El panismo en riesgo
Ramón Zurita Sahagún viernes 26, Jul 2024De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si existe un partido político en México que se toma en serio sus diferencias es Acción Nacional, organismo que vive hoy otra de sus batallas internas.
Varias veces se han producido divisiones al interior del partido como aquella que impidió que el partido blanquiazul compitiera en la elección presidencial de 1976 o la de finales de la década de los 80, cuando un candidato presidencial (José González Torres) y otros prominentes panistas renunciaron al organismo político.
Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto la fracción panista en el Senado se resquebrajó por la elección de Ernesto Cordero como presidente de la mesa directiva y le fue quitada la coordinación.
El panismo busca un nuevo liderazgo que venga a suplir las carencias del actual dirigente nacional, Marko Cortés, un sujeto de voz tipluda que dejará la sensación de ser uno de los peores dirigentes nacionales de este partido que se significaba por la capacidad de su presidente.
El eventual liderazgo del michoacano Cortés se encuentra sumamente distante de personajes que marcaron la senda del panismo a través de 85 años. Personajes como José Ángel Conchello, Abel Vicencio Tovar, Efraín González Morfín, Adolfo Christlielb y los fundadores Manuel Gómez Morín y Guillermo Gutiérrez Lascuráin, sentaron las diferencias entre un partido de oposición y otro palero o sin rumbo.
La disputa por la presidencia del partido en la que tres personajes buscan encabezar a su partido por los siguiente cuatro años se encona cada vez, cuando se establece la inequidad de la competencia.
Damián Zepeda, Jorge Romero y Adriana Dávila compiten por asumir un liderazgo que pueda reconvertir al partido y devolverle la energía perdida. Lo hacen bajo una misma premisa: no permitir mayores alianzas con otros partidos, con excepción del Congreso donde convergen que la oposición debe hacer frente común.
Las alianzas presidenciales del PAN no le han ofrecido buenos dividendos, con excepción de la que hicieron con el Verde en 2000 y ganaron la Presidencia de la República. En 2018 se aliaron con perredistas y emecistas y cayeron, lo mismo sucedió en 2024 con perredistas y priistas.
Doce años y tres elecciones presidenciales han pasado en las que el panismo no ha podido recuperar la presidencia de la República y como el PRI se aleja de las preferencias electorales. Cada uno de los aspirantes ofrece un panorama alentador, aunque, tal vez, no viable, pero si atractivo para los electores que deben convencer.
El panismo designará a su nuevo dirigente nacional mediante un sistema de elección entre ellos mismos, la parte de los elegidos y no de la militancia como promueve uno de los candidatos que requiere mínimamente de ello, ante la negativa para que se abra la elección de manera universal.
Damián Zepeda ya presidió el partido por unos meses en ausencia de su protector Ricardo Anaya, quien fracasó como candidato presidencial y ahora retorna como senador. Zepeda y Marko Cortés son herencias de Anaya y se duda que pueda ser electo dirigente del partido, a pesar de su enjundia.
Jorge Romero es señalado como eje central de la creación del cártel inmobiliario y como tal se afirma que es un flan para Morena que en caso de conseguir la presidencia lo hará pasto de sus investigaciones. Diputado federal electo y en funciones, el fuero no sería impedimento, ya que la mayoría calificada lo pondría en la guillotina.
Adriana Dávila es una panista enjundiosa con buena oratoria y conocimientos internos del partido que busca los canales para asumir funciones de liderazgo, pero la misoginia que priva en este partido le ha impedido la presidencia del partido, así como el gobierno de Tlaxcala por el que ha competido dos veces. Las cartas están sobre la mesa y la pregunta es ¿Quién de los tres será el favorecido?
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Zoé Robledo seguirá como director del IMSS, anunció la virtual Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, quien dejó pendientes los nombramientos de los directores de Pemex, CFE, Infonavit, ISSSTE y otras más.