Veracruz ¿el próximo?
¬ Augusto Corro miércoles 17, Ago 2011Punto por punto
Augusto Corro
Secuestros, levantamientos, ejecuciones y enfrentamientos armados tienen al estado de Veracruz sumido en la angustia, el miedo y el terror.
En sus principales ciudades y en el resto de su territorio, la delincuencia organizada actúa violentamente y crece, incontenible, la espiral de violencia.
Veracruz es señalado como la entidad donde más acciones criminales se realizan contra los indocumentados que viajan por “La Ruta de la Muerte”, rumbo a Estados Unidos.
Así, un número indeterminado de extranjeros que se atreven a pisar suelo mexicano es objeto de extorsiones, secuestros, asesinatos e inhumaciones clandestinas por grupos de delincuentes identificados como “Los Zetas”, los miembros del cártel del Golfo, las propias autoridades de Migración o policías de los diferentes niveles.
En ese renglón, a pesar de las nuevas leyes migratorias, las injusticias siguen vigentes contra los indocumentados. Subirse a “La Bestia”, el tren que corre por Veracruz, es como si se consiguiera un pasaporte al más allá.
Los periodistas también se encuentran entre las víctimas del crimen organizado en aquella entidad.
En lo que va del año, por lo menos cuatro comunicadores perecieron a mano de los sicarios de los cárteles de la droga. En julio, el columnista Miguel Angel López Velasco, su esposa y su hijo fueron asesinados, mientras dormían, en su domicilio.
En junio, la reportera Yolanda Ordaz de la Cruz fue decapitada.
En ninguno de los casos, el gobierno veracruzano, encabezado por Javier Duarte, tiene idea de quiénes son los asesinos. Es evidente la ineptitud del procurador Reynaldo Escobar, quien lanza acusaciones contra las víctimas, sin fundamento alguno.
Dijo, sin probarlo, que Ordaz de la Cruz estaba relacionada con la delincuencia.
A esos crímenes contra los periodistas se deben sumar aquellos registrados contra investigadores universitarios, como es el caso de José Luis Martínez Aguilar.
Y en estos días, la sociedad veracruzana contempla, angustiada, hechos violentos en los que civiles son alcanzados por las granadas explosivas que arrojan los delincuentes en sus combates contra la fuerza pública que los persigue.
Tal ocurrió en Plaza Acuario en Veracruz. Una persona murió y tres más (dos menores) resultaron heridas al estallar una granada.
Y como si lo anterior no fuera suficiente, el 1 de agosto fueron levantados tres oficiales de la Secretaría de Marina (Semar) en un hecho, y posteriormente, el 8 del presente mes, una cadete de la escuela naval también corrió la misma suerte.
Como señalamos arriba, la espiral de la violencia crece incontenible. Por lo mismo preguntamos si Veracruz correrá la misma suerte que Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Coahuila, Morelos, Nayarit y Colima.
En esos estados el crimen organizado encuentra en la ineptitud de los gobernadores a su mejor aliado. Claro, la corrupción y la impunidad también desarrollan un papel importante. Como resultado de tantos errores, la ingobernabilidad se deja sentir en diferentes regiones del país. Monterrey es una de ellas.
UNIDAD, PALABRA VALIOSA
En los partidos políticos PAN, PRD y PRI la palabra unidad les representa el más valioso de los tesoros. Sobre ella trabajan incansablemente, a pesar de lo difícil que será superar sus intereses personales o de grupo para acceder a ella: a la unidad.
Por ejemplo, en el PAN, la cúpula del poder protagoniza un jaloneo del chongo que amenaza con crecer y hacer más profundas las divisiones. Para nadie es extraño que Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox revivan un pleito que empezaron desde el sexenio pasado.
Calderón se rebeló ante el entonces presidente Fox y gracias a ello pudo lograr la candidatura de su partido a la Presidencia de la República.
Fox, morado de coraje, aceptó lo irremediable. El tenía a su delfín, el controvertido Santiago Creel, para continuar en el poder. No pudo.
La historia vuelve a repetirse, aunque los papeles se encuentran cambiados. Calderón tiene el poder absoluto y Fox apenas si sobrevive en su centro-restaurante en San Cristóbal, Guanajuato, a donde llegó Creel y varios cuates a pedirle ayuda.
Conocedor de la política a la mexicana, Fox empezó a mover las aguas y lanzó varios discursos que sacudieron los cimientos del partido azul, como fueron los elogios a los priístas y la verdad sobre el rezago del PAN en lo que se refiere a precandidatos a la Presidencia de la Republica.
El hecho es simple: Fox apoya a Creel y Calderón se encuentra en la incertidumbre. Para empezar arropa a Ernesto Cordero, su delfín, que por más lucha que le hace no crece. En eso estriba el pleito. Y si no es Cordero, Calderón cuenta con Josefina Vázquez Mota, pero Creel, a pesar de que encabeza la lista de panistas mejor posicionados, no llegará a Los Pinos.
Sin lugar a dudas, la palabra unidad también sufrirá algunos raspones. En el caso de la izquierda mexicana, también la palabra unidad vale oro.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Marcelo Ebrard Casaubón (MEC), saben que de la unidad depende que la izquierda realice un buen papel en las próximas elecciones presidenciales.
Será un asunto muy complejo, porque desde la cúpula del poder perredista, AMLO ha sufrido traiciones. El mismo lo reconoció en la última entrevista. Además, todo mundo sabe, que la unidad no es lo fuerte en el partido del sol azteca.
Las tribus que merodean en esa organización política luchan por no perder sus negocios y en el manejo de sus intereses afectarán al partido. Para empezar, el cascarón que dejaron los “chuchos” es donde se apoya Ebrard. Y los “chuchos” son aquellos que le metieron la puñalada trapera a AMLO. ¿Unidad en el PRD? Ni en sueños.
En el PRI, la situación es diferente. Los priístas saben que la falta de unidad los llevó a perder Los Pinos. Los tricolores enriquecieron su experiencia y será muy difícil que la ignoren, la hagan a un lado o la olviden.