¿Con qué cara Yasmín Esquivel pide la renuncia de Norma Piña?
Adriana Moreno Cordero miércoles 3, Jul 2024La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- Ministra presidenta recibe respaldo de juzgadoras, ante rencores de la ministra “pirata”
¿Pero con qué cara?, ¿con qué calidad moral?, ¿qué pretende con esa maniobra la ministra “pirata” Yasmín Esquivel de Riobóo de pedir la renuncia ni más ni menos que de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández?
Está bien que le deba al presidente Andrés Manuel López Obrador que la haya llevado a ocupar un asiento -inmerecido por cierto- en el máximo tribunal de la Nación; que su esposo, José María Riobóo sea el constructor consentido de esta errada y llamada Cuarta Transformación y luego, que la haya defendido del vendaval que se desató cuando se descubrió y publicó que la señora Esquivel de plano se había pirateado la tesis de maestría y encima, la de licenciatura, pero que la utilice el inquilino de Palacio Nacional precisamente a ella para atacar y tratar de tirar a la ministra presidenta de la Corte es suponer que el escándalo en el que se vio envuelta una de las incondicionales del tabasqueño ya pasó y ni quien se acuerde y no, Yasmín Esquivel ha quedado marcada con el sello de esta errada y llamada Cuarta Transformación de prestarse a cualquier tipo de jugarreta política que se le ocurra al presidente.
Y si alguna prueba quisiera la ministra “pirata”, ahí está que ante su desatino, la Asociación Mexicana de Juzgadoras (AMJ) cerró filas con la ministra Piña Hernández .
La magistrada María Emilia Molina, sí a la que en los foros para analizar la controvertida reforma al Poder Judicial, Morena y sus rémoras no le han permitido hacer uso de la palabra, ni en el Palacio Legislativo de San Lázaro ni en el foro que se llevó a cabo en Guadalajara, emitió un comunicado en el que se puede leer:
“En este contexto, donde los Poderes Judiciales se enfrentan al mayor reto en su historia por los cuestionamientos que se le hacen desde el poder político, las integrantes de la asociación mexicana de juzgadores asociación civil queremos expresarle a la Ministra Luz Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la SCJN y el CJF, nuestra sororidad para enfrentar los enormes retos que corresponden a su alto cargo”.
Vale recordar que una vez que el oficialismo le impidió hablar a la magistrada Molina, dijo que no iban a acallar las voces que no están a favor de la reforma al Poder Judicial lopezobradorista.
Pues, ¿qué pasó con aquello de que con el triunfo de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República, habíamos llegado todas? Pura palabrería.
Una vez que la futura Presidenta de México se negó rotundamente a “pintar su rayita” con respecto a López Obrador, demuestra también que está dispuesta a permitir que su jefe siga operando sus venganzas y destilando sus rencores.
Asimismo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitió un comunicado en el que se establece que “la ministra presidenta continúa con los trabajos jurisdiccionales y administrativos inherentes a su cargo, y mantiene diálogo con los poderes Legislativo y Ejecutivo, de cara a una reforma judicial”.
También la llamada “ministra pasante” tiene sus propios odios y rencores. Cuestión de recordar que en 2022, Esquivel Mossa buscó afanosamente presidir la SCJN y ser ella y no la ministra Piña, la primera mujer en presidir la Corte.
Según ella, su plus era haber sido la carta de López Obrador para operar en el Máximo Tribunal.
En el plan de trabajo que presentó en su oportunidad, (y a la mejor ese también se lo “pirateó”), destacó:
“Mi vocación jurídica es, y seguirá siendo, la de velar por la Constitución y, con ello, por los derechos humanos de todas y todos. Que se garantice la aplicación del marco legal, a través de una interpretación justa de la ley, bajo los principios de autonomía e independencia judicial, asegurados desde la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal”.
Así que el desquite y la andanada de críticas dirigidas en contra de la ministra Norma Piña, viene -como se puede corroborar, por partida doble.
Municiones
*** Justo a un mes de la jornada electoral del pasado 2 de junio, la Conferencia del Episcopado Mexicano reflexionó sobre la realidad nacional luego de que cuando muchos no se lo esperaban, Morena y rémoras ganaron prácticamente todo, razón por la cual, exhortó a todos los políticos elegidos a enfocarse en cuatro prioridades específicas. Una es “la construcción de la unidad nacional”; la segunda, “la inclusión de todos en el proyecto de nación democrática que tenemos desde hace décadas”. Los prelados ubicaron como un tercer punto la importancia del “fortalecimiento y autonomía de los tres poderes del Estado con todas sus instituciones”, y finalmente la CEM pidió “la vigencia plena del Estado de Derecho, en el respeto a los derechos humanos fundamentales”. Por otra parte, al electorado, los obispos pidieron “ir más allaá de la contienda electoral” y sus resultados, para despertar la conciencia “de que el futuro de nuestro país necesita de todos” al tiempo que en general, demandaron que no prevalezca la visión de vencedores y vencidos.
*** Especialistas se han preguntado cuánto costará la más reciente ocurrencia de López Obrador, es decir, que el “pueblo bueno y sabio” elija a magistrados, ministros y jueces y de dónde saldrán los recursos. Bueno, pues de alguna manera, el coordinador de la bancada de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal, disipó esa duda al anunciar que esta “elección”, tendrá un costo de la nada despreciable cantidad de 3 mil 500 millones de pesos. “Mucha gente se pregunta cuánto costará realizar la elección de los mil 600 jueces y magistrados. En un cálculo aproximado que hemos hecho con actuarios y personal del INE, a quien se le faculta esta responsabilidad, podrían erogarse entre 3 mil y 3 mil 500 millones de pesos, la elección, por única ocasión”. Y respecto a de dónde saldrán dichos recursos, el senador Monreal señaló: “El presupuesto para dicha elección podría ser designado de los 23 mil millones de pesos que tienen actualmente los Fideicomisos que planean extinguirse”. Esta es una situación, sin duda, muy preocupante pues lo que pretende el presidente López Obrador es extinguir al precio que sea al Poder Judicial.