Venezuela es un ejemplo ¿para bien o para mal? Que decida el gobierno de la 4T
Miguel Ángel Rivera jueves 1, Ago 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
¿Queremos o no ser como Venezuela?
Esto fue lo que se discutió ayer en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Como siempre ocurre en ese órgano legislativo, la mayoría se impuso, por lo que todo indica que seguiremos el mismo rumbo del “chavismo” (régimen impuesto mediante golpe de estado por una corriente militar encabezada por el entonces teniente coronel Hugo Chávez) que se presume socialista y cuyo mayor éxito es que siete millones de ciudadanos huyeron de Venezuela por no estar de acuerdo con sus acciones.
Muchos analistas, en particular los que no comulgan con la llamada Cuarta Transformación, advierten desde hace tiempo que, con los cambios impuestos por el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, vamos por el mismo camino de Venezuela.
Por lo menos por declaraciones, parece que, efectivamente, se quiere imponer a México ese mismo destino.
Por parte del Ejecutivo, el presidente López Obrador se ha negado, como lo hicieron otras naciones latinoamericanas, a exigir que las recientes votaciones presidenciales cumplan con los requisitos de confiabilidad y legalidad para asegurar que los resultados son legítimos.
En consonancia, sus representantes en el Legislativo presumieron ayer en la Comisión Permanente la victoria de sus pares en Venezuela, ahora encabezados por Nicolás Maduro, un activista de organizaciones de izquierda.
El primero en intentar dar validez a la decisión de la llamada Cuarta Transformación de reconocer la victoria de Maduro fue el “gatillero” de Morena, el diputado petista Benjamín Robles Montoya, quien para empezar presumió haber sido observador en las votaciones del domingo anterior en el país sudamericano —lo cual no se permitió a representantes de otros partidos— y, claro, validó los resultados del oficialismo “bolivariano”.
“Al cierre de la campaña y, esto me parece que estamos obligados, como lo ha sostenido el Presidente de la República, senadora presidenta, compañeras y compañeros, a que la posición correcta debe ser como lo ha planteado, inclusive la Cancillería, que se transparente el 100 % (de la votación), porque es el 80, y en ese 80 % el pueblo ha decidido, y Nicolás Maduro ha sido proclamado como vencedor de las elecciones presidenciales en Venezuela”, dijo Robles Montoya contra la corriente generalizada en el resto del mundo en el sentido de que la supuesta victoria de Maduro es producto de un fraude y, por ello, se pide un recuento a cargo de organismos o personas imparciales.
La inmediata réplica vino de parte de la senadora panista Kenia López Rabadán.
“Primero que nada —expresó la legisladora de oposición— decirle al pueblo de México que hoy López Obrador debe demostrar de qué lado de la historia quiere estar, si quiere estar del lado de los autoritarios, si quiere estar del lado de los delincuentes, si quiere estar del lado de los populistas, si quiere estar del lado de quienes son capaces incluso de encarcelar a sus opositores o, si quiere estar del lado democrático.
“Es muy fácil que no se haya pronunciado a favor de María Corina Machado y del presidente electo, en Venezuela, Edmundo González, el Presidente de México que esté en esta tibieza vergonzosa demuestra lo que hemos dicho durante muchos años, lo que quiere hacer el régimen de Morena en México es seguir los pasos del dictador de Venezuela.
“Lo que hoy quieren hacer, señoras y señores de Morena y sus aliados, de cooptar al Poder Judicial y arrodillar a la autoridad electoral es lo que hizo el chavismo en Venezuela. Es una vergüenza histórica, que sí han ido por otros políticos a nivel internacional, ahí está lo que se ha vivido en México y ahora no quieren fijar posición.
“Miren, el régimen de Maduro es tan parecido a lo que quiere hacer López Obrador, que ahora hemos visto cómo tienen subyugado a la autoridad electoral.
“Por cierto, para quienes nos escuchan les comento, en Venezuela hay cinco poderes: El Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial, el Poder Electoral y el Poder Moral. Todos arrodillados al régimen de este dictador que hoy quiere robarle las elecciones a Edmundo González.
