¿Qué pasó en el debate?
Ramón Zurita Sahagún martes 14, May 2024De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Será acaso el exceso de los debates o habrá otras razones para presentar un ejercicio atípico en la CDMX, donde se pretendió establecer nuevas normas para la discusión y que los participantes cuenten con otros elementos.
Lo que se vivió el domingo pasado en los estudios de MVS fue lo más parecido a un espectáculo circense, en el que solamente faltaron los animales que se presentaban en el pasado.
Eso sí, hubo equilibristas, alambristas, malabaristas y hasta payasos que intentaron alegrar a un auditorio que somnoliento veía más de lo mismo.
Tratando de romper esquemas, los conductores se presentaron como en una fiesta de solteros. La primera dijo tengo 32 años, mido 1.72, uso lentes y no sé cuántas banalidades más. Su compañero conductor siguió la tónica presentándose con nombre y apellido, además de sus características físicas.
Lo peor del inicio vino cuando uno de los debatientes, Salomón Chertorivski siguió el curso y se presentó con sus propias características, medidas antropométricas, color del traje y la corbata.
El auditorio como yo mismo, con la mandíbula caída esperando lo que dirían los otros participantes, pero Santiago Taboada cortó el hilo y ya no supimos cuánto mide que era el único que no usaba lentes. Clara Brugada tampoco se describió físicamente, tal vez porque no conoce sus medidas