Kamala, gran expectativa
Armando Ríos Ruiz miércoles 24, Jul 2024Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Donald Trump no es más que un político improvisado, sin ninguna experiencia en esas lides, que inventa métodos en el poder para salir del paso y utiliza en todo momento el ataque y el denuesto como armas sustitutas de la razón. Recuerda mucho al Presidente mexicano que, imposibilitado para resolver con inteligencia los asuntos que aquejan a los mexicanos, impone por la fuerza sus supuestas soluciones que sólo empeoran las situaciones graves.
Se parecen en eso. Pero el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, por segunda vez, se sabe con ventaja por el inmenso poder que provee el país más poderoso del mundo y aunque ha dicho que el de México le cae bien, no tiene ningún empacho en exhibirlo cuando le da la gana, como cuando dijo que lo dobló con el caso de los migrantes. Lo utiliza pues como quiere, ante la complacencia que eso le produce a nuestro dizque líder.
Éste presume que es su amigo, cuando cualquiera sabe que nuestros buenos vecinos —como bautizó el periodista Mario Gil al vecino del norte en su histórico libro—, “no tienen amigos. Tienen intereses, aclaración que hizo John Foster Dulles cuando fungió como vicepresidente de Dwight D. Eisenhower. Aunque otros mandatarios de otros países hicieron la misma afirmación.
No hay momento en que Trump no anteponga sus insultos. sus denuestos. Su exacerbada misoginia y más hoy que, para su mala suerte, Joe Biden decidió abandonar su intención de repetir en la presidencia, obligado por su edad, ante quien sentía estar por encima o con el triunfo en la bolsa. Pero las cosas dieron un vuelco ya esperado, que cambia el panorama, ante la casi absoluta posibilidad de que la sustituta sea Kamala Harris, la vicepresidenta.
La ex fiscal de distrito de San Francisco y luego fiscal general de California no es ninguna improvisada. Ha dado muestras, desde antes de ocupar el actual cargo, de poseer un carácter bien definido y decidido. En esta función fue implacable con la delincuencia e inclusive y para beneplácito de nuestro México lindo y querido, persiguió con verdadero denuedo las hordas de narcotraficantes que solían incursionar en ese territorio.
Cuando se conoció su posible candidatura, verdaderos pesos pesados se mostraron complacidos y apoyaron la decisión, ante una oportunidad que parecía remota. Muchos habían esparcido la idea de que estaba fuera de combate porque en la vicepresidencia apenas fue notoria. Eran opiniones que desdeñaban su potencial arribo y celebraban que Biden se sostuviera en su intento.
Mientras, Trump ha utilizado la mínima oportunidad para denostarla por su ascendencia jamaiquina e india, apoyado por su equipo en la búsqueda de frases ingeniosas que muestren el mejor denuesto y hasta la burla de sus simpatizantes, llamándola con insistencia “desagradable”. Los ataques llenos de veneno se han multiplicado y ante ellos, la sin duda candidata ha visto necesidad en responder.
En su primer acto de campaña en Milwaukee, en el estado de Wisconsin, arremetió contra el ex presidente y hoy candidato: “Sé bien cómo son los de su calaña. Una frase cortísima que significa el anticipo de un despliegue de muchas, que seguramente pondrán en el lugar que realmente corresponde al magnate empresario, hoy en un camino diferente y en el ocaso de su vida.
Por cierto, hay un amplísimo sector que cree que “en asuntos de racismo y género, Trump siempre ha creído que dar rienda suelta a sus instintos ha mejorado su marca política. Pero al igual que la actitud de la población hacia el racismo ha cambiado y amenaza con convertir al presidente y su simpatía por la Confederación en una reliquia viviente, también son anacrónicas sus ideas sobre las mujeres estadounidenses, sobre todo las de los suburbios.”
Sus asesores quizá deberían aconsejarle cambiar el discurso y pensar en otro muy diferente que abarque mejor contenido a sus propuestas. La segunda mujer contrincante en su carrera, podría resultar muy diferente a la primera.