¿Habrá ánimos para reglamentar el fenómeno del chapulineo legislativo?
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 2, Sep 2024Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- “Chapulines” contribuyen a que los ciudadanos ya no confíen en partidos políticos
Justo cuando la sociedad reclama a los partidos políticos mayor seriedad a la hora de elegir a sus candidatos; cuando solicita una especie de control de calidad a quienes aspiren a un cargo de elección popular; cuando pide a gritos que no haya políticos chapulines que cambien de color como los camaleones y muden la camiseta como si mudaran de calzoncillos, justo es cuando en el ambiente político-legislativo nos encontramos con casos vergonzantes dentro del conocido fenómeno del “chapulineo”.
Los electores votan por candidatos de un partido, los impulsan bajo líneas estratégicas de documentos básicos del grupo al que pertenecen. Los prospectos ofrecen propuestas de comportamiento y acciones específicas ad hoc a las siglas que representan. los ciudadanos les creen, hacen suya las propuestas y los llevan al triunfo en las urnas. Viene la sorpresa, la traición –dicen los votantes-, los ganadores deciden sumarse a partidos que en el terreno electoral fueron adversarios.
Legisladores del PVEM, PRD y PAN, aunque no lo crean, en estos días cambiaron de camiseta después de que el voto les favoreció y después de que se expresaron muy mal del partido al que ahora pertenecen, y no solo eso, después de que hicieron compromisos con la ciudadanía para que en la política se evitara el fenómeno del “chapulineo”. Ver para no creer.
El salto de los ahora llamados legisladores chapulines pudo ser fácil y tan lo fue que al parecer lo hicieron sin pensarlo dos veces. Tal vez se les hizo fácil, pero si creen que como legisladores o como políticos la van a tener ibidem pues están muy equivocados, porque el voto emitido por sus electores fue acto de refrendo a la confianza que en ellos depositaron y ahora será extremadamente difícil que los ciudadanos vuelvan a confiarles algo y menos su voto.
Decir nombres de los llamados legisladores chapulines sería ocioso, sería como enaltecer a sus personas, no tiene caso, lo criticable entonces es el fenómeno que cada vez, con más frecuencia, se presenta en el ambiente político y, lo peor, es que seguramente esos legisladores ya están pensando en el próximo salto y para ello no hay reglas ni nada que se los impida, así que chapulines se quedan, aunque se vistan de monos ¿o cómo era el refrán?, bueno amables lectoras, lectores, ustedes entienden.
LAS CARTAS HABLAN.– Hay que recordar que en la reforma al artículo 59 constitucional, hecha en 2014, se estableció que: “Los Senadores podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos y los Diputados al Congreso de la Unión hasta por cuatro periodos consecutivos. La postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que los hubieren postulado, salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su mandato”.
Por lo pronto, ya se habla de contrarreformas al 59 constitucional, donde se prohibirá la reelección legislativa, lo malo es que para los legisladores que acaban de tomar protesta como tal no aplicará, porque hay que recordar que, en caso de que se logre anular o quitar del orden constitucional al tema de la reelección legislativa, las leyes no son retroactivas.
VA MI RESTO.– A propósito del fenómeno del “chapulineo”, nos viene a la memoria la celebración de la XXII Asamblea Nacional del PRI, en agosto de 2017, los ahí reunidos decidieron poner candados a lo que llamaban legisladores chapulines, con lo que prohibieron la postulación consecutiva por la vía plurinominal y evitar brincos de escaño en escaño aunque fueran del mismo bando partidista.
Entonces, nos preguntamos si será muy difícil confeccionar reglas electorales donde se evite que un diputado gane una elección con un color partidista e inmediatamente después de ocupar su curul se cambie de partido, lo malo es que parte de la respuesta recae en los pocos serios y saltadores diputados que son motivo de nuestro comentario, y hasta ahí porque como veo doy.