La estocada
Carlos Ramos Padilla martes 21, May 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Xóchitl debió llegar al tercer debate contenta, entusiasmada, empoderada, fuerte, luego de la muestra ciudadana de la “marea rosa” en todo el país. Tenía enfrente a dos aspirantes previamente derrotados en los temas a tratar: Máynez sin valor alguno, Sheinbaum sin argumentación creíble para tratar de salvar la imagen presidencial y la tragedia nacional.
Evasiva, rehuyó, haciendo sentir que el gobierno ha actuado con rectitud en un horizonte salpicado de sangre. Acusó a los gobernadores del PRIAN presos, pero no hay uno sólo de Morena detenido, todos premiados y todos impunes.
Increíble, Sheinbaum inició hablando del trágico evento del 68 parada sobre 180 mil cadáveres del actual sexenio, incluso no dijo que el secretario de la Defensa fue Marcelino García Barragán, abuelo de su asesor consentido, Omar García Harfuch, quien dio la orden de disparar a los jóvenes.
A Xóchitl le faltaron reflejos, respuestas rápidas. Fue hábil porque sacó de sus casillas a la morenista que terminó diciendo “no voy a caer en la provocación”, pero sí de eso se trataba, repito, es un debate no una cátedra o informe de gobierno.
A Sheinbaum le temblaba el rostro y su risita burlona era un evidente signo de su seguridad y nervios, pero a Xóchitl le faltó.
Tenía el respaldo ciudadano y los registros de aceptación de diferentes cargos de elección popular por su alianza en el país. De acuerdo a Massive Caller, el PAN/PRI/PRD lleva ventaja en Michoacán, Morelos, Veracruz, Yucatán, Guanajuato, Zacatecas, CDMX y Puebla, además de un empate técnico para la Presidencia.
Al desarrollo del debate todos teníamos las respuestas que Xóchitl calló. En migración, el país está lleno de ilegales por la política de AMLO de abrir las fronteras sin protocolos sanitarios y de seguridad. Cierto, ya no somos de paso, sino de estancia. Los migrantes son explotados por las mismas autoridades mexicanas que por los delincuentes y muchos asesinados.
En política exterior, no se habló de Ecuador, que AMLO es persona non grata en Perú, los insultos a Panamá, los ofensas a España y el Vaticano, la intención de desaparecer a la OEA, los ataques a la ONU.
Sheinbaum mencionó en dos ocasiones a Juan Ramón de la Fuente, sujeto que como ella (presumiendo su activismo universitario) no defendió a la UNAM de las descalificaciones emitidas por AMLO.
Los asilos a dictadores y tiranos no tuvieron espacio para exhibirlos. El ridículo mundial con personajes como Isabel Arvide o Ricardo Valero o el mismo Ebrard que se fue a “doblar” ante Trump.
En Seguridad bastaban los ejemplos, los datos, los testimonios, las cifras para denunciar la atrocidad en el país. El huachicoleo, el crimen organizado, el narcotráfico, las extorsiones, el derecho de piso, los feminicidios, los secuestros.
Sheinbaum rehuía las realidades, Xóchitl no iba tras ella. Xóchitl tendría que haber obligado a Sheinbaum a verla a los ojos para decirle que era una cobarde insegura, déspota y frívola. Las verdades absolutas de la morenista son sus mentiras evidentes.
Una activista que no podría defender ni a Bartlett ni a Ebrard ni a Delgado con sus antecedentes, tampoco a los suyos como Florencia Serranía, Nahle, los López Beltrán, Batres, Ángel Aguirre o el mismo García Harfuch con Ayotzinapa y su atentado en la CDMX.
Sheinbaum presumía tener a De la Fuente, Xóchitl no lo hizo con Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Ildefonso Guajardo, Ángel Gurría… Sheinbaum no construye, vive del pasado, de repetir frases de AMLO, y todavía se atrevió a decir que está en contra de las divisiones y odio, cuando el principal motor de la confrontación es el Presidente.
Con su narrativa y lenguaje no verbal, Sheinbaum no conmovió a nadie. A Xóchitl en el terreno de la planeación y futuro se le vio más segura, con conocimiento. Dejó en claro que ante la inmovilidad del gobierno para denunciar y aprehender a “sus” corruptos podrían hacerlo las autoridades extranjeras.
El continuismo no le da ventaja a Sheinbaum, la hunde aquí. A Xóchitl, teniendo todo consigo, le faltó la estocada, el golpe que no permite levantarse a los adversarios. Xóchitl no necesita cartoncillos de apoyo, las palabras, el peso de las palabras, los tonos, los acentos, las señas, los gestos representan en sí mismos editoriales. Por ello Sheinbaum se ve falsa porque su rostro no dice nada, absolutamente nada. “Denuncia”, retó Sheinbaum a Xóchitl, pues le hubiera entregado en propia mano las denuncias legales ya en curso y todavía más, ahí, frente a la nación se estaban divulgando las denuncias públicas que Sheinbaum respondía con un extraño rictus en el rostro. Xóchitl aprovechó la oportunidad, Sheinbaum se siente triunfadora porque no contestó y eludió. Por eso, faltó la estocada, todo estaba alineado para ello.