En busca de un Judas
Alberto Vieyra G. lunes 9, Sep 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Con 30 monedas, los líderes religiosos conocidos como fariseos compraron al apóstol Judas Iscariote para que traicionara a Jesucristo poniéndolo al alcance de soldados y gobernantes romanos para que fuese sacrificado en aquel histórico sábado 14 de Nisán.
El relato bíblico narra que ya la suerte de Jesucristo estaba echada en las históricas profecías.
¿Por qué hago historia? Mire usted.
“Haiga sido como haiga sido” aquel Judas de las 30 monedas sigue siendo objeto de escarnio de la humanidad y es que ese sello de traidor acompañará a cualquier Judas por toda su vida y muchos años después.
Hoy el Presidente de “los otros datos”, AMLO, anda afanosamente en busca de un Judas que quiera vender su alma al diablo y no pocos senadores de oposición que son objeto de presiones y amenazas oficiales han revelado en corto y en voz baja que hasta 40 millones de pesos les han ofrecido como “cañonazos” para que den sólo un voto para a completar la mayoría calificada de 86 senadores que se requieren para aprobar la diabólica y demencial reforma judicial, con la que AMLO busca derrocar a Norma Piña, la misma que en el estado de Querétaro no se puso de pie para recibir al falso Mesías en el aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1817.
Usted se preguntará: ¿Quién será ese Judas?
Hasta hoy, los 43 senadores que conforman la oposición, incluyendo al solitario Manlio Fabio Beltrones, quien mandó a la rechintola al jerarca priista Alejandro Moreno Cárdenas, por haberlo señalado como uno de los presuntos asesinos intelectuales del asesinado candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, han jurado y perjurado que del grupo de los 43 no saldrá ningún Judas Iscariote y apuestan por la salud de la república y no por su salud económica personal.
En caso de que alguno de los 43 senadores sea tentado para vender su alma al diablo en 40 millones de pesos, o más, sufrirá el escarnio popular y el sello de traidor no se lo quitará ni muerto.
Si las cosas continúan como hasta hoy, lo más seguro es que AMLO y su sucesora la Presidenta científica sufrirán la más vergonzosa de las derrotas políticas y Morena no le podrá dar a AMLO como regalo de despedida una reforma impopular que ha merecido la repulsa de propios y extraños y que ya provocó una minidevaluación del peso mexicano, toda vez que cuando Claudia fue electa el dólar estaba a $16.50 y hoy va camino a los $21 pesos, y sobre el vapuleado peso mexicano pesa la amenaza de calificadoras y bancos internacionales de que de concretarse la reforma al Poder Judicial azteca socavará la democracia y hará que la falta de confianza sobre México se apodere de los capitalistas extranjeros que hoy ven como peligro latente que la reforma sea para beneficiar a los grupos criminales y para perpetuar en México una dictadura.
Nadie quiere invertir en una nación en la que saben que no habrá ninguna certidumbre económica, pero sobre todo jurídica, pues los inversionistas no tendrán ninguna posibilidad de ampararse ante cualquier conflicto con el gobierno o particulares.
La cuestión es que, pese a tantas presiones políticas, económicas y de la prensa internacional, AMLO en su borrachera de querer pasar a la historia como el padre de la patria, Juárez o Madero ni ve, ni oye y seguirá en busca de un Judas, uno solo para destruir al México que hoy forma parte en el concierto internacional de la onceava economía del mundo. Veremos si hay patriotas todavía.