Ni las tumbas descansan
Carlos Ramos Padilla viernes 24, May 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
De siempre y por muchas razones, especialmente emocionales y religiosas, el tema de la muerte, los muertos, la religión, la trascendencia… han demorado la decisiones que mejor convenga a todos.
¿Es tiempo de mantener enormes extensiones de terreno como cementerios? ¿Sería mejor la cremación para todos? ¿Emplear a los actuales panteones como áreas verdes de esparcimiento y recuperación ecológico/ambiental?
Pues ahora en el gobierno tratan el tema de “las tumbas inactivas” (reconozco, pésima comparación, pero es como las Afores no reclamadas). Para las tumbas en abandono el gobierno pretende que pasen a su dominio.
El escrito ya se publicó:
“Gobierno de CDMX recuperará fosas y criptas en abandono… se inició un proceso de regularización de los servicios funerarios y emitió lineamientos para la recuperación de fosas y criptas que se encuentren en abandono”.
Y en esta ensalada de temas, pues entra lo legal y las propiedades firmadas a “perpetuidad”. Sin duda, que la gran mayoría de la población en México tiene muy bien arraigada su fe y disciplina religiosa, desde los que consideran que los cuerpos deben ser intocables hasta los que aseguran que hay desprendimiento de energía al momento del fallecimiento y eso implicaría incluso procesos de reencarnación.
Pero también hay cambios generacionales y ahí es donde muchas familias, cada vez más, incubarán a sus seres queridos, los resguardan en un nicho a la sombra de un templo o deciden esparcir las cenizas para sentirse libre y procurar que el difunto gente viva al convertirse en abono.
Los más sofisticados convierten los retos en diamantes para portarlos en anillos o gargantillas. El tema es difícil, polémico, controversial y hasta peligroso. Nada más veamos la participación social en Día de Muertos en los camposantos de provincia.
Asomémonos al fondo de películas como “Coco”, que incluso esta cinta y la de James Bond “007: Spectre”, crecieron y ampliaron la cultura mexicana hacia la muerte.
Hoy, las calacas mexicanas son tendencia mundial, pero de eso a exhumar los cuerpos porque el gobierno determina que las fosas están abandonadas y pasan a su “propiedad” es otro nivel. A los muertos hay que dejarlos donde están dicta una máxima popular aunque estos estén donde los vivos decidan.