Morena mantiene el requisito para elegir funcionarios: 90% de lealtad
Miguel Ángel Rivera viernes 2, Ago 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
No es un asunto exclusivo de Morena, pero sin duda en ese instituto político se puede apreciar con mayor claridad: Para ascender y mantenerse en los altos niveles del gobierno se tiene que cumplir con una cuota muy elevada de absoluta fidelidad al movimiento y a su jefe, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El propio mandatario saliente lo ha dicho y repetido muchas ocasiones durante sus casi seis años al frente del Poder Ejecutivo federal. Los funcionarios deben asegurar un noventa por ciento de lealtad y fidelidad y sólo un diez por ciento de conocimientos o de capacidad previa.
De acuerdo con los nombramientos, que cada jueves ha dado a conocer acerca del equipo que la acompañará el siguiente sexenio, la casi Presidenta Electa, Claudia Sheinbaum Pardo, mantendrá, como muchos otros aspectos, ese sistema de selección de sus colaboradores, la mayoría de los cuales han hecho méritos al lado del cacique de Morena, el Presidente que va de salida, el referido López Obrador.
Un caso ejemplar es el de la actual secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, de muy breve currículo académico, pero con un elevado nivel de lealtad y fidelidad al proyecto de la llamada Cuarta Transformación y, en particular, de su líder y guía el actual inquilino de Palacio Nacional.
Ramírez Anaya no encontró sitio en el llamado Gabinete Legal y ni siquiera en el Gabinete Ampliado, pero se llevó una gran distinción porque le inventaron un cargo para que siga cobrando del presupuesto federal. Será, según anuncio de la próxima Presidenta de la República, coordinadora de Asuntos Intergubernamentales y Participación Social, un cargo que no existe en el actual organigrama del gobierno federal.
“Lety Ramírez, actual secretaria de Educación Pública, compañera del movimiento desde hace muchísimos años; le he pedido a ella y estoy muy contenta de que me haya aceptado ser la coordinadora general de Asuntos Intergubernamentales y Participación Social”, dijo Sheinbaum en otro jueves de “destape”, en el cual dio a conocer, además, a su futuro (en la nómina) secretario particular Carlos Augusto Morales y oficialmente incorporó al ex presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, a quien también le inventó otro cargo, el de coordinador de Política y Gobierno en Presidencia. Trabajará en coordinación con la secretaria de Gobernación.
Es seguro, como dijo la virtual Presidenta Electa, que ella y Ramírez hayan trabajado juntas para el “movimiento”, pero la saliente secretaria de Educación ha estado mucho más vinculada y cercana al jefe de la llamada Cuarta Transformación.
De acuerdo con la información que se conoció junto con los nombramientos, Lety Ramírez, como se refiere a ella la casi Presidenta de la República, es profesora de educación primaria por la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, cargo que obtuvo en 1984, estando al frente de grupo por 12 años en escuelas del poniente de la Ciudad de México. Tiene estudios truncos de Antropología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de Alta Dirección Pública.
Esa profesora de primaria tiene una experiencia de más de 25 años en la administración pública. Estuvo a cargo de la función de directora general de Mesas de Concertación de la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal. Asimismo, fue nombrada coordinadora general de Atención Ciudadana y Gestión Social de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, cargo que le otorgó López Obrador cuando él era jefe de Gobierno de la capital.
En diciembre de 2007, fue designada coordinadora General de Atención Ciudadana y Gestión Social, función que llevó a cabo hasta 2012, y de ese año al 2018 sirvió como asesora de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México.
Desde diciembre de 2018, estuvo al frente de la Dirección General de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República, función en la que, dice la información oficial, se encargó de garantizar un diálogo con la población y vínculo con todas las Dependencias y Entidades Públicas de la Administración Pública Federal.
