Conchudez
Alberto Vieyra G. lunes 8, Jul 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
De acuerdo con el tumbaburros, los términos conchudo o chonchudez tienen una carretada de significados no muy amenos, significados como tozudamente malvado y descarado. Indolente o impasible, aprovechado. Basto o rudo en el trato y las costumbres. Desconsiderado y sinvergüenza.
¿A quién o a quiénes le gustaría aplicar tan nobles significados?
Yo comenzaría poniéndoselos a quien quita y pone en esta nación azteca. Sí, el que cobra como Presidente de la República, ese que ha sido incapaz de ofrecernos un sistema de salud como el de Dinamarca, prometido tantas veces y que sólo ha quedado en una mega farmacia que no tiene ni mejoralitos o pomadas para caídas y raspones.
Sí, ese que nos ha salido tantas veces diciendo que “no me salgan con que la ley es la ley”. Desde hace más de un año, AMLO debió proponer al Senado de la República el nombramiento de dos magistrados del Tribunal Federal Electoral que funciona desde hace un año con solo 5 magistrados.
Y como la Cámara alta, donde no se mueve un dedo si no lo ordena AMLO, no ha nombrado a dichos magistrados para completar 7, que deberán calificar la elección presidencial de Claudia Sheinbaum y tendrá que ser la magistrada presidenta del Trife, Mónica Soto, la que designe de entre los magistrados regionales decanos, aunque de manera conchuda dijo el pasado miércoles con Ciro Gómez Leyva, que la calificación presidencial se puede llevar a cabo con solamente 4 magistrados.
Este asunto de conchudez motivó que la Comisión Mexicana de Derechos Humanos se amparara y dicho amparo lo hiciera válido ante el juez Noveno en Materia Administrativa, Rodrigo de la Peza López Figueroa, quien dictaminó que el TEPJF debe funcionar y sesionar con su pleno completo.
¡Huy, ardió Troya! Quisieron comerse vivo al señor juez, en Palacio Nacional y la recién electa presidenta Claudia Sheinbaum, quienes, con todo respeto, pero se ve que están, pero en ayunas en materia de leyes y de Estado de Derecho y hasta pidieron juicio político y cárcel contra el juez Rodrigo de la Peza por extralimitarse en sus funciones. Los propios magistrados del Tribunal Electoral lo acusaron ante la Judicatura Federal y también se pronunciaron por el juicio político contra el juez, sólo que, si le dan por ese camino, ese juicio político podría ventilarse para el final de la legislatura que está por estrenarse porque en la congeladora legislativa están pendientes casi 150 juicios políticos y de acuerdo con la ley, cada juicio se deshoja según el lugar que le corresponde.
Pero con celeridad única, el jueves, un tribunal de magistrados determinó que la sentencia del juez Rodrigo de la Peza es fundada y tendrá que acatarse, les cuadre o no les cuadre. Al tiempo que ordenaron a dicho juez dictar la resolución definitiva.
Claro que la resolución del tribunal les puso el hígado al revés en Palacio Nacional y fuera de ahí, toda vez que se encontró el camino, la brecha, la vereda o la rendija jurídica, por la que el juez De la Peza resolvió un caso de conchudez administrativa y político-electoral, lo cual sentará un precedente histórico en México, toda vez que el ponzoñoso presidencialismo dejaría de tener el monopolio para proponer al Senado de la República la elección de ministros del Tribunal Federal Electoral y de otros organismos autónomos a los que López Obrador se ha empeñado en chatarrizar, haciéndolos inservibles para que solamente sus chicharrones sean los únicos que truenen.
Vaya asunto que exhibe la conchudez presidencial y de senadores inservibles del partido oficial.