Nerviosismo en las mañaneras
Armando Ríos Ruiz miércoles 31, Jul 2024Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
La captura de “El Mayo” Zambada tomó por sorpresa, desprevenido y como si jamás lo hubiera esperado, al gobierno de México, que se ha mostrado titubeante y desinformado de los hechos, de los cuales se ha especulado mucho. Primero, porque la primera versión fue en el sentido de que había sido capturado a punto de ir a inspeccionar un aeródromo clandestino, propiedad del Cártel de Sinaloa. Después se dijo que había sido entregado a las autoridades de Estados Unidos, traicionado por uno de los “Chapitos”.
De hecho, nadie lo esperaba porque durante más de 50 años mostró siempre un perfil bajo y se condujo con mucha inteligencia. Compró voluntades en México, de todas las corporaciones policíacas y de los más altos jerarcas de la política mexicana. Pero también lo hizo con investigadores de la DEA, de acuerdo con lo que ha trascendido. Su modo de ser, diferente a todos los de ese gremio, se extendió a lo largo de su reinado desde la sierra de Sinaloa.
También se ha dicho que era bastante ajeno a la violencia, aunque alguna que otra vez tuvo que emplearla dada su actividad, actitud que mantuvo además frente a los “Chapitos”, a quienes rehuyó muchas veces para evitar conflictos internos que pudieran derivar en hechos lamentables que afectaran seriamente la estabilidad del gremio de narcotraficantes más importante de México y del mundo.
Hace muchos años, alguien cuyo nombre no recuerdo, me platicó que instruyó a “El Chapo” Guzmán para que se reuniera en Guerrero con los capos más importantes de esa entidad y de Michoacán, en tiempos en que existía la organización denominada Caballeros Templarios, dirigida por Servando Gómez Martínez, conocido como “La Tuta”, que operaba en esta entidad y principalmente, en el territorio vecino.
Después de arreglar sus asuntos, como delimitar espacios y respetar todas las condiciones para evitar los enfrentamientos y asesinatos entre ellos mismos, “El Chapo” les propuso, además, acabar con todos los delitos adyacentes, como la renta de piso, el robo de automóviles, la piratería, la prostitución y muchos otros, “porque nosotros somos narcotraficantes”. “La Tuta” le dijo que proponía eso porque “ellos tenían mucho dinero y nosotros no”. El acuerdo se rompió.
Si lo anterior no es producto de la imaginación, demuestra su disposición de respeto a sus semejantes y su condición de respetar asimismo la vida. También sus alcances de conciliador y otros dones que le permitieron vivir sin ser perseguido y detenido para llevarlo a una cárcel. Con motivo de su captura han emergido a la luz pública algunas virtudes dentro de una vida dedicada al delito.
El Presidente manifestó en una mañanera, totalmente ignorante de los hechos, que desconocía si lo habían detenido aquí y, en suma, que no sabía a ciencia cierta lo que había ocurrido. Inclusive se comprometió a solicitar información, porque el gobierno del norte no lo tomó en cuenta para nada, de esta detención tan importante.
Pero se nota que aún no le informan nada. Cuando es requerido en sus mañaneras por los periodistas, da palos de ciego y se muestra fuera de razón. Ha solicitado ayuda a su flamante secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, quien no está para demostrar siquiera que sabe de cuestiones de periodismo, su carrera. Menos para mostrar sus dotes de investigadora policiaca.
La ha puesto a hacer el ridículo y a comprometerse a hacer cosas tan absurdas, como “informar absolutamente con la verdad.” Sin embargo, esa no está en México y en donde se encuentra, las autoridades se niegan a informarla, lo que refuerza la hipótesis de que las autoridades de Estados Unidos, no tienen la mínima confianza a nuestro Presidente.
Seguramente los titubeos que se observan en las mañaneras obedecen a lo que “El Mayo” dirá en sus declaraciones, que versarán sobre diversos temas y entre los más preocupantes, el financiamiento a las campañas. Según Anabel Hernández, la Presidenta Electa resultará también muy embarrada.