Teníamos una gran reforma al Poder Judicial, pero ahora viene otra “más mejor”
Miguel Ángel Rivera martes 2, Jul 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“Hace cuatro años creímos en una justicia diferente. Una justicia federal que el pueblo pudiera reivindicar como suya. Una justicia cercana a las personas y motor de cambio social.
“Y lo logramos. Entregamos un Poder Judicial renovado, íntegro, moderno, profesional y con sentido humano. Que responde con resultados. Que rinde cuentas con datos duros. Que resiste los embates de los factores reales de poder y que preserva su independencia con hechos, y no con palabras. Con sentencias, y no con discursos. Sobre todo —y, ante todo— entregamos una justicia comprometida con los derechos de las personas más vulnerables de México. Porque todo el poder público dimana del pueblo y es para beneficio de éste. Ejercerlo para beneficio propio, para beneficio de las élites dominantes, o para los aplausos de unos cuantos, es profundamente inmoral”.
Lo anterior fue expresado el 15 de diciembre de 2022, por el entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, al término de su mandato de un periodo de cuatro años, improrrogable según la Constitución, pero que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pretendió prorrogar dos años mediante una reforma legal que fue rechazada por la mayoría de los integrantes del máximo tribunal constitucional, incluido el mismo Zaldívar, quien en principio eludió el compromiso de manifestarse a favor o en contra, hasta que el asunto fue discutido por el pleno de ministros.
Como es lógico y común en los reportes de altos funcionarios, el informe resulta muy positivo y hasta triunfal, al dibujar una exitosa reforma del Poder Judicial Federal durante el mandato precisamente de Zaldívar Lelo de Larrea.
“Tenemos un Poder Judicial en el que cada persona juzgadora es libre de resolver con toda independencia, protegida por las garantías institucionales preservadas a su favor.
“Hoy tenemos un Poder Judicial diferente. Una justicia transparente. Honesta. Moderna. Diversa. Independiente. Más cercana y más humana que nunca.
“En este mensaje señalaré los grandes ejes de esta renovación. Las cifras exactas y la información completa se pueden consultar en el informe disponible en línea, junto con el resumen ejecutivo que lo acompaña”, escribió y expuso el entonces presidente del tribunal Constitucional, quien por cierto tuvo como invitada especial a la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México y ahora flamante presidenta electa de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
“Desde el inicio de esta administración, asumimos un compromiso con una política de cero tolerancia a la corrupción, como exigencia indispensable para recuperar la legitimidad de la judicatura frente a la ciudadanía.
“La corrupción y el nepotismo eran temas de los que no se hablaba en el Poder Judicial. Se decía que eran casos aislados y que los trapos sucios se lavaban en casa. Preferíamos voltear la cara, en vez de enfrentar el problema con autocrítica y transparencia.
“A partir de un diagnóstico profundo y una estrategia clara, en cuatro años logramos desarticular las redes de corrupción y tráfico de influencias que imperaban en la judicatura.
“En un primer momento, la política se centró en identificar y desmantelar los cotos de ilegalidad, así como imponer sanciones ejemplares, incluyendo denuncias penales.
“En una segunda etapa nos centramos en adoptar políticas de prevención, de manera que el énfasis ya no estuvo en la sanción, sino en sentar condiciones que permitieran identificar los casos de corrupción y disuadir su incidencia.
“Así, en esfuerzo inédito por prevenir y sancionar efectivamente las conductas indebidas, pusimos en marcha un buzón electrónico de denuncias, y este año desarrollamos un sistema de control interno que permite analizar la evolución patrimonial de los servidores públicos, mediante la comparación de ejercicios, altas, bajas y otro tipo de cruces, lo que facilita un seguimiento efectivo y extraordinariamente detallado de la integridad patrimonial.
“Igualmente, para evitar la manipulación de los turnos se desarrolló un sistema de distribución aleatoria y envío electrónico de asuntos a los órganos jurisdiccionales, el cual permite generar información en tiempo real para dar seguimiento y monitorear la labor de las 182 Oficinas de Correspondencia Común en el país.
