Pleitos viscerales
Alberto Vieyra G. viernes 5, Jul 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
AMLO pasará a la historia como un gobernante pleitero que gobernó a México con las vísceras y hasta con negligencia criminal.
Usted se preguntará: ¿Por qué tanto odio de AMLO contra sus opositores y el Poder Judicial que según él está podrido y es corrupto por dentro y por fuera?
En primer lugar, tiene que ver con un asunto de misoginia. Y, en segundo lugar, no le perdona a Norma Piña la presidenta de la Corte el que lo haya ninguneado en Querétaro aquel 5 de febrero de 2023, pues mientras la mayoría de los lambiscones permanecían protocolariamente de pie, la señora ministra Piña se quedó cómodamente sentada.
Y esa ofensa no se la perdona López Obrador, quien ya de por sí andaba jetón porque no pudo lograr que su achichincle Arturo Zaldívar continuara otros dos años al frente de la Corte para que lo siguiera mangoneando como si fuera su payo principal en el Poder Judicial. A eso se debe que AMLO quiere destruir con todo su odio al Poder Judicial, mediante una dizque reforma con la elección popular de jueces, magistrados y ministros de la Corte, con lo cual AMLO acabaría de una vez por todas con la división de poderes en México y estaría inaugurando la era del oprobioso comunismo.
Y como AMLO se pelea con todo el mundo, ya rompió con el cuadro a nivel nacional e internacional. Comenzaría agarrándose del chongo y con hartas vísceras con los reyes de España porque no le quisieron ofrecer disculpas por las atrocidades causadas durante la conquista española en México o con los del parlamento europeo. Se pelearía después con mandatarios de Perú y Ecuador.
López Obrador hará historia como el Presidente más intolerante y rijoso contra el gremio periodístico. A los comunicadores no los baja de corruptos y prensa inmunda y sólo porque no le aplauden y critican sus aberrantes decisiones gubernamentales o la grosera corrupción que encabezan sus hijos y sobrinos que están conformando el clan de los nuevos ricos de México.
El manotazo dictatorial contra los periodistas abarca una larga lista, comenzando por Ciro Gómez Leyva que salvó su vida de milagro; los intelectuales Enrique y León Krauze, Aguilar Camin, María Amparo Casar, presidenta de Mexicanos contra la Corrupción, por haber destapado pestilentes cloacas de la 4T, y sin faltar los colegas Denisse Dresser, Víctor Trujillo “Brozo” y la saña de López Obrador ha sido descomunal sobre Carlos Loret de Mola y la empresa Latinus, investigada desde el principio del sexenio, pero satanizada últimamente por exhibir la monstruosa corrupción sexenal amlista.
En todos los casos, AMLO utiliza todo el poder del Estado mexicano para destripar a sus opositores, destruyendo su reputación o personalidades como dicen los estudiosos y para ello utiliza las instituciones gubernamentales como vil instrumento de venganza política, aunque tenga que violar leyes que lo obligan a guardar la secrecía de empresas y comunicadores.
En el caso de Loret, el periodista se ha tenido que recluir porque el propio AMLO anunció desde la mañanera que la Unidad de Inteligencia Financiera lo investigaba por todo y por nada, pero el miércoles 3 de julio asistió a la mañanera Pablo Gómez, titular de la UIF, pero le sacó al parche, sosteniendo que no era a Loret a quien investigaba, sino que era a Latinus, empresa a la que tiene en la mira.
La empresa periodística, que se asegura es propiedad del ex candidato presidencial priista Roberto Madrazo, cuenta con registros en los gobiernos de México y Estados Unidos. Ahí es donde AMLO topará con pared porque ahí se respetan y protegen las inversiones y los datos personales son sagrados. Latinus ha advertido: “Pese a la persecución emprendida por el mandatario en contra nuestra, seguiremos cumpliendo con nuestra labor de investigación al costo que sea”.
Lo peor es que AMLO no sólo destila veneno visceral, sino que, con sus moditos groseros de combatir a los periodistas críticos, cuál auténtico dictador lo único que está haciendo con ello es demostrar su negligencia criminal al poner a sus opositores en la mira del crimen organizado.