Una luz en el horizonte
Alberto Vieyra G. lunes 1, Jul 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El INE y el Trife podrían convertirse en las instituciones históricas al evitar la destrucción de un México que ha costado sangre e históricas luchas contra sus opresores.
El próximo 23 de agosto, es la fecha fatal en que ambas instituciones que velan por la democracia azteca tienen para evitar la consumación de la destrucción a la Constitución de la República, evitando que Morena y sus rémoras aliadas la violen adjudicándose ilegalmente diputaciones plurinominales y arrebatándoselas a la oposición para conformar una supuesta mayoría legítima que no obtuvieron en las urnas en las elecciones del 2 de junio. Ese tema de la sobrerrepresentación legislativa podría ser el Waterloo de AMLO y evitaría el desgaste político de su sucesora, Claudia Sheinbaum.
Los consejeros del INE y los magistrados del Trife, que estarían a punto de poner sus cabezas en la guillotina de AMLO, tienen la palabra y sobre el tema recupero la magistral columna de mi colega periodista Carlos Marín de “La Razón” en Milenio bajo el título “Prueba de ácido al INE y al Tribunal”, dice:
“La inconstitucional sobrerrepresentación del oficialismo en San Lázaro pone a prueba la probidad de los consejeros y magistrados que, de avalar una trampa evidente, facilitarán el descuartizamiento del Instituto Nacional Electoral y la chatarrización del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, enlistados entre los organismos independientes que el lopezobradorismo quiere someter.
Con militantes formales de Morena e informales, camuflados en el PT y el Verde, se aprestan a modificar la Constitución constituyéndose de modo fraudulento en mayoría calificada y a costa de curules arrebatadas a la oposición.
Jorge Alcocer Villanueva, director/fundador (1993) de Voz y Voto, viene previniendo sobre lo que el miércoles, con López-Dóriga (Radio Fórmula), definió, con palabras de Arturo Zaldívar, “fraude a la Constitución”. Explica que ningún partido puede tener más de 300 diputados (artículo 54 constitucional) y que la diferencia entre porcentaje de votos y número de escaños no debe superar ocho por ciento.
Sin atribuciones para calificar, la Secretaría de Gobernación dijo primero que el oficialismo tendría 363 diputados y luego subió a 372.
La mayoría calificada es de mínimo 333 diputados, pero Morena quiere llegar a esa cifra.
Con 54 por ciento de votos para los tres, los coaligados quieren detentar 75 por ciento de las diputaciones. No se pueden transferir votos vía convenio entre partidos porque se prohibió desde 2007.
¿Qué hacen? Transfieren curules: al Verde 57 aunque ganó solo en tres (uno en Chiapas y dos en San Luis Potosí) y al PT 38, pese a que no ganó ni un distrito, pero sí Morena.
Resultado: Morena tiene menos diputados de mayoría, pero más plurinominales. El trío acapara 16 puntos porcentuales de sobrerrepresentación, el doble de lo permitido, pero PAN, PRI y MC quedan subrepresentados en 16 puntos. En la próxima legislatura, el Verde, con nueve por ciento de la votación, será la segunda fuerza con 75 diputados, mientras el PAN, que obtuvo el doble de votos (18 por ciento), va a tener 68 diputados.
El PT, con seis por ciento de la votación tendrá 50 diputados, pero MC, con 12 por ciento de votos únicamente tendrá 24 curules.
“Es una burla a los límites constitucionales. Una estratagema para burlar la Constitución y obtener 372 diputados”, alerta Alcocer.
Desde 1977 y hasta 2014, recuerda que se hicieron reformas “para que nunca más un solo partido o un Presidente se impusiera sobre las minorías”.
El 2 de junio, Claudia Sheinbaum sacó 60 por ciento de los votos y 40 fue para otras opciones políticas: “Esos electores están siendo apabullados, bocabajeados”, dice Alcocer.
De no frenarlo, el INE y el Tribunal, el oficialismo podrá reformar la Constitución como se le antoje.
Termina, Alcocer:
“Por eso advierten que en septiembre viene la aplanadora para destituir a los ministros de la Corte, barrer con el Poder Judicial, militarizar la Guardia Nacional, desaparecer el INE y crear otra cosa. Es el mayor retroceso democrático en estos ya largos años de transición democrática”. El INE y el Trife tienen la última palabra.