Oposición cero
Freddy Sánchez jueves 11, Jul 2024Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Tiempos de definiciones, cierre de ciclos y búsqueda de nuevos horizontes.
Todo ello, en medio de nubarrones, a causa de un clima que presagia tormenta y múltiples pérdidas materiales.
Algo por el estilo se prevé en torno a la recomposición de los partidos de oposición en México.
Lo que resulta aparentemente inevitable con la secuela de que el partido en el poder en la actualidad, con una fuerza política como en sus tiempos de supremacía la tuvo el PRI, si no hay opositores que lo dificulten, podrá hacer y deshacer a su antojo de la vida nacional.
En este contexto, existe una tendencia de los partidarios “consolidados” de Morena que por lo visto piensan que lo que venga será bueno para el bienestar colectivo como lo fueron los programas sociales para sus beneficiarios.
Y en contraposición de este criterio está el disentimiento de los que temen que, sin opositores al frente, el gobierno de Claudia Sheinbaum pasará por encima de los intereses de quienes simple y llanamente no se sometan a los cambios que se quieran realizar para lo que será el “segundo piso de la 4T”.
En ese sentido es que algunos avizoran el virtual resquebrajamiento de la oposición como resultado de dos grandes posibilidades: la desunión interna y la emigración de distintos grupos hacia el partido en el gobierno.
Y es que en opinión de algunos analistas no son tiempos de políticos de firmes convicciones para la auténtica defensa de los valores democráticos, desvirtuados por afanes acomodaticios y la mezquindad de los que “abandonan el barco antes de que se hunda”.
Algo de lo que ya se han dado claras muestras con el creciente arribo de los otrora adversarios de Morena convertidos actualmente en súbditos con privilegios, aunque unos más que otros.
Un “descarada mudanza” primordialmente ligada a ex priistas en notoria separación de su líder Alejandro Moreno y su aparente séquito de preferidos.
La misma o parecida historia vive Acción Nacional, donde los “vientos de cambio” pueden profundizar las divisiones si no impera la prudencia ni predomina la convicción de ser un verdadero partido de oposición que mantenga sus ideales con las adecuaciones acordes a los nuevos tiempos, pero sin “ponerse a la venta” con tal de conservar privilegios de distinta índole.
Al respecto, cabe señalar que debido al resultado electoral del pasado 2 de junio ser oposición en México prácticamente es el equivalente a “colocar la cabeza en la horca” con el temor a que en cualquier momento venga una ejecución.
Así las cosas, es de imaginarse que los políticos opositores al presente régimen tendrán que ser firmes para no doblegarse ante las presiones ni tampoco cambiar de camiseta y de pensamiento esperando recibir lo que les quieran dar.
Porque eso podría llevarnos en México a tener una oposición cero.