Claudia toma las riendas de México
¬ Francisco Reynoso jueves 11, Jul 2024Triple Erre
Francisco Reynoso
Como pintan las cosas, nos equivocamos quienes supusimos que Claudia Sheinbaum sería manejada como pelele, por ya saben quién, desde su rancho en Palenque.
La señora Presidenta no tiene la intención de romper con su maestro y guía moral, pero tampoco permitir eso de que: “La Presidenta vive en Palacio Nacional y quien manda… en Chiapas”.
Evidentemente, a 50 días de que jure cumplir y hacer cumplir la Constitución y la diputada presidenta —seguramente Ifigenia Martínez— le coloque la banda presidencial, la señora presidenta ya tomó las riendas del país.
Andrés Manuel López Obrador sigue en las mañaneras, en la pachanga, “en la hueva”, dice algunos de los muchos ujieres que lo atienden en la residencia presidencial. Muchas cosas, por supuesto, las decide él y sus deseos los convierte en ley que debe aplicarse a güigüi. Empero el diseño del nuevo gobierno, el proyecto de país que quiere construir, lo traza la señora presidenta con sus asesores y sus colaboradores más cercanos, algunos de los cuales —ojo con esto— todavía no aparecen en escena.
En los últimos días, las actividades de Claudia Sheinbaum han sido las notas sobresalientes en todos los medios de comunicación. Las del López ya no, como antes, marcan la agenda del día. Y cada vez hay menos invitados a las mañaneras en Palacio Nacional. Creo que el único leal ciento por ciento, que se mantendrá firme hasta el último día, es Carlitos Pozos, “Lord molécula”.
Prueba de que paulatina pero inexorablemente se empieza a aplicar aquello de “muera el rey… viva el rey”, es la respuesta que dieron López Obrador y Claudia Sheinbaum a la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En el Encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia, la ministra Norma Piña invitó a los dos presidentes de la República a dialogar sobre la reforma al Poder Judicial. Y tanto López como Sheinbaum la mandaron por el tubo del drenaje.
“¿Yo ya qué..?, expresó López Obrador. Y la señora presidenta fue terminante, cortante, aplastante. En su momento —lamentó— se hizo como que la virgen le hablaba… Ahora el asunto ya está en manos del Poder Legislativo, que vaya con ellos, dijo.
Y de las dos respuestas la de Claudia Sheinbaum ocupó un lugar de mayor preponderancia en la opinión pública.
El martes, la señora Presidenta acudió a la reunión de la International Monetary Conference y ante los machuchones del dinero, ante los ricos que le provocan urticaria a López Obrador, anunció la creación del consejo asesor para el desarrollo regional y la relocalización de empresas. Y destapó como su titular a la empresaria milloneta Altagracia Gómez.
En la reunión estuvo Marcelo Ebrard, próximo secretario de Economía, quien festejó con cuetes y globos que empresarios mexicanos y extranjeros planean invertir en México, en el arranque del segundo sexenio de la 4T, 42 mil millones de dólares.
El clima de confianza de los machuchones del billete es extraordinario —destacó el “carnal” Marcelo— tanto que en 2025 se meterá el acelerador en la construcción de 75 de los 100 parques industriales que se contemplan en el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Es claro que los inversionistas, entre ellos los 100 banqueros que asistieron a la International Monetary, tienen desconfianza hacia la reforma del Poder Judicial. Sin embargo, es mayor la confianza que les inspira la señora presidenta de que habrá reglas claras y, sobre todo, juego limpio en la relación del gobierno y la iniciativa privada.
López Obrador trató mal a los ricos de México, a los dueños del billete. Tuvo sus consentidos, sus cuates, sus amigos, sus preferidos. Pero son unos cuantos. A la mayoría les echó encima a Raquel Buenrostro y sus implacables del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Y lo que más gordo les cayó a los empresarios fue que se sacara al Ejército Mexicano para convertirlo en constructor de trenes y aeropuertos y en administradores de aduanas y distribuidores de medicamentos.
Es muy significativo que la señora presidenta no haya presentado a los próximos secretarios de la Defensa Nacional y Marina. No hay duda que le está midiendo el agua a los camotes para que en su esquema de inversiones en infraestructura la acompañe la iniciativa privada, los inversionistas mexicanos y extranjeros, y no los soldados ni los marinos.
La señora presidenta, así las cosas, no tiene ninguna intención de pintar su raya con Andrés Manuel López Obrador… sería pintar la raya con el pueblo. Pero está tomando las riendas del país con cuidado, sin darle caballazos al viejo líder, pero con mucha firmeza y, lo mejor, con rumbo perfectamente definido.
La verdad es la verdad
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