Acta de defunción
Alberto Vieyra G. viernes 14, Jun 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Hace 35 años este átomo de la comunicación lo vio nacer. Hoy, lo veo morir. Andrés Manuel López Obrador lo asesinó y ahora el árbitro electoral de México le extiende el acta de defunción para que figure en la rotonda de los partidos ilustres o en el museo.
Hace 7 lustros, nació como Frente Democrático Nacional aglutinando al Partido Mexicano Socialista comandado por Heberto Castillo y a un sinfín de organizaciones de la llamada izquierda extremista mexicana que aglutinaban, incluso a guerrilleros y a movimientos sociales diversos, que se conocieron como las tribus que darían origen al partido del sol azteca: El PRD cuyo símbolo es un sol con los colores negro y amarillo como si fuera un girasol, que en las elecciones federales de 1988 obtendría 136 diputaciones.
Todo mundo pensaba que el PRD se convertía en la moda política y de hecho estaba llamado a llegar al gran poder político de México, de no haber sido porque en alguna etapa de su vida política entablo alianzas contra natura con el PAN, lo que se traduciría en que el partido fundado por Manuel Gómez Morín, que ni soñaba con llegar a la Presidencia de México, pues concebido por Manuel Gómez y otros fundadores como un partido de oposición que tenía como objetivo acabar con los excesos del gobierno socialista que encabezaba el general Lázaro Cárdenas del Río. El PRD era mano para llegar a la silla presidencial, pero sus errores políticos hicieron que fuera el PAN el que se sentará en la envenenada silla presidencial y no el PRD.
Un año antes, en 1987, un grupo de priistas encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Ignacio Castillo Mena y otros, producirían una histórica desbandada en el PRI que pondría fin a la avasalladora hegemonía priísta o “la dictadura perfecta” como la calificaría Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura. Esa desbandada priista fragmentaría al PRI, desde la cúpula hasta los cimientos. Era el principio del fin de la llamada aplanadora que podría ser el próximo partido político de estatura nacional al que la autoridad electoral le extienda otra acta de defunción.
Ese histórico acontecimiento de la desbandada política marcaría un antes y un después. A partir de 1987 se produciría el pluralismo político en México. Sí, el PRI dejaría de ser el partido papas fritas de México.
La desbandada priista encabezadas por el llamado Cuatemochas Cárdenas, hijo del general tendría efectos políticos demoledores en México. Todo mundo hablaba del PRI pestes como si se tratará de un perro rabioso al que había que darle el tiro de gracia. Se le acusaba de ser un partido antidemocrático atestado de ladrones y asesinos. Todo eso causó mucha mella en el partido tricolor. Ya nada fue igual para el PRI.
Y como el PRD parecía ser la moda política, pues allá se fueron todos los chambistas desempleados y el basurero del PRD se atesto de priistas de la mala fama, entre ellos el actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien cobijado por las siglas del partido del sol azteca buscaría en las primeras dos ocasiones la presidencia de México. Solo ganó el gobierno de la Ciudad de México y cuando comenzó a fundar su movimiento, que dicen que es de izquierda, Morena para allá se llevó a todas las tribus chichimecas del PRD, en las que figuraban y siguen figurando guerrilleros y gente de muy mala fama como Napoleón Gómez Urrutia, que robó millones de dólares a los trabajadores mineros o un Manuel Bartlett quien tiró el sistema electoral en 1988 para que Carlos Salinas de Gortari usurpará la silla presidencial. Y, en fin, tanta gentuza que se llevó López Obrador y con ella le dio al PRD el tiro de gracia y como en la última elección federal del 2 de junio el PRD no obtuvo el 3% de la votación nacional, pues perdió su registro y el INE ya le extendió su acta de defunción. ¡Descanse en paz el PRD!