El miedo andante
Carlos Ramos Padilla jueves 20, Jun 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Nuevamente, Carlos Ahumada es tema nacional por la serie de arrebatos, pifias, equívocos y venganza del gobierno mexicano.
Dispuesto a aclarar su situación legal con autoridades locales de la Ciudad de México, el empresario por propia voluntad decidió viajar a México desde Argentina y en una escala en Panamá fue detenido, trasladado a Paraguay y regresado a Buenos Aires, al suponer la autoridad que aún existe una ficha roja de Interpol por asuntos federales inexistentes.
Carlos Ahumada ha sido exonerado de los hechos. Luego de que las autoridades de la FGR rechazaron pedir su extradición, una juez mexicana otorgó al argentino una suspensión que cancela la ficha roja que había en su contra, por ello atentan contra su libertad.
El gobierno mexicano ha dilatado la respuesta, tanto del gobierno panameño como argentino, para que Ahumada pueda estar en nuestro país concluyendo un proceso que lleva 20 años.
Este 18 de junio el juzgado argentino solicitó con carácter de urgente confirmar si la ficha roja de Interpol continúa activa y a la Fiscalía General de la República responder si le interesa que Ahumada esté preso, en tanto se traslada a México, para ello cuentan con 69 días.
De manera injusta y arbitraria, Ahumada, enfermó de hipertensión y divertículos, está confinado en una celda de nueve metros cuadrados compartiendo espacio con otros 11 otros reos procesados por todo tipo de delitos. El proceso se retrasa aún más porque este jueves y viernes son feriados en Argentina.
Aquí, la intervención del Fiscal Alejandro Gertz Manero es de primer orden y es vital que gire sus instrucciones para que contesten el requerimiento del juzgado argentino. La propia Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, ha declarado que el empresario argentino cuenta con un amparo para no ser reaprehendido y algunos de los delitos que se imputaron ya prescribieron. ¿Entonces?
Hace unos meses hablé con Ahumada sobre la conveniencia o no de hacer públicos otros tantos video-documentos que involucran a personajes cercanos al Presidente y al mismo gobierno, un asunto que se ha conocido como “el pacto de silencio” que estableció con AMLO.
Ahumada me señaló “quiero seguir respetando el pacto de silencio que hizo en 2007 con un mensajero de López Obrador. No pretendo o divulgar más información que tengo sobre muchos funcionarios actuales del gobierno de México”, y mencionó en concreto a Thalía Lagunas, oficial mayor de Hacienda y de Reyna Basilio, jefa de compras de Pemex. No quiero, me enfatizó, hacerle más daño a mi familia.
Pero este asunto no es aislado y cobra otro nivel cuando, en conferencia de prensa, Martín Estrada, fiscal general en Los Ángeles, anunció cargos criminales contra “una alianza entre un cártel de droga en México y una organización china de lavadura (sic) de dinero. Esta alianza es responsable de lavar más de 50 millones de dólares”.
Fue, dijo, el resultado de la venta de drogas en Estados Unidos como metanfetaminas y fentanilo, dejando entrever que la indagatoria va sobre el ejercicio administrativo en aduanas de México. Confirmó que hay 24 acusados, algunos del Cártel de Sinaloa.
Así que nada fácil el terreno que pisa AMLO cuando ha establecido su ejército de poder en una supuesta “honestidad valiente”, pero que enfrente mantiene un “pacto de silencio” para no evidenciar actos de corrupción en su gobierno además de la advertencia extranjera de investigaciones de alto nivel.
Ahumada, en concreto, no debe permanecer preso y son las autoridades mexicanas las que no están respondiendo a sus obligaciones ni por el área de la diplomacia ni a través de la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.