Se expande el emporio chino de la informalidad en el Centro de CDMX
* Especiales, Cd. de México lunes 24, Jun 2024
Construyen macroplazas y bodegas
- Los productos extranjero se expenden sin factura y la mayoría es cobrada en efectivo
Una de las plazas del emporio comercial chino en la Ciudad de México está en Izazaga 151 con 5 pisos, “la Ciudad de Comercio Internacional de Guangzhou, China».
El tsunami de comercio informal chino se instaló en cuatro macroplazas y decenas de pequeños supermercados en un área de un kilómetro cuadrado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Al menos 17 edificios de comercios y viviendas en por lo menos 13 calles ahora son bodegas.
Los administradores y gerentes de los centros de distribución son de nacionalidad china y sus empleados son, en su mayoría, migrantes hondureños, venezolanos, colombianos y algunos chinos.
Se les paga en efectivo y laboran sin contrato ni prestaciones. Los productos se expenden sin factura, la mayoría es cobrada en efectivo y cuando se acepta tarjeta se cobra una comisión. No hay garantías sobre el producto ni devoluciones.
Los comerciantes chinos tienen bajo su mando a ejércitos de diableros que transportan las cajas de mercancías por las calles del Centro Histórico.
La principal plaza está en Izazaga 89 con 16 pisos y 40 tiendas por piso. En español es conocida como México Mart o Plaza Izazaga. Pero el letrero escrito en chino la identifica como “Ciudad de Comercio Internacional de Yiwu, China”.
Yiwu es una ciudad ubicada en la provincia de Zhejiang y es reconocida por su actividad comercial. Muchos de los comerciantes chinos asentados en las plazas mexicanas provienen de Zhejiang.
A 400 metros de distancia está la Plaza de Izazaga 38, un edificio de 12 pisos saturado de tiendas. El letrero escrito en chino la identifica como “Nuevo Centro Mayorista de Grandes Almacenes de Electronic City, China”.
En Izazaga 151 está una plaza de 5 pisos identificada en su rótulo chino como “Ciudad de Comercio Internacional de Guangzhou, China”.
Y hace unos meses, en donde estaba instalado un centro de comercios de enseres mexicanos, fue abierta una plaza de 9 pisos que en chino es identificada como “Llamas”. Está en Flamencos 9, a unos 350 metros de la plaza de Guangzhou.
Toman las calles para sus desplazamientos
Los dueños, administradores y vendedores, de origen chino, toman las calles para sus desplazamientos en scooters, bicicletas o motocicletas hacia sus centros de venta, comida o diversión.
En la zona se han instalado diversos restaurantes de comida china, con chefs extranjeros y que incluso dan servicio mediante repartidores contratados por aplicación que distribuyen los alimentos a comerciantes chinos en el área.
En la plaza de Izazaga 89 son pioneros en la venta de miles de productos traídos desde China. Ahí se ofrece en mayoreo, desde audífonos o bocinas, hasta llaveros de novedad, pasando por productos de ferretería, utensilios para el hogar y accesorios de moda.
Jin Lan, oriundo de Zhejiang (provincia de China a 177 kilómetros de Shanghái) rentó un local y luego dos más en esa plaza. Ahora tiene más de siete locales en distintas plazas del Centro Histórico que supervisa en su minivehículo eléctrico sorteando autos y marchantes.
Cientos de toneladas de mercancía ingresan a este mermado edificio por la calle de Nezahualcóyotl número 120, con cajas que llegan por avión y barcos desde China al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) o al puerto Lázaro Cárdenas y que son trasladadas por tráiler a la Colonia Obrera.
CDMX realizará un diagnóstico de afectación por comercio chino
Por su parte, el Jefe de Gobierno, Martí Batres, dijo que realizarán un diagnóstico sobre el desplazamiento y afectaciones en el Centro Histórico por la expansión de bodegas del emporio chino de la informalidad.
En menos de año y medio, locatarios del Centro Histórico han padecido desplazamiento porque la zona que era de comercios, incluso de décadas, han tenido que cerrar porque empresarios chinos rentan o compran los espacios por el doble o triple para instalar cientos de bodegas.
Además del cierre de locales, pérdida de empleos formales y daño a la infraestructura del Centro, recién remodelada con dinero del erario público, así como riesgos de protección civil en los locales con mayor peso, riesgos e informalidad para los empleados de dichas bodegas, la Canaco estimó que la llegada masiva de productos asiáticos -chinos y coreanos- y el crecimiento de macroplazas para venderlos y distribuirlos provoca pérdidas a comerciantes establecidos por 65 mil millones de pesos y la falta de tributación al SAT genera pérdidas por 38 mil millones de pesos más, sólo en la industria del vestido.
