Liderazgo en picada
Carlos Ramos Padilla miércoles 10, Jul 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Estados Unidos está con un serio problema de liderazgo y gobierno. Las ofertas políticas Biden/Trump han dejado desamparado a un pueblo que tendrá que elegir lo poco que les queda para llegar a la Casa Blanca.
En un debate público en Atlanta, que los enfrentó a bajezas y no a tratar eventos clave para la superpotencia, Biden se desmoronó, pero Trump no convenció. 49 puntos lleva de ventaja el multimillonario al presidente estadounidense que acumula 43.
De persistir la idea de mantener a Biden como aspirante, los más conservadores estiman que el republicano Donald ganaría las elecciones el 5 de noviembre.
La mancuerna Biden/Harris no ha dejado una grata aceptación, incluso Kamala ha tenido que pagar los costos de una administración tibia, por decir lo menos.
Así que hay apostadores que enfilan su disposición a apoyar a una mujer extremadamente culta, políticamente preparada, con biografía íntegra y excelentes discursos: Michelle Obama. Una mujer que en alguna ocasión señaló con ironía que durante la presidencia de Barack históricamente dos niñas negras (sus hijas) habían vivido en una casa blanca.
Es decir, la barrera racial se desplomó con la figura de los Obama y se dio oportunidad y pasó a un nuevo entendimiento en el tejido social. Michelle conserva 22 millones de seguidores en la plataforma “X” en las redes sociales y su carisma y popularidad se incrementan.
El triunfo de Obama sobre Trump sería arrollador. Esto contrarresta incluso a la deteriorada imagen del presidente Biden que no solamente carga con sus 81 años de edad sino la tarea de gobernar cuatro años más con los reflejos toda vez más lentos y una evidente pérdida de control mental y ante situaciones de peligro como la insistencia de Putin de continuar bombardeando a Ucrania y enviando buques de guerra a Cuba y Venezuela, el aumento de una migración fuera de control, el uso exponencial de drogas y el conflicto bélico en Gaza.
Jill Biden, la esposa del mandatario, es quien insiste en mantener la aspiración de reelección de Joe. El calendario presiona y las decisiones deben ser determinantes.
De aceptarse un drástico cambio en la nominación demócrata tendría que ser entre el 19 y 22 de agosto al celebrarse la Convención del partido en Chicago. Una de las argumentaciones más sólidas de Biden contra Trump, es que éste alentó y destinó el agresivo ataque al Capitolio además de nombrar magistrados en la Suprema Corte que avalan la inmunidad al magnate.
De igual forma, los delitos cometidos por Trump generan heridas evidentes entre los votantes que respetan aún la integridad familiar y el decoro de las mujeres. Trump, adicional a acusar a los mexicanos como violentos y violadores, insiste en que de llegar a la silla presidencial ordenará acciones armadas contra carteles mexicanos en nuestro territorio acusándolos de terroristas. En eso no ha dado un paso atrás y colocaría en evidentes confrontaciones a las dos gobiernos (México/USA).
Gran parte de la comunidad estadounidense reconoce que Biden no ha permitido que los conflictos bélicos en el mundo se desborden, algunos lo marcan como debilidad, pero por el otro lado asumen que con Trump la alerta de guerra permanecerá latente con el desequilibrio político/económico que representa.
Así que el enemigo está en casa, se llama indecisión y es que hasta ahora, y para muchos, ésta es la peor competencia presidencial de Estados Unidos en su historia.