Nos robaron el futuro
Francisco Rodríguez lunes 5, Ago 2024Índice político
Francisco Rodríguez
Como candidato opositor, Andrés Manuel López Obrador fue el mejor que el sistemita a la mexicana pudo encontrar. Claridoso, crítico, y hasta propositivo, señalando lo que él haría —y que lo haría mejor— cuando llegara al poder.
Como Presidente de la República es y ha sido un rotundo fracaso.
Traicionó sus promesas y compromisos. Traicionó a México. Se traicionó a sí mismo.
Ya se va. Por fortuna, no hay mal que dure un sexenio.
En menos de dos meses, la madrugada del 31 de septiembre dejará formalmente el poder… aunque se adivina que seguirá ejerciéndolo desde su finca en Palenque.
Deja un territorio vaciado de futuro.
Una herencia maldita que el país tardará en conjurar varios sexenios, si es que su sucesora Claudia Sheinbaum llegara a conseguir el destete de su progenitor político.
Mientras, los francotiradores del poder al saber que llega un cambio de gobierno, de formas políticas y de sistema se mantienen a la expectativa de un hueso que puedan roer.
Lo que no advierten es que para que haya caldo debe haber pollo, y éste brilla por su ausencia. La realidad es que todavía no hay nada. Todo está por hacerse, reconstruirse, restaurarse, imaginarse, levantarse de una larga noche aciaga y depredadora que trajo a México la 4T.
Y es que AMLO deja un desastre en manos de los narcos favoritos y sus cómplices. Ellos son quienes mandan. Él los consiente y los abraza. A lo más que llega es a condolerse de la violencia que ejercen sobre la población indefensa, como sucedió hace unos días en La Concordia, Chiapas. “No me gusta”, dijo, como si fuera de gustos y no de acción en contra de los generadores de violencia, despojo y muertes.
No ejerció el poder. Éste lo rebasó. Tanto que lo buscó y lo peleó que terminó empequeñecido frente a él.
Por tal es que el poder tendrá que fabricarse a base de tesón, ejemplo, conducta, habilidad, operación, conocimiento, experiencia y prudencia, porque no se está heredando nada.
Porque simple y sencillamente, no hay nada.
¿Podrá hacerlo Claudia Sheinbaum?
Si consigue destetarse es posible que lo consiga.
Y que pase a la Historia no por una mera cuestión de género —la primer Presidente mujer—, sino porque reconstruyó y salvó al país de las nocividades de la 4T.
Seguridad nacional entregada al Imperio
No puede caerse más bajo ni puede hablarse de fracaso cuando apenas se está llegando a ver lo que quedó.
No puede hablarse de errores antes de asumir el mando porque nunca existió tal mando, el que termina fue un gobiernito al garete, en manos y a disposición de la delincuencia organizada y de sus contlapaches de las fuerzas armadas. Un gobiernito que masacró a su pueblo.
El narcoestado, que es lo que existe, fue vaciado y dejado para el arrastre. Lo único que hay son problemas postergados, necesidades urgentes, crímenes de guerra contra la propia población, hambre, miseria, desempleo rampante, extorsión, chantaje, soborno y desesperanza. Quedó un territorio vaciado de futuro, repito.
Lo que hay es una economía secada por el despilfarro, el robo al presupuesto y la sustracción del patrimonio colectivo. Reservas monetarias comprometidas a la suerte del dólar, no del desarrollo; ausencia de programas de gobierno —nunca supieron los cuatroteros lo que es gobernar—, bastonazos de ciego, impertinencias de mercachifles que sólo ven en el erario un botín.
Lo que hay es una seguridad nacional entregada al Imperio, una seguridad pública con plazas vendidas a los narcotraficantes en toda la República, dinero volcado a quemar los sahumerios en pro del culto a los morenistas encumbrados, pero descastados, un río de dinero despilfarrado en obras que sólo sirvió para magnificar sus torpezas.
