Las naciones más contaminantes del mundo
Alberto Vieyra G. martes 25, Jun 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En la era industrial los seres humanos estamos cavando lenta, pero irremediablemente nuestra tumba.
Ya habíamos dicho que en el mundo existen más de mil 450 millones de automotores potencialmente contaminantes con gases de efecto invernadero. Pero, también hay cuando menos una veintena de naciones que son altamente cochinonas porque lanzan al mar, a los ríos y a la atmosfera potenciales descargas de contaminantes que nos están matando lentamente.
En muchas naciones y para no ir muy lejos, en México mucha gente padece ya de terribles estragos provocados por altos contenidos de plomo en la sangre. ¿Cuáles son las 10 naciones más cochinonas del planeta? Tome usted nota.
En primer lugar, está China, seguido de Estados Unidos, India, Rusia, Japón, Alemania, Corea del Sur, Indonesia, Inglaterra e Irak y sin faltar los 28 países miembros de la Unión Europea. Y aunque usted no lo crea también está México, donde la generación de energía eléctrica es a base de combustóleo y carbón, dos elementos altamente contaminantes que arrojan las refinerías de Tula, Cadereyta, Nuevo León y otras.
En China, la industria dedicada a la confección de prendas de vestir es la más contaminante del planeta tierra porque arroja enormes cantidades de residuos de aguas químicas contaminada y que se usa en esa industria causando daños irreversibles.
Hasta hace un siglo había todavía en el mundo muchos ríos cristalinos convertidos hoy en pestilentes aguas negras, incluyendo los ríos más grandes del mundo como el Nilo, que atraviesa 11 naciones en los continentes de Asia, África y sin faltar el río Amazonas con más de 6 mil kilómetros de longitud y que por cierto es el único río que no atraviesa ninguna carretera.
Mención aparte merece toda la industria de alimentos procesados, cuyos efectos mortíferos en el ser humano están reduciendo el promedio de edad, toda vez que los químicos que contienen alimentos y otros productos procesados son causantes de la muerte de millones y millones de células en el organismo que a su vez dan lugar a mortíferas enfermedades de las llamadas crónico degenerativas como la diabetes, hipertensión arterial, la obesidad, gastritis, colitis, neurosis la llamada enfermedad de las mil caras y muchas otras que se han convertido en verdaderos problemas de salud pública para las naciones en el mundo.
Mención especial merecen los millones y millones de toneladas de contaminantes de efecto invernadero que lanzan a la atmosfera los casi 19 mil aviones comerciales y unos 5 mil que pertenecen a las fuerzas armadas de países bélicos por naturaleza.
Todo el cochinero del que le hablo ha provocado en la Antártida un boquetazo en la capa de ozono de más de 26 mil kilómetros cuadrados, algo así como el equivalente a los territorios conquistados por los españoles en este continente descubierto por Crisóforo Colombo Fontana Rosa.
Usted se preguntará ¿Y qué es la capa de ozono? Bueno, la tierra está envuelta en una coraza de ozono para evitar que los rayos ultravioletas del sol causen daños irreversibles en los seres humanos, provocando primordialmente el cáncer de piel. Sí, los seres humanos le estamos dando muerte a nuestra casa común: La Tierra.
Fíjese usted que, si las naciones más contaminadoras del mundo se plegaran a los Acuerdos del Cambio Climático de París, muchas de las cuales hacen muy poco por ello, pues entonces regenerar la capa de ozono tardaría ¡80 años! Algo que ni usted ni yo veremos, pero vale la pena en que nos detengamos a pensar por un momento sobre el mundo que estamos a punto de heredar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Sin duda, les heredaremos un mundo apocalíptico que marcará un antes y un después.