Los panistas, reducidos a un “grupito de exquisitos”
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 8, Jul 2024Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- A Marko Cortés lo mueven los acuerdos oscuros
Con 12 años como partido en el poder y 73 más como principal opositor a los partidos que han gobernado el país, llámense PRI y Morena, los panistas desde su origen han sido identificados con grupos poblacionales conocidas como “minorías excelentes”, donde principalmente se ubican los empresarios, los representantes de la Iglesia católica, clases medias altas y a todos ellos sus adversarios los han tildado de conservadores y con ese calificativo es como llegaron al proceso electoral de 2024.
Desde 1939, cuando se funda el Partido de Acción Nacional (PAN), los panistas conservaron un estatus político en nuestro sistema partidista, lo mismo han gobernado el país, con Vicente Fox y Felipe Caderón, pero también han tenido presencia estatal y sus triunfos electorales básicamente empiezan a darse en cascada cuando por primera vez obtienen un triunfo para el cargo de gobernador. Ernesto Ruffo Appel gana en Baja California, donde gobierna de 1989 a 1995.
Aunque el PAN inicia su presencia política con liderazgos locales, sobre todo en la parte norte de la República, donde sus dirigentes naciones van surgiendo a partir de la ocupación de presidencias municipales y diputaciones locales, no es hasta la llegada de Ruffo Appel al gobierno de Baja California cuando el PAN se empieza convertir como opción u alternativa de gobierno y poco a poco van abriendo camino rumbo a la silla del águila, misma que ocuparon del año 2000 al 2012.
Figuras como Manuel Gómez Morín, fundador del PAN, y luego Manuel J. Clouthier del Rincón, Diego Fernández de Cevallos, Carlos Castillo Peraza y Juan José Rodríguez Prats, dieron sonadas batallas discursivas en la tribuna pública contra representantes del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional y por esa razón los panistas tradicionales y muchos de los llamados neopanistas hoy en día siguen sin entender la política de alianzas que los azules fueron tejiendo durante los últimos años, una política que incluía a lo más rancio del priismo y donde los dirigentes tricolores, la mayoría, llegaban a esa alianza con un profundo hedor a corrupción.
Es cierto, el panismo de hoy, sus dirigentes se caracterizan por su relativa juventud, muchos de ellos son considerados como neopanistas, pero ese calificativo dista mucho de lo que antes se conocía como grupo de minorías de excelentes y hoy si acaso se le puede llamar como una minoría de exquisitos, donde por supuesto está incluido el dirigente nacional del panismo Marko Cortés Mendoza y sin duda alguna al actual líder del grupo parlamentario de ese partido en la cámara de diputados, Jorge Romero Herrera, quienes en su neopanismo olvidaron las históricas luchas de sus antecesores.
LAS CARTAS HABLAN.– La tecnocracia que condujo al PRI a una de sus peores etapas en la vida política y de gobernanza de la nación, parece ser el mismo hilo conductor que puede llevar al PAN a peores momentos electorales y resultados aún más catastróficos de los obtenidos en el proceso electoral del pasado 2 de junio del año en curso.
Es cierto, el panismo sigue conservando su condición de segunda fuerza electoral, pero en la Ciudad de México perdieron bastiones importantes como Álvaro Obregón y a nivel estatal lo más sonado fue su derrota en Yucatán, en tanto que en el congreso federal tendrá unas bancas muy, pero muy, disminuidas, casi a nivel presencial.
VA MI RESTO.– El actual dirigente nacional del PAN proviene de esa camada de jóvenes que iniciaron su formación política en los años de los ochenta, ese movimiento juvenil que por primera vez tuvo una participación política al lado de personajes como Manuel J. Clouthier, grupo que muy pronto se apoderó de gubernaturas, senadurías, diputaciones federales y locales, y muchas presidencias municipales, pero algo salió mal.
De origen y tradición identificados como un grupo de minorías excelentes muy pronto los neopanistas convirtieron a su partido en un grupo de amigos de Marko Cortés, un grupo que hizo a un lado los estatutos e ideario panistas y los cambios por acuerdos oscuros como los que en su momento hizo públicos el oriundo de Michoacán, en los que, en hipotéticos triunfos, se le debería de pagar además de con cargos públicos, con notarias y otras figuras dentro del poder judicial. En pocas palabras, ese grupo de jóvenes que hoy comanda el dirigente panista es al mismo que los mueve la exquisitez en acuerdos oscuros y absurdos, así son de exquisitos y por esos pretenden apoltronarse en la dirigencia panista, y hasta ahí, porque como veo doy.