Un bote de tamales
Alberto Vieyra G. viernes 21, Jun 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La humanidad se encuentra en la antesala del infierno. Nuestra casa común: La tierra está convertida en un bote de tamales con las más altas temperaturas que no se registraban desde 1850, cuando da inicio la llamada era industrial.
En el planeta existen más de mil 450 millones de automotores, miles de los cuales son auténticas chimeneas rodantes que arrojan a la atmósfera millones y millones de toneladas de contaminantes de los llamados de efecto invernadero que están transformando de manera alarmante el cambio climático. Pero, también existen más de 150 naciones cochinonas comenzando por Estados Unidos, China, Rusia, India y aunque usted no lo crea México, pero este tema merece capítulo aparte.
Los mares se han convertido en gigantescos basureros que reciben anualmente poco más de 13 millones de envases y bolsas de plástico que tardan entre 400 y 500 años en degradarse. Las llantas tardan hasta un milenio. Muchas especies marinas están comiendo burbujas de plástico y en muchos casos ese pescado es el que llega a nuestras mesas.
En el planeta existían, hasta hace algunos años, 66 mil kilómetros cuadrados de glaciares en los polos norte y sur, que se han reducido peligrosamente y amenazan con el crecimiento de los mares.
Las aguas han aumentado sus temperaturas con la consecuente migración de especies marinas a otras latitudes de los océanos. Cada vez llueve menos. Cuando yo era un niño los torrenciales aguaceros daban miedo. Y desde hace poco más de medio siglo el sistema priista construyó la mayor cantidad de presas y obras hidráulicas como el Sistema Cutzamala que hoy agoniza porque ya no llueve y las presas están prácticamente vacías. El planeta vive una auténtica apocalipsis, pero de poco sirve la catástrofe que está ocurriendo porque los más de 8 mil millones de seres que habitamos el planeta tierra, no tenemos la menor conciencia de la hecatombe que se cierne sobre la humanidad.
El calentamiento global ha provocado temperaturas de hasta más de 50° C en México y otras latitudes del mundo.
“El 2024 comienza con otro mes récord: no sólo es el enero siendo el mes más cálido desde que hay registros, sino que además acabamos de experimentar un periodo de 12 meses con una temperatura de más de 1.5 °C por encima del periodo de referencia preindustrial, es decir allá por 1850”, han alertado científicos de todo el mundo.
Y como la inconsciencia humana ya le dio en la torre a nuestro planeta, las manifestaciones del cambio climático las vivimos diariamente. Le daré dos ejemplos que no tienen desperdicio. El devastador huracán “Otis” de Acapulco ocurrió porque los vientos fríos y calientes en el Océano Pacifico se entremezclaron con el resultado de prácticamente la desaparición de Acapulco. Y la tormenta tropical “Alberto” que se cierne sobre el Pacífico tiene las mismas manifestaciones de la catástrofe acapulqueña, pues es la combinación de corrientes frías y cálidas en los mares las que propician la apocalipsis en el caso de los huracanes.
Sí, la tierra es un bote de tamales y el término no es para que nos cause risa, sino para que nos detengamos por un instante a concientizar sobre lo que estamos haciendo para contaminar menos y evitar el ecocidio que se cierne sobre nuestro planeta y que ya lo tenemos a la vuelta de la esquina con la escasez de agua que presagia muerte.