Una joya filosófica
Alberto Vieyra G. lunes 19, Ago 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Aclaro, no tengo codependiente familiar. Todo lo que gano me lo trago, me lo unto y me lo visto como me da mi chingada gana. No tengo marido, ni marida, ni concubino, ni concubina, ni nadie que me exija por qué gasto. Es mi gusto y es mi placer, lo que yo gano que lo gano debidamente y honradamente, lo puedo gastar como yo quiera”.
Sin duda, que estamos ante una joya filosófica que retrata fielmente a quienes integran el gobierno de la 4T, claro con algunas honrosísimas excepciones en las que no se incluye al Presidente de la República.
Mis colegas, que no se conforman con que los politicastros les respondan mentiras, frasecitas mamilas o agresiones contra sus adversarios políticos o contra los periodistas, le picaron la cresta a la señora Ana Guevara que llegaba como pavorreal de haber asistido a los Juegos Olímpicos de París, parándose el cuello de que la Conade “con todas sus limitaciones” en la era dizque de la austeridad republicana habían hecho un honroso papel en los juegos y le recordarían eso de los trinquetes por 300 millones de pesos en la Conade durante su administración.
Uf… de inmediato dejó aflorar su gran repertorio filosófico que la marcará históricamente como una funcionaria de cuarta o de un gobierno chindinguas y del bajo mundo, que desconoce los términos en los que debe hablar un buen político, un político, político por los cuatro costados. Qué esperanza que los hombres y mujeres de Estado lleguen a perder los estribos tan fácilmente, sobre todo ante los medios de comunicación que harán cera y pabilo con ella.
Ana Guevara perdió su gran oportunidad de quedarse callada y dejar que alguna autoridad seguramente que no de este gobierno ni del que viene investigue sobre quién o quiénes se robaron esos 300 millones de pesos de la Conade que han hecho que nuestros atletas mexicanos anden pidiendo limosna para poder viajar a sus competencias internacionales. Por ahora el Dr. Simi les está poniendo la muestra otorgando hasta un millón de pesos a quienes hayan obtenido la medalla de oro. ¡Nada más valioso que eso para nuestros atletas que los han dejado en el olvido!
La misma Ana Guevara les aconsejaría a las clavadistas que se pusieran a vender tuppers para que sacaran para sus boletos y gastos en general. Pero, además doña Ana Guevara tiene un historial maravilloso como deportista. Yo me quedo con ese hermoso recuerdo y deploro que se haya enrolado en la nueva mafia del poder.
Y es precisamente esa nueva mafia del poder, retratada tal cual por Ana Guevara, la que acaba de hacer un papelazo histórico de podredumbre y violaciones a las leyes y acuerdos de colaboración entre autoridades de los estados de la república cuando el dizque abogado Ulises Lara, fiscal interino de la Ciudad de México, quien consiguió que en menos de 24 horas le otorgará una universidad patito un título apócrifo como abogado, impidió que agentes anticorrupción de la Fiscalía del Estado de Chihuahua detuvieran en un restaurante en la capital del país a un adalid anticorrupción, Javier Corral Jurado, quien ya tendrá fuero constitucional desde el 1 de septiembre próximo por esas extrañas artes del poder y del nepotismo en la 4T. Se antoja imposible que la Fiscalía de Chihuahua lo lleve a calentar cemento de su propio costal a la cárcel por haberse robado 98 millones 600 mil pesos.
Ese vergonzoso acontecimiento de Ulises Lara pinta de qué color es la impunidad que impera en el gobierno de Morena y que los acuerdos celebrados con gobiernos opositores en materia de la aplicación de justicia valen pa’ dos cosas: pa’ nada y pa’ lo mismo.
Lo cierto es que en Morena hay un corruptazo llamado Javier Corral Jurado, bueno en honor a la verdad ese partido está lleno de corruptos; afortunadamente uno de ellos es Manuel Bartlett, que tiene una fortuna de más de 40 residencias y cuentas por miles de millones de dólares en paraísos fiscales ya se va a la rechintola porque doña Claudia sí tiene tantita memoria de que en 1988, Bartlett fue el gran artífice del fraude electoral que llevó a Carlos Salinas de manera espuria a la silla presidencial.