La guerra sucia quedó atrás
Ramón Zurita Sahagún martes 18, Jun 2024De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Pasado el proceso electoral y la carretada de votos que obtuvo la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, vale la pena ver por el espejo retrovisor cómo fue su camino para obtener esos más de 35 millones de votos.
Hay quienes creen que su camino fue asfaltado y que el tránsito hacia las urnas fue, simplemente, un trámite. Hasta ella lo dijo un par de ocasiones con la frase de este arroz ya se coció.
Por la ventaja obtenida en las urnas en las que tuvo cerca del 60 por ciento de los sufragios emitidos, parecería que nada la inquietó y que sus adversarios solamente la vieron pasar, sin meter las manos.
Claudia enfrentó no solamente la guerra interna por parte de dos de sus compañeros de partido que buscaban lo mismo que ella, la candidatura presidencial. Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard no fueron empáticos con ella, al considerarla la principal competidora dentro de la organización política, siendo, además, la más cercana al afecto presidencial.
Pero no fueron solamente ellos, ya que, en pleno proceso electoral, las mentiras, infamias, calumnias y las acusaciones infundadas, provenientes de una guerra sucia en contra de Claudia provinieron de diferentes ámbitos.
Las hay desde la que cuestionaban que no reunía los requisitos para ser candidata presidencial, basados, primero en un acta de nacimiento que presentaban, en la que se daba por hecho su nacimiento en Bulgaria y la que, además, no concordaba con su edad, ya que le atribuían tener casi una década más de edad.
Esta acta de nacimiento circuló por todas las redes sociales y hasta se le atribuyó a Marcelo Ebrard, entonces secretario de Relaciones Exteriores, la autoría de la misma.
También se le difamó con el supuesto plagio de su tesis, lo que tampoco se pudo comprobar
Otra de las infamias en su contra fue la de inventar un supuesto romance con uno de los hijos del Presidente López Obrador, del que, se aseguraba, tenía un hijo. El que resultó inexistente, pero generó muchas dudas entre el electorado que se encargó de difundir la mentira por todos los rincones que fueron posibles.
Otra más que sus padres no eran nacidos en México, lo que representaba un obstáculo para su nominación, ya que se requiere que cuando menos uno de los padres debe ser nacido en México, así como el candidato o candidata.
Más adelante se recurrió a la estrategia que había funcionado 18 años antes, la de filtrar que Claudia era un peligro para México, frase que impactó en 2006 en la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
Como ninguna de estas versiones dejó huella en la memoria de los ciudadanos, se recurrió a otras más fuertes que hablaban de una mansión, como residencia oculta de la candidata de Morena.
Se le exhibió como una mujer insensible, gélida, sin corazón y tampoco funcionó.
Los ataques en contra de Claudia Sheinbaum fueron múltiples, ninguno de ellos logró la penetración esperada por sus adversarios y opositores.
Ahora solamente queda que la próxima Presidenta de México haga realidad el que catalogó como segundo piso de la cuarta transformación.
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Finalmente, Claudia Sheinbaum presentó el resultado de la encuesta sobre si debe o no reformar el Poder Judicial, siendo un 81 por ciento los que se proclamaron en favor de ello y el 71 por ciento se decantaron por la elección directa de los ministros de la Corte. El resultado se daba por descontado… Manuel Añorve o Manlio Fabio Beltrones, quién coordinará la bancada priista en el Senado. Añorve siempre ha sido de los operadores de Beltrones y ahora podría convertirse en su coordinador. Alejandro (Alito) Moreno Cárdenas andae en otros menesteres, por lo que no aplica para esa elección.