El poder y la humildad
Alberto Vieyra G. lunes 24, Jun 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“El poder debe ser humildad”, ha dicho la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum. ¡Hermosa frasecita!
¿Pero realmente entenderá la clase política azteca la profundidad de la humildad en el poder? ¿Sabrá la clase política con qué se come eso de la humildad cuando acabamos de ver en las campañas electorales una encarnizada guerra de perros y gatos? ¿Humildad se refiere solamente a escuchar al contrario y tomar en cuenta sus opiniones para cambiarle a las leyes autoritarias aunque sea unos cuantos puntos y comas o para enriquecer con opiniones diversas y valiosas una iniciativa de ley para que tenga no sólo valor sino legalidad jurídica? ¿Sabrá acaso esa soberbia clase política que el hombre más grande de todos los tiempos se llamó Jesucristo y cuyas enseñanzas sobre la humildad quedaron para la posteridad marcando un antes y un después?
Por cierto, sería un tirano de aquellos tiempos, Herodes, quien le otorgó al hijo de Jehová el título de El Hombre más Grande de Todos los Tiempos, advirtiéndole a la enardecida turba que él no encontraba ningún delito en Jesucristo, pero que si lo ejecutaban allá ellos y su loca cabeza.
Los biógrafos de Nelson Mandela han recopilado decenas de frases en las que sobresale la humildad de quien rescató a Sudáfrica del apartheid, es decir de los negros que eran avasallados por los blancos. He aquí siete de sus memorables frases: “Los grandes pacificadores son todas las personas íntegras, honestas, pero humildes”.
“Los hombres tienen diferentes capacidades y reaccionan de manera diferente al estrés. Pero los más fuertes levantaron a los más débiles, y ambos se fortalecieron en el proceso”.
“Si usted quiere hacer las paces con su enemigo, tiene que trabajar con su enemigo. Entonces se convierte en su compañero”.
“El dinero no va a crear éxito, la libertad lo hará”.
“Que reine la libertad, no los políticos”.
“La democracia exige que los derechos políticos y de las minorías se resguarden”.
“Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.
Martín Luther King es un hombre clave para entender el racismo, la paz y las libertades. He rescatado estas hermosas frases:
“El final de nuestras vidas comienza el día en que nos volvemos silenciosos sobre las cosas que importan”.
“No soy negro, soy hombre”.
“Tengo un sueño, un sólo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas”.
Sería imperdonable no recordar a la Premio Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú quien dice “La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz”.
Y también sería imperdonable no recordar a mi ilustre amigo Víctor Gonzáles Torres, “Doctor Simi”, a quien conocí cuando en Cancún planeaba construir un palacio para sus horas de descanso, pero de pronto… mandó al diablo ese proyecto y anunció que a partir de entonces se consagraría a ayudar a los pobres y discapacitados de México y el mundo.
La frasecita de doña Claudia de “el poder es humildad” la debe comprometer ante propios y extraños a ser humilde y demostrar esa humildad con sus opositores y quienes no piensen igual que ella porque de otro modo será una retórica de dientes pa’fuera.
¿Se imagina usted a un México en el que gobierne la humildad?