Elecciones en Morena, una mascarada
Eleazar Flores martes 16, Jul 2024Espacio Electoral
Eleazar Flores
TODO BAJO CONTROL-. En un país y en un partido donde ni se agrega ni se quita una sola coma sin la voluntad del SUPREMO, como el intelectual Guillermo Sheridan identifica al padre de la Cuarta Transformación, resulta creíble la FÉRREA DISCIPLINA de militantes guindas hacia su guía.
Esto, luego de anunciarse la inminente renovación de la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional, cuya etapa estelar vive a escasos diez o un poco más de años de su fundación y que ahora manda en casi un ochenta por ciento de la población, por medio del gobierno federal, los estatales y cientos de municipales, lo que ningún partido tiene.
PRESIDENTE Y ASPIRANTES-. El tema de la renovación de la dirigencia nacional de Morena se centra en conocer a la persona que sucederá al actual presidente MARIO DELGADO, futuro secretario de Educación Pública, donde, pesos más pesos menos, manejará para el inminente 2025 casi UN BILLÓN de pesos entre sueldos, prestaciones y demás de millón y medio de docentes, aproximadamente.
Sólo para no olvidar, este fue el único medio que anticipó el nombramiento del titular de la SEP en el gobierno de la científica, unas dos o tres semanas antes, pero superando ese adelanto, ahora hay que dar casi por hecho otro más, el de su sucesora, en la persona de la actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, con un ciento por ciento de lealtad, lo demás importa poco.
A UN LADO-. Tan pronto se supo del nombramiento de Delgado Carrillo como titular de la SEP, de inmediato se apuntó para sucederlo la secretaria general del partido, Citlalli Hernández, quien venía cumpliendo con eficiencia sus tareas proselitistas, así fuera que los recursos del instituto político los manejara una sola persona, don Mario.
Un día después -previa consulta a la cúpula que obviamente se negará-, en una entrevista periodística la aún titular de la Segob, Luisa María Alcalde, dejó entrever su interés por llegar a la presidencia de Morena, instituto que ciertamente se vieron nacer y donde ella ha crecido con todo el apoyo del comandante guinda en jefe.
Ese esbozo de la encargada de la POLÍTICA INTERIOR fue más que suficiente para que, casi en automático, la secretaria general del partido Citlalli Hernández se hiciera a un lado y por medio de entrevistas periodísticas declarara palabras más palabras menos, que se uniría a la candidatura de Luisa María Alcalde… y adiós competencia interna.
Lo peor de todo para la democracia guinda y una muestra más del control total de Morena y sus cabecitas, es que hay un sólo poder, el de quien dejará el cargo en dos meses y medio, tal como sucedió cuando surgieron las casi olvidadas “CORCHOLATAS”, quedando únicamente la PREFERIDA DEL DESTAPADOR.