La rebatiña priista
Freddy Sánchez jueves 15, Ago 2024Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Qué es el PRI actualmente.
“Una plataforma política de negocios con pocos beneficiarios obteniendo muchos beneficios”…
Eso que algunos pudieran suponer que es el Partido Revolucionario Institucional está cercano a la verdad o no lo está.
Al respecto, las opiniones necesariamente diferirán dependiendo de quiénes las aporten.
Y en caso de predominar la conjetura de que el priismo cobija afanes de favorecer a los que tienen su control y aquellos que se alinean con el liderazgo nacional a cambio de favores, lo mismo exactamente podría uno imaginarse que ocurre en otros partidos políticos.
Porque los que tienen el mando proponen candidatos a puestos de elección popular pensando principalmente en dar su apoyo a los amigos y conocidos que se hayan granjeado con los cuadros dirigentes.
En algunos casos con el personaje que concentra el poder y a quien sus leales y cercanos obedecen sin protestar sabedores que esa es la mejor vía para mantenerse en los menesteres de la política.
Y en ese sentido cabe suponer que los que han logrado obtener posiciones como diputados, senadores, gobernadores, alcaldes y demás representantes populares saben perfectamente cómo mantenerse en el ejercicio del poder.
O lo que quizás algunos cataloguen como el lucrativo negocio de la política al tomar en cuenta que los que más ganan son los que tienen puestos con sueldos y diversos beneficios adicionales difícilmente alcanzables entre la mayoría de la población.
La política, por lo tanto, suele propiciar el surgimiento de potentados en ejercicio del poder siendo unos más favorecidos que otros.
De modo que algunos de los que han puesto los ojos en los métodos de control político en las organizaciones partidistas atribuyen lo que pasa en el PRI a las intenciones de los que dirigen para evitar que se les quite “una mina de oro”.
Sobre el particular, hay los que consideran que el actual líder del Partido Revolucionario logró reducir el número de los que influyen en las decisiones del instituto y con ello pudo fortalecer sus medios de control.
Lo resuelto en una reciente asamblea con un poco más de quinientos consejeros aprobando la reelección de Alejandro Moreno habría costado más trabajo cuando el consejo en el PRI lo integraba una cantidad muy superior de integrantes.
Tal como sucedió con la elección de Beatriz Paredes con la participación de dieciséis mil consejeros.
Algo más que diferente de lo hoy en día se observa en el partido tricolor.
De ahí las pugnas entre los que antes tuvieron el mando del partido y los que actualmente lo controlan.
Ambos grupos aparentemente dispuestos a luchar por el mando del PRI lo que se ha traducido en una tácita rebatiña priista.