por diversos delitos vinculados con el contrabando de drogas. Sobre todo, resulta relevante que el gobernador Rocha Moya y el político asesinado se iban a reunir para discutir asuntos políticos y el mediador sería el jefe del narcotráfico.