Batidillo jurídico
Ramón Zurita Sahagún lunes 15, Ago 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El pasado jueves, Miguel Ángel Mancera mostraba su preocupación por lo sucedido durante la detención de un supuesto capo, mediante un operativo extrajudicial y que acarrearía implicaciones políticas.
Relajado, pero molesto, el procurador de Justicia del Distrito Federal consideraba como excesos cometidos por los supuestos policías mexiquenses que procedieron a la detención de Óscar Oswaldo García Montoya, mejor conocido como “El Compayito”.
Y es que la violencia con que irrumpieron los policías fuera de su jurisdicción, el saqueo de varios domicilios, la arbitrariedad con que actuaron, el allanamiento de morada y las vejaciones a que fueron sometidos los ciudadanos que habitaban en esos domicilios, son delitos por los que se debe responder.
Lo que fue una acción policíaca terminó en un batidillo jurídico, donde las autoridades mexiquenses se pasaron por alto la coordinación con las autoridades del Distrito Federal y dejaron en un brete a los segundos.
Se asegura que detrás del operativo estuvo el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, quien busca de esa forma justificarse ante el gobernador del Estado de México y mostrar su eficiencia.
De acuerdo con algunos juristas consultados, lo sucedido la semana pasada fue un golpe político al jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, para dejar en claro que la capital del país es refugio de narcos y que el seguimiento a estos debe proceder de otras fuentes, ante la incapacidad de las autoridades capitalinas por atacar este fenómeno.
También quedo evidenciado que las autoridades mexiquenses no confían en sus homólogos del Distrito Federal, de ahí su falta de coordinación con ellos y su preocupación por mostrar que la ciudad que gobierna el PRD es paraíso de mafiosos.
Porque con todo y lo peligrosos que puede ser este sujeto al que, curiosamente, se le acusa del asesinato de, cuando menos, 600 personas, no le fueron decomisadas grandes cosas.
La confusión apunta en todos los sentidos y aunque se asegure que no participaron las fuerzas federales, tiene el sello de distinción del propio García Luna.
El estilo personal de atropellar jurídicamente en aras del combate al crimen organizado se advierte en este operativo, donde el titular de la PGJEM, Alfredo Castillo parece haber sido asesorado desde la propia Secretaría de Seguridad Pública federal.
Pero las señales cruzadas aparecen por todos lados, el Jefe de gobierno dijo que no fueron informados del operativo extraterritorial, mientras que el siempre despistado secretario de Seguridad Pública local, Manuel Mondragón, aseguró que si lo fueron los del sector de Tlalpan.
Sin embargo, al margen de los ilícitos jurídicos cometidos por las autoridades mexiquenses se encuentran las violaciones a los derechos humanos de personas inocentes.
La extraordinaria narración que hace el poeta Efraín Bartolomé de las vejaciones de que fue objeto, son una muestra de la prepotencia con que actúan estos sujetos que se sienten protegidos, con base en las poderosas armas de fuego que portan y allanan, vejan y se van, cuando menos, mientras en otros casos matan inocentes, protegidos por un manto de impunidad.
En el caso de los acontecimientos de la colonia Torres de Padierna deben existir responsables que respondan por las arbitrariedades y excesos cometidos, sin importar que el presidente Calderón justificara el hecho, considerando que la detención de “El Compayito” es un buen golpe contra el crimen más allá de los hechos ya explicados por la institución.
Lo que no se justifica es el golpe contra la integridad de los ciudadanos, el robo, el allanamiento de domicilios y darse a la fuga como sucedió, sin que medie ningún tipo de disculpa o explicación.
Las policías, sin importar cuáles, no pueden actuar de esa forma, como vulgares delincuentes, sin importar que actúen en contra de los más peligrosos delincuentes y al paso del tiempo aparecer una autoridad para dar, cuando mucho, un usted disculpe.
Y es que si esto sucede en la actualidad, cuando se discute una nueva Ley de Seguridad, que es criticada precisamente por prever la posibilidad de estos excesos qué ocurrirá si la misma es aprobada.
Como sucedió en el caso de Javier Sicilia y de otros más, las autoridades entraron al tema por el escándalo suscitado por ser Bartolomé un personaje con voz sonora que fue escuchado y que mantendrá viva su denuncia, sobre la violación de sus derechos humanos y el robo sufrido por parte de una autoridad.
CARMELITA
La popular actriz Carmen Salinas, conocida por su militancia priísta, alzó la voz para destapar al secretario de Educación, Mario Delgado como candidato a jefe de gobierno del DF. Vamos a apoyarlo todos, porque de todos los que se han destapado, nada más los conozco por escándalos o porque salen mucho en el periódico, pero nunca porque hayan estado cerca de los niños, ni de la gente mayor, dijo la conocida artista y productora, durante un evento en el que se entregaron apoyos económicos a estudiantes de secundaria de bajos recursos, en la Magdalena Mixhiuca.
Delgado dijo que estos apoyos contribuirán a abatir los niveles de deserción de los estudiantes.
“MALOVA”
Echó la casa por la ventana se dice coloquialmente, cuando un evento se desarrolla a todo lujo como fue el de la reinauguración de la representación de Sinaloa en el Distrito Federal.
Fue Marcelo Ebrard el encargado de cortar el listón en un convivio con invitados de lujo como fueron los priístas Francisco Labastida, David López, Óscar Levín, Heriberto Galindo, Pascual Cervantes, el panista José González Morfín y otros políticos de menor corte.
Se recuerda que “Malova” fue priísta y luego encabezó una coalición de izquierda y derecha para ganar el gobierno de Sinaloa y recientemente acudió a eventos de respaldo a las candidaturas presidenciales de Ebrard y del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.