México y el imperio romano
Alberto Vieyra G. jueves 23, May 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Durante la ejecución de Jesucristo, Tiberio Julio César era el emperador romano y con él se iniciaba la podredumbre y la decadencia de ese imperio que duró más de 500 años de podrido.
Con el asesinato de Jesucristo se cumplía matemáticamente exacta una profecía bíblica. Jesús había declarado ante los líderes religiosos llamados fariseos que su reino no era de este mundo, aunque también se le conocía como el nuevo rey de los judíos lo que desató un peligroso fanatismo, pues esos celosos y gandallas fariseos dirían que ellos no tenían más rey que a Julio César. Por aquellos años el imperio romano gobernaba en la mayor parte del mundo árabe.
El viernes 14 de Nisán Jesucristo reuniría a sus apóstoles para celebrar la cena del señor o la conmemoración del día en que los judíos lograron su independencia, pues estaban bajo la esclavitud de Egipto y luego de que el padre de Jesucristo, Jehová Dios logró liberarlos mediante el empleo de las emblemáticas 10 plagas, para finalmente llevarlos a la tierra prometida, hoy Israel.
Entonces, satanás influyó en el corazón de Judas —uno de los doce apóstoles— para que vendiera a su maestro. Los líderes religiosos le pagaron treinta monedas de plata por la traición. Judas terminaría suicidándose y Jesucristo sería apresado.
Azuzados por los fariseos, una muchedumbre declararía a Jesús de haber cometido el delito de blasfemia que era una violación a su ley y que en aquella época merecía la muerte. Así que los soldados romanos llevarían a cabo la ejecución de Jesucristo en un madero y después de un morboso y agónico tormento.
¿Por qué hago historia?
Mire usted. En el tercer debate la candidata presidencial, Xóchitl Gálvez denunció algo que es extraordinariamente peligroso para México: que Claudia Sheinbaum no cree en Dios, que odia a los curas de México, lo cual se vio en su visita que hizo al Papa y que incluso fue capaz de cerrar una iglesia. Pero, además, ahora se entiende el por qué si Claudia es atea y adora igual que AMLO a satanás a través de la “santa muerte”, que en las semanas pasadas desató un monumental escándalo en esta nación en la que se asegura que hay más de 80 millones de católicos y por ende el escándalo se agudizaría la presunta adoración de la “santa muerte”, a la cual le rinden culto todas las bandas criminales en la nación azteca. ¡Qué peligroso!
Recuérdese que, en 1926, México vivió la Guerra Cristera con casi 100 mil muertos, después de que Plutarco Elías Calles mandó cerrar la iglesia en la que se venera actualmente a San Judas Tadeo en la capital del país, lo que desató la ira religiosa con los resultados ya descritos.
Habrá que recordar también que en 2005, la Secretaría de Gobernación le negó el registro a la secta de la “santa muerte” que no está considerada como una religión porque incita al culto a Satanás. Doña Claudia tiene el derecho de creer o no creer en Dios, o de adorar a satanás. Pero mis tres lectores y radioescuchas se preguntan: ¿Y esa adoración al chamuco no arrastrará a México a otro conflicto religioso o fanático como ocurrió en la guerra cristera o con el asesinato de Jesucristo? ¡Otra vez qué peligroso momento para la salud de la República!