“A lo anterior, se suma el endurecimiento de los criterios para la ratificación de personas juzgadoras, lo cual incluye una evaluación comprehensiva basada en elementos objetivos e indicadores.
“Este año el Consejo de la Judicatura Federal sancionó a 17 titulares; impuso sanciones económicas por más de 16 millones de pesos, y judicializó 3 carpetas de investigación en contra de funcionarios públicos.
“La política de cero impunidad y la imposición firme de sanciones, han generado un efecto disuasivo que ha sido fundamental para acabar con los cotos de ilegalidad.
“En cuatro años se consolidó un Poder Judicial muy diferente, que no tolera la corrupción y que está equipado para sancionarla.
“En cuatro años logramos también erradicar el nepotismo, para hacer del mérito y la igualdad de oportunidades, el único criterio de ascenso en la carrera judicial.
“En seguimiento a esta política este año el Pleno del Consejo aprobó la guía para identificar y prevenir los actos de nepotismo y conflictos de intereses y continuó con la revisión y liberación de la segunda fase del Padrón Electrónico de Relaciones Familiares, que permite llevar el registro de relaciones familiares hasta el quinto grado y brinda información en tiempo real actualizada de cada servidor público, para la oportuna toma de decisiones.
“Hoy en día, al Poder Judicial no se ingresa por relaciones ni compadrazgos; no se asciende por dedazo; las plazas no se intercambian por favores de ningún tipo. Solo la aptitud y el mérito, bajo una perspectiva de igualdad sustantiva, son determinantes”.
Zaldívar defendió una “exitosa” reforma
constitucional para mejorar el Poder Judicial
En esa oportunidad, Zaldívar Lelo de Larrea habló de una exitosa reforma constitucional, consensuada con el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador “—a quien agradezco la confianza y el respaldo brindado a este proyecto—” y con prácticamente todas las fuerzas políticas del Congreso de la Unión.
Destacó que “se aprobó una reforma de gran calado que rediseñó la carrera judicial y fortaleció el Estado de Derecho con medidas pensadas para garantizar que la Constitución de 1917 —esa constitución social con vocación transformadora e igualitaria— se materialice en la vida de la gente.
“A un año de su expedición, la reforma judicial ha dado ya resultados incontrovertibles. Hemos echado a andar la nueva carrera judicial, en la que todos los cargos jurisdiccionales se obtienen mediante concursos de oposición. Este año, la Escuela Federal de Formación Judicial llevó a cabo 19 procesos de ingreso y promoción, de los que resultaron 6,267 personas vencedoras. En total, durante los cuatro años de mi gestión se realizaron 35 procesos de selección con 7,291 personas vencedoras, de las cuales el 50% son mujeres. Se trata de resultados sin precedentes.
“Además, la Escuela Judicial consolidó una oferta académica innovadora, actualizada y que atiende las necesidades del personal del Poder Judicial. Gracias a la innovación tecnológica, el 90% de los programas y actividades de la Escuela han migrado a formato digital, alcanzando a cientos de miles de personas, lo que contribuye a la democratización y accesibilidad del conocimiento jurídico.
“A partir del rediseño de su oferta académica y alianzas estratégicas con instituciones y personas expertas nacionales e internacionales, la Escuela Judicial es hoy una institución académica de excelencia, que está formando una nueva generación de juzgadores y juzgadoras al servicio de una mejor justicia para todas las personas”.
Como se aprecia, Zaldívar elogió un proceso de formación selectiva de jueces y para nada hacía referencia a la elección de esos profesionales. Pero ahora ya no es ministro sino empleado de la llamada Cuarta Transformación y por eso apoya otra reforma constitucional, aunque eso significa invalidar los anteriores cambios de los que fue autor y de los que aparentemente estaba tan orgulloso.