Lo que quedó es un Ejecutivo ñoño y desprestigiado, un Poder Legislativo que en seis años actuó sin agenda ni sustancia y sin quitarle ni una coma a los caprichos del dictadorcillo, un Poder Judicial acosado por determinar que han sido inconstitucionales esos atropellos de diputados y senadores de Morena. Gobiernos estatales y municipales endeudados y saqueados por sus mandatarios y sus congresos y cabildos vergonzosos.
Oposición: cascarones subsidiados
Lo único que hay es un Ejército y Armada reconocidos en el extranjero por su alta letalidad contra los inocentes y por ser caravanas y resguardos de la seguridad personal de los capos más sanguinarios. Además, unas fuerzas armadas comprometidas hasta la médula en los negocios turbios de los que se van. Proyectos y campos petroleros subastados.
Lo que hay es una procuración de justicia fallida de una Fiscalía supuestamente autónoma que pide a gritos las intervenciones de comisiones de la verdad y de la memoria histórica que puedan apelar ante tribunales y cortes internacionales que puedan y deban juzgar lo que aquí ocurrió.
Quedan partidos políticos, franquicias familiares de la componenda, cascarones subsidiados por el presupuesto, carentes de votos efectivos e ideas de avance, líderes sindicales y campesinos enriquecidos bestialmente por el Estado, convertidos en enemigos naturales de éste.
Lo que hay son clases medias en el torbellino de las críticas en las matinés palaciegas y en las espirales de la desinformación y la abulia cívica, el pasto seco para cualquier convocatoria de descerebrados y de todo cacerolazo impertinente. Purpurados católicos y pastores de la grey acusados en todos los tonos de pederastas y traficantes de influencias, pendientes de justicia.
Lo que tenemos es una producción paralizada, actividades primarias destruidas por falta de crédito y garantías. Las secundarias industriales y manufactureras, desmotivadas por regresiones impositivas en favor de las terciarias, de consumismo y servicios, premiadas con devoluciones fiscales multimillonarias, con cargo a nuestras contribuciones.
La educación, en manos de quienes buscan ideologizar a niños y jóvenes, preparándolos para el hachazo final: el Socialismo del Siglo XXI… Cuba, Nicaragua, Venezuela style. El campo y la pesca abandonados. Cooperativas y asociaciones de productores, absolutamente ignorados y descobijados.
Sueño de opio. carnaval de la corrupción
Lo que quedó: autoridades corruptas de todo nivel y género, junto con sus hijos y demás familiares, escondidas bajo las faldas de la metralla, estrictamente dedicadas a la rapiña y el boato. Juzgadas de antemano por todo mexicano con dos dedos de frente y dignidad.
Todos los mercenarios del poder dispuestos a dar lástima en las cortes extranjeras.
Todos puestos a pedir perdón y a implorar la protección de los gerifaltes de países ajenos.
¿Poder político? ¿Bases sociales? ¿Fuerzas armadas? ¿Seguridad nacional? ¿Actividades productivas? Y eso, ¿con qué se come? ¿Dónde estaba que nadie lo vio? No nos engañemos: no existe nada. Sólo una claque que cree que lo ha hecho bien. Todo lo demás tendrá que rehacerse, reconstruirse, restaurarse, imaginarse.
Todo fue un sueño de opio. Un carnaval de la corrupción a ritmo de entreguismo, endulzado con música de viento de medios de comunicación y leyendas de “honestidad valiente”, “primero los pobres” y otras tonterías más.
La Cuarta Transformación es un fracaso absoluto que no ha dejado piedra sobre piedra.
Indicios
Se dice no injerencista… sólo cuando le conviene. Cuando los dictadorzuelos centro y sudamericanos reciben la condena de la comunidad internacional, él está en contra. Hace una semana se congratuló de que los comicios en Venezuela se hayan desarrollado en calma. Hoy que el régimen bolivariano de Nicolás Maduro encarcela, hiere y asesina a quienes se han manifestado en contra del fraude electoral, López Obrador guarda silencio. * * * Y por hoy es todo. Reconozco que haya usted leído este Índice Político. Como siempre, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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