Buenos o malos gobernantes
Ramón Zurita Sahagún jueves 8, Ago 2024De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Es la primera ocasión en que Movimiento de Regeneración Nacional gobierna algunos estados del país y en cada uno de ellos consiguió que se renovará la confianza en el partido y sus militantes.
La primera renovación de votos se produjo en Baja California, donde Jaime Bonilla fue el primer gobernador surgido de Morena por la vía de las urnas que terminó su administración.
Bonilla concluyó con éxito y aunque Marina del Pilar Ávila no era su favorita para sucederlo, ella no tuvo problema alguno para ganar la renovación del gobierno bajo las mismas siglas.
Y aunque Bonilla fue electo un año después de que los primeros cinco gobernantes de Morena ganaran en las urnas, fue el primero en dejar el gobierno, ya que su mandato fue de solamente dos años, para hacer concurrente la elección de gobernador con la federal.
De manera que después de que en 2018 surgieron los primeros cinco gobiernos estatales de Morena, dos años más tarde ya tenía siete, pues en Puebla se realizaron unos comicios extraordinarios ante el fallecimiento de la panista Erika Alonso.
De esa forma, Claudia Sheinbaum, CDMX; Rutilio Cruz Escandón, Chiapas; Adán Augusto López, Tabasco; Cuauhtémoc Blanco, Morelos; Cuitláhuac García, Veracruz; Jaime Bonilla, Baja California, y Luis Miguel Barbosa, Puebla, consiguieron el primer grupo compacto de gobernantes.
¿Qué suerte tuvieron esos gobernantes? Claudia y Adán Augusto no terminaron su gestión, al ser promovidos. Ella como candidata presidencial y él como secretario de Gobernación. Barbosa falleció en el ejercicio del cargo. Bonilla concluyó con su mandato y Rutilio, Cuauhtémoc y Cuitláhuac han sido calificados como los peores gobernantes del país.
La consideración hacia esos malos gobernantes parecía que traería la consecuencia de la pérdida de esos territorios por parte de Morena; aunque no fue así.
Los electores de Chiapas, Morelos y Veracruz no tomaron en cuenta esa apreciación sobre los gobernantes, ni mucho menos evaluaron la violencia y los crímenes existentes en esas entidades y dieron su voto por la continuación de Morena en la administración estatal.
Tampoco hicieron de la apatía, abulia y omisiones del gobierno de Rutilio, ni tampoco de las historias que rondan las actividades del ex futbolista Blanco y mucho la desidia, displicencia, pasividad y desgano de Cuitláhuac.
Mucho menos voltearon a ver al florero que puso Adán Augusto en Tabasco como ocupante del gobierno que fue visto como uno de los mayores males de los tabasqueños, encarnado en Carlos Merino.
Corrió con mejor suerte el emergente que cubrió el período de Claudia Sheinbaum, Martí Batres, que cayó bien en la CDMX.
Morena salió bien librado en los comicios de 2024 en siete de los nueve estados en los que se renovó el gobierno estatal, ya que a los seis existentes añadió Yucatán.
Perdió solamente en un estado en que los panistas se encuentran enconchados, Guanajuato, aunque la diferencia ya no fue abismal y Jalisco, donde mantiene viva la llama de la esperanza de que procedan sus impugnaciones.
Lo que queda claro con los resultados del pasado dos de junio es que los electores poco caso hacen de la evaluación de sus gobernantes y de todo lo que sucede en su entorno, ya que depositan su confianza en los gobiernos que, finalmente, no les cumplieron.
Si antes votaron masivamente por el PRI; aunque los gobernadores salientes terminaran en la cárcel, hoy lo hacen por Morena, animados, tal vez, por el anhelo de un buen gobierno o, simplemente, por costumbre.
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Hoy jueves se esperan algunos otros nombramientos del gabinete ampliado de la Dra. Claudia Sheinbaum, ya que faltan los nombres de los directores del Infonavit, ISSSTE, Banobras, Banco del Bienestar y los más esperados, de Pemex, Conagua y CFE, entre otros.