La muerte del bloque opositor
¬ Francisco Reynoso jueves 6, Jun 2024Triple Erre
Francisco Reynoso
Y después de la paliza de Morena y sus compinches a los partidos de oposición, muchos nos preguntamos: ¿Qué va a pasar con el PRI, con el PAN y con el PRD?
Porque no hay duda de que la elección presidencial y la mayoría en las cámaras de diputados y senadores las ganó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El presidente López y sus programas sociales, mediante los cuales reparte, al cash cash, miles de millones de pesos.
Está científicamente comprobado que todos los adultos mayores que reciben una pensión -recientemente aumentada de 3 mil a 6 mil pesos bimestrales- votaron por los candidatos de López Obrador. Y lo hicieron pensando en López Obrador y el bien que le hizo a México exhibiendo y echando fuera del Palacio Nacional al PRI y los priistas corruptos.
Y está comprobadísimo que todos los jóvenes que reciben recursos del programa Sembrando Futuro votaron por López Obrador.
Y todos los mexicanos de las 32 millones de viviendas inscritas en uno, dos o más de los programas sociales, votaron por López Obrador.
Claudia Sheinbaum fue la candidata, la “corcholata” se le llamó al inicio del proceso, pero la contienda la ganó López Obrador; la gente: 33 millones 226 mil 602 hombres y mujeres (hasta ayer por la tarde y todavía no concluye la contabilidad) acudió a las urnas y refrendó su apoyo, su simpatía, su cariño por el viejo caudillo.
La oposición jamás logró consolidar un proyecto de nación -el muégano que armaron los mochilongos de derecha, con los seudo izquierdistas revolucionarios y los mañosos y voraces del centro- que atrajera la atención y el interés de los mexicanos.
Fuerza y Corazón por México no tuvo liderazgos que pudieran lograr un contrapeso con López Obrador. “Alito” Moreno, Marko Cortés, Chucho Zambrano y la propia Xóchitl Gálvez resultaron cartuchos muy quemados. A los primeros, la gente los identifica perfectamente como vividores de la política y corruptos que anteponen, por encima de cualquiera otra cosa, los intereses personales y de la élite de la que son parte.
¿Qué sigue para PRI, PAN y PRD?
Necesariamente la coalición se disolverá para siempre… aquí se rompió una taza -mejor dicho, se las rompieron- y cada quien para su casa.
Los tres partidos necesariamente deberán reconstruirse y depurar sus estructuras; echar fuera de la canasta a todas las manzanas podridas e iniciar programas intensivos de reconciliación con el pueblo sabio que, ya se vio, está alelado y entregado a López Obrador.
El PRD de los Chuchos perderá irremediablemente el registro. Con un millón de votos queda muy lejos de la meta legal del 3% que le permita conservar el registro nacional.
En agosto próximo, el PRI podrá echar fuera a Alejandro Moreno. Termina el periodo estatutario prolongado que se confeccionó el propio “Alito” y elegirá nueva dirigencia nacional.
El PAN también, yéndose Marko Cortés al Senado, tendrá oportunidad de renovar su dirigencia nacional. Como segunda fuerza política nacional -recibió 9 millones 130 mil votos- es hora de que rompa alianzas y maridajes vergonzosos con PRI y PRD y empiece a construir un proyecto político para 2027 y 2030.
No son pocas las voces que hablan de la conveniencia de desaparecer al PRI y crear un nuevo partido, con reglas internas distintas, incluyentes, plurales y, sobre todo, democráticas.
El gran problema es que armar un partido político cuesta mucho dinero y para empezar de cero no serán muchos los patrocinadores que quieran entrarle.
Pero el PRI ya no tiene futuro, tendrían que aceptar los priistas que permanecen arriba del barco y se resisten a huir, como lo hicieron otras ratas que no quisieron estar en el naufragio.
El tiempo de Movimiento Ciudadano
Finalmente quedó demostrado que Dante Delgado Rannauro tuvo razón en mandar por un turbo a “Alito” Moreno cuando, pública y desesperadamente, pidió a Jorge Álvarez Máynez que declinara a favor de Xóchitl Gálvez.
Los 5 millones 832 mil 105 votos que recibió el partido naranja no le hubieran servido para nada al bloque opositor.
Dante optó por jugar solo, servir de esquirol a Morena y a López Obrador y ahora ubicarse como tercera fuerza política nacional. Y se puso MC en la plataforma de despegue para 2027 y 2030.
El primer paso será el relevo en la dirigencia nacional. Dante Delgado terminará su nuevo periodo y entregará los trastos, seguramente, a Jorge Álvarez Máynez.
El fosfo-fosfo naranja tendrá el apoyo de los gobernadores Samuel García, de Nuevo León -urgido de respaldo ante la debacle en su administración y sus líos personales de corrupción- y el recién ganador -si los números no cambian- Pablo Lemus, de Jalisco.
Movimiento Ciudadano abrió un nicho de apoyo muy importante entre los jóvenes universitarios. El paso siguiente a seguir trabajando en ese sector para, en el 2027, buscar una mayor participación en las Cámaras del Congreso de la Unión para desplazar al PAN, sepultar al PRI -si aún sigue vivo- y ser un factor de equilibrio con el todopoderoso Morena de López Obrador.
La verdad es la verdad
y no admite otros datos