“Y el Poder Moral, ¿saben qué es? Es la Fiscalía y la Contraloría, así de absurdos y de incongruentes son, le llaman moral a los que han encarcelado a la oposición”, destacó la senadora panista, cuyo presidente de partido Marko Cortés, fue expulsado como si fuera delincuente por pretender observar la evolución de los comicios venezolanos. Al respecto la legisladora mexicana agregó:
“Cómo no recordar lo que le hicieron a Leopoldo López que lo encarcelaron.
“Cómo no recordar lo que le hicieron a Henrique Capriles, lo intimidaron y lo inhabilitaron.
“Cómo no recordar a este gobierno inhumano de Nicolás Maduro que fue capaz de inhabilitar a María Corina Machado.
“Como no aceptan a la oposición, como no aceptan el debate, como no aceptan una idea distinta a la suya, Nicolás Maduro fue capaz de inhabilitar a una mujer que representa a la oposición.
“Claro, eso mismo quieren hacer aquí, porque si eso quieren hacer entonces se entienden la mediocridad del discurso del Ejecutivo Federal para no fijar una posición clara y pública diciéndole al pueblo venezolano que salió a votar libremente: estamos con ustedes.
La senadora mexicana explicó el por qué de la diferencia entre el 80 por ciento y el 100 por ciento referido por el petista Robles Montoya.
“Es una vergüenza que digan aquí que falta un 20 % de las actas, cuando claramente en las actas que se tienen computadas la oposición ganó por casi el 70 % y Maduro perdió con el 30 % y se tiene que ir, como se tienen que ir los gobiernos que pierden, esa es la verdad.
“Porque si no son demócratas, pues entonces vamos a esperar que ustedes se quieran quedar no sé cuántos años robándose las elecciones. Si es que son demócratas acompañen al pueblo de Venezuela. Si es que reconocen el voto del pueblo acompañen al pueblo de Venezuela que salió a votar.
“Hoy, y concluyo diciéndole desde aquí a las y los venezolanos libres, que salieron a votar, estamos con ustedes, el Partido Acción Nacional está con ustedes porque sabemos que la verdad está del lado de una mujer extraordinaria María Corina Machado y del presidente electo Edmundo González”.
En seguida, ante la gritería de los legisladores oficialistas y los apresuramientos de la presidenta de la Cámara, la también “morena” Ana Lilia Rivera, López Rabadán sentenció:
“Si López Obrador quiere estar del lado de los dictadores, que ahí se ponga”.
Por la mayoría de Morena, la diputada María Guadalupe Chavira De La Rosa trató de enmendar la situación al sostener que “es un falso debate el que se ha venido en esta tribuna a querer colocar, sin duda… el Presidente de la República ha actuado con responsabilidad, porque el concierto de las naciones así lo requiere.
“Porque nosotros no vamos a simular como lo hizo, en su momento, Vicente Fox que, por cierto, fue expulsado porque resulta que quiso ir a hacer un ejercicio democrático, cuando él siempre ha estado en una condición de entreguismo y de arrodillarse frente a los intereses de la derecha; de la derecha internacional, de la derecha complaciente”.
En respuesta, la ex priista secretaria de Relaciones Exteriores y ahora representante de MC, Claudia Ruiz Massieu, volvió a poner las cosas en su lugar:
“Una vez más, la mayoría oficial impone a esta Honorable Asamblea una tramposa temática para la deliberación, con el propósito de seguir repitiendo hasta el cansancio las mismas consignas vacías.
“Una vez más, la mayoría oficial pretende interpretar caprichosamente nuestros principios constitucionales de política exterior con base en las afinidades políticas del partido en el gobierno.
“En esta ocasión, el oficialismo pretende calificar de intervencionismo el eco internacional de una legítima exigencia social que se garantice la legalidad, la certidumbre y la transparencia de los comicios celebrados en Venezuela…
“¿Quiénes están del lado de la democracia? Los regímenes democráticos, liberales, sin importar la ideología de los partidos que encabezan sus gobiernos.
“En ese contexto, el gobierno de México prefiere guardar silencio y justificar su indiferencia con base en una lectura caprichosa del texto constitucional que contradice justamente la actuación del Ejecutivo Federal ante las crisis políticas en Bolivia o Perú hace algunos meses y años”.