Dentro de su trayectoria profesional complementaria también destaca su participación en diversos programas de capacitación y actualización, además de que realizó el Programa de Alta Dirección Pública en la Escuela de Administración Pública del Distrito Federal. También tuvo activa participación en el sindicalismo magisterial.
Al hacerse público su nombramiento, Ramírez expresó su agradecimiento por haberla tomado en cuenta para liderar Asuntos Intergubernamentales y Participación Social, el cual asegura es que es un gran honor y conlleva una gran responsabilidad, pero lo más destacado es que expuso en qué consistirá su tarea.
Explicó que su función será trabajar en equipo con el jefe de Oficina de la Presidencia, así como con el secretario técnico para poder dar seguimiento y garantizar el cumplimiento de los compromisos presidenciales, por lo que apoyará a la futura Presidenta en todos los temas relacionados con el funcionamiento de ayuda logística y “sobre todo el contacto con el pueblo, la atención a los ciudadanos”.
No encuentran la forma de disfrazar el “dedazo” en Morena
El actual gerente de Morena y próximo secretario de Educación Pública, en donde relevará a la mencionada profesora Leticia Ramírez, Mario Delgado Carrillo, tiene la difícil tarea de tratar de ocultar el “dedazo” del cacique de Morena a favor de la todavía secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján.
Antes de que se conociera la decisión del inquilino de Palacio Nacional había varios aspirantes a suceder a Delgado Carrillo, entre ellos de manera destacada la actual secretaria general del partido oficial, Citlalli Hernández Mora, quien suponía que el cargo se definiría por prelación, es decir, que ascendería en cuanto el futuro titular de la SEP abandonara su oficina.
A costa de recibir fuertes embates de la oposición y hasta de sus propios compañeros de partido, Hernández Mora ha hecho méritos, pero el cacique “moreno” tiene sus propias formas de conducir al movimiento que creó hace un decenio y por eso en cuanto la joven secretaria de Gobernación levantó la mano, le dio su bendición y con ello, como se dice en su deporte favorito, el beisbol, “para atrás los filders”, es decir, se entendió que la sucesión en el partido oficial estaba más que decidida.
A pesar de que el político de Macuspana disfruta de los poderes metaconstitucionales que tuvieron los dirigentes de su partido original, el PRI, no le gusta que lo señalen como el verdadero poder y el único que decide en las filas de la llamada Cuarta Transformación.
El responsable de encontrar un procedimiento que oculte el “dedazo” es el mencionado gerente de Morena.
Para empezar, Delgado ya hizo a un lado la posibilidad de que la presidencia de Morena se decida mediante las encuestas que tanto aprecian en ese instituto político, procedimiento que, por ejemplo, sirvió para medio ocultar el “dedazo” que favoreció a la ahora virtual Presidenta Electa.
El gerente de Morena informó que será un congreso nacional el que se reúna para dar formalidad a la decisión del líder y guía de Morena, que todavía toma todas las decisiones y lo seguirá por lo menos hasta que se vaya a su finca de Palenque, para un supuesto retiro de toda actividad política.
Delgado indicó que el congreso nacional podría efectuarse el venidero septiembre, para decidir “en unidad” la nueva dirigencia del partido. “Va a ser un Congreso de mucha unidad, de mucha conciencia del momento histórico que estamos viviendo”, agregó.
En otro frente, también el PRI está por renovar su dirigencia nacional, un proceso al que se califica de amañado y de servir de pantalla para la reelección de Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas.
La que al parecer no está de acuerdo en que se trate de un mero engaño es la inesperada candidata que le disputa la presidencia a “Alito”, la diputada Lorena Piñón Rivera, quien dio a conocer que tiene un equipo de especialistas que actualmente le prepara un plan para generar recursos “que se invertirán directamente en el fortalecimiento de nuestras estructuras y en el trabajo comunitario”.
Con “una sólida base financiera, estamos preparados para enfrentar los desafíos del futuro y recuperar la confianza de los mexicanos”, aseguró Piñón.