¿Y el dinero?
Ramón Zurita Sahagún viernes 19, Ago 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El tema se encuentra sobre la mesa, para analizarlo, discutirlo y seguir la ruta que sea necesaria para su esclarecimiento.
No se trata de un asunto menor, ya que el endeudamiento del estado de Coahuila con una cifra escandalosa debe ser transparentado, sin importar que se consiguiera una renegociación del adeudo y que el monto se pague en 30 años.
De 300 millones a 32 mil, son muchos millones en juego, ya que ni siquiera existe una devaluación de por medio y las sospechas surgen al por mayor.
Preguntas y dudas surgen por doquier y la figura del sospechosismo, tan recurrente en la historia política de México, irrumpe el escenario de la lucha política.
Será por eso que Vicente Cháirez pudo amasar una fortuna en forma rápida y expedita y que Humberto Moreira Valdés promovió la figura de su hermano mayor, Rubén, para relevarlo en el gobierno estatal.
Otros se preguntan si tantas tragedias ocurridas en Coahuila durante la administración del hoy presidente nacional del PRI requirieron de esos vastos recursos para pagar indemnizaciones.
Y es que se recuerda que Pasta de Conchos produjo víctimas al por mayor, la explosión de un tráiler en plena autopista dejó casi una cifra similar de muertos a los de la mina y las varias ejecuciones masivas ocurridas en Torreón, además del desastre de las inundaciones en el norte del estado.
Fueron desastres tras desastres, algunos provenientes de fenómenos naturales, otros de la desidia de las autoridades por hacer cumplir los reglamentos y leyes y unos más por la indiferencia de las diferentes formas de gobierno para combatir la inseguridad.
Pero hasta el momento nadie puede afirmar que las familias de los muertos en tantos incidentes y accidentes hubiesen sido compensadas con fuertes cantidades de dinero como forma de indemnización.
Mientras, sigue la danza de los millones sin aclararse, el tema se desvía sobre si Juan Molinar Horcasitas tiene o no autoridad moral para cuestionar el asunto. Tal vez, como dicen los priístas, no la tenga, pero la discusión no es de los pasivos que dejó Molinar en el IMSS y Comunicaciones y Transportes (temas que también se deben aclarar) sino del por qué el endeudamiento tan grande del gobierno que encabezó Humberto Moreira.
Dos gobernadores priístas que asumieron sus encargos recientemente se quejaban de las deudas encubiertas que les dejaron de herencia sus antecesores panistas que gobernaron los seis años anteriores.
Carlos Lozano de la Torre y Mariano González Zarur, mandatarios de Aguascalientes y Tlaxcala, narraban su odisea para descubrir esos entuertos que les ocasionaron pasivos y falta de liquidez para cubrir los gastos de sus respectivas administraciones.
Pero en ambos casos se trata de cifras menores, ya que la herencia de Luis Armando Reynoso fue de 2 mil millones de pesos y la de Héctor Ortiz de mil millones de pesos.
Veracruz es otra entidad que se debate entre la falta de recursos y los adeudos pendientes, merced a la herencia dejada por el gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
Lo curioso de esto es que el ahora gobernador, Javier Duarte de Ochoa, fungió casi todo el sexenio como subsecretario y secretario estatal de Finanzas y todo pasaba por su escritorio y requería de su autorización, ya que como subsecretario su red de operación era más amplia que la de su propio jefe.
Pero es ahora cuando se prepara el presupuesto del próximo año y los gobernadores comienzan a presentar sus propuestas y requerimientos de dinero, cuando se conocen de los grandes adeudos contraídos por diversas entidades del país en su administración sexenal más reciente.
Y el tema habrá de politizarse aún más, pues en el centro de la discusión se encuentra la gestión del actual presidente nacional del PRI, Humberto Moreira Valdés, quien hace de los gobiernos panistas y de sus principales activos su centro de ataque, con un estilo mordaz y picaresco.
Siendo el año próximo el electoral, donde los partidos políticos irán a la disputa de la Presidencia de la República, el tema se convierte en sumamente atractivo para el debate, pero no solamente por el papel que jugará Moreira Valdés, sino el que han desempeñado los diferentes gobiernos priístas en una veintena de entidades del país.
Tratándose del partido puntero en la disputa por la Presidencia de la República, las demás organizaciones políticas buscarán hasta por debajo de las camas o donde se pueda los argumentos que sustenten el despilfarro de los gobiernos priístas, el uso inadecuado de los recursos públicos o hasta mostrar la desviación de estos dineros para beneficio de gobernantes o de servidores públicos corruptos.
Sin embargo, lo primero que deberá hacerse es transparentar el uso de los recursos públicos en Coahuila y el porqué del gran endeudamiento, pero a la par, los panistas y, en especial, Juan Molinar, también aclarar los puntos oscuros que gravitan sobre su desempeño en cargos públicos.
BAR BAR
El regreso de la prodigiosa memoria del futbolista Salvador Cabañas deberá servir para que éste ampliara su declaración sobre los hechos del BAR BAR, donde fue herido por el sujeto conocido como “El JJ”.
Y es que los médicos que atendieron al deportista concluyeron en aquel entonces que no recordaría nada, pero Cabañas ya recordó que fue “El JJ” quien le disparó.
El asunto continúa estancado, aunque la PGJDF ya entregó el predio donde se ubicaba el bar, son ahora las autoridades delegacionales las que se niegan a devolverlo a sus propietarios.
Se trata de un asunto sumamente politizado, donde todos se avientan la responsabilidad, sin que nadie se atreva a actuar conforme a la ley.