Fernando Valverde lanza “Los hombres que mataron a mi madre”
Cultura viernes 30, Ago 2024
Para cerrar su trilogía
- En el libro, el autor simboliza la tragedia de nacer mujer en un mundo legislado por hombres
Arturo Arellano
Fernando Valverde, nació en España en 1980. Cerca de 200 críticos de más de 100 universidades (Harvard, Oxford, Columbia o Princeton, entre ellas) lo eligieron como el poeta más relevante en lengua española nacido después de 1970.
En Los hombres que mataron a mi madre —la última entrega de la trilogía que Fernando Valverde comenzó con La insistencia del daño (2014) y continuó con Desgracia (2022)— el autor desvela la historia de su madre de manera que pudiese ser cualquier madre, pues simboliza la tragedia de nacer mujer en un mundo legislado por hombres.
Acostumbrado a hacer “lírica de las ruinas”, como escribió la profesora de la Universidad de Columbia Nathalie Handal, Valverde nos adentra en un bosque lleno de lobos y serpientes bajo el gobierno de la sociedad civil. Cuestiones como la orfandad, el maltrato, la mentira, la violencia, la manipulación o el miedo son tratadas con toda la crudeza de quien saboreó el veneno de la traición de su propia estirpe.
En entrevista, Valverde comentó “La trilogía empezó con una tragedia personal, cuando le dio un aneurisma cerebral a mi madre, que le hizo perder la memoria y fue un milagro que sobreviviera, ahora tiene muy corta memoria y es completamente dependiente, si le duele la cabeza pude tomarse una aspirina y a los 5 minutos se toma otra, porque no lo recuerda”.
Destaca que “Cómo la memoria nos construye, asi arranca la trilogía, el dolor por la pérdida de los recuerdos de mi madre, lo que me destruye porque somos memoria, y como vivimos para la memoria, la mayoría de las cosas las hacemos para recordarlas, viajamos para recordarlo, para ver necesitamos más memoria, nuestros móviles más gigas o teras, con una mayor capacidad posible, pagamos la nube para que conserve nuestra memoria, no perder agendas, mensajes, imágenes, la memoria es muy importante”.
A esto añade que “Perder los recuerdos y no poder construir nuevos, me impactó mucho en mi vida, es un tema central en mi poesía, porque la vida te lleva a un lugar impredecible. Pensé que la historia de mi madre y las injusticias, el cómo la vida la discriminó por ser mujer y que esto no le habría sucedido, si fuera un hombre, me hizo pensar en que quería convertir a mi madre en todas las madres, elevarla al nivel del símbolo”.
De tal manera que habla del papel secundario de las mujeres “porque ahí las relegaron en el catolicismo, con la virgen maría arrodillada al nivel de la cruz. Quería hablar sobre ello, sentirme culpable por los micro machismos que practico cada día, porque fui educado en una ciudad sobre los andamios del franquismo. Con esta trilogía quería purgar mis errores, y hacer justicia poética, con las mujeres que me han contado sus historias. Eso me concede cierta paz”.
“La madre no tiene patria, la madre es la patria en sí misma”
Y asegura que la madre no tiene patria “la madre es la patria en sí misma, es el origen, la patria esconde un profundo machismo, es irreal y contradictoria, desinforma al hablante. Este concepto de madre es común a los seres humanos y no tiene fronteras, las fronteras fueron hechas por la patria, porque la ‘matria’ es libertad”.
Al ser publicado en México refirió “Aun se publica literatura de calidad, no solo de consumo, de basura, de las redes sociales, aquí se defiende a la primera literatura, me siento muy feliz de estar publicando mis libros en México y en la UNAM, porque en España no hay una universidad que pueda compararse con la UNAM. Me parece absurdo esconder esto, en otros países hay más apoyo a la cultura, no tengo porque defender a un país solo porque nací ahí, soy consciente de los problemas que hay en España, sus contradicciones y desigualdades. El lector mexicano de poesía es uno que es exquisito y sabe lo que elige, no le veden productos del neoliberalismo”.
Del título del libro dijo “implicaba tantas cosas, me hablaba de como yo siendo un niño cuando mi madre se divorció, escuchaba cosas y veía otras que no podía comprender del todo. Como que ella se comportara de una manera igual a mi padre, al intentar rehacer su vida, pero era muy fácil poner en los labios de seres queridos la palabra ‘puta’, pero a mi padre ¿cuál era la palabra que le correspondía? El patriarcado español no le permitió perseguir la felicidad”.
Y sobre los avances en materia de igualdad de género agregó “son evidentes, soy profesor en una universidad de Estados Unidos, y la mayor parte de mis estudiantes son mujeres, y las mejores, ellas han roto las barreras para acceder a una de las mejores universidades y ser más que los hombres. pero para mí el conflicto está con el feminismo de camiseta, con el falso, con la utilización que algunas mujeres hacen de la desigualdad que padecen otras mujeres para sacar beneficio. En España hay mucho camino que recorrer en la institución de justicia, todavía es un país que somos una monarquía, tenemos un rey, somos súbditos, en la ley dice que todos los españoles somos iguales, pero en otro caso dice que el rey no puede ser juzgado”.
“Los hombres que mataron a mi madre” se encuentra disponible en el Péndulo y todas las librerías de la UNAM “Sin el respeto de México a la cultura, sin una institución como la UNAM, seguramente mis últimos libros no habrían sido publicados”.
“Los hombres que mataron a mi madre”, se encuentra disponible en el Péndulo y todas las librerías de la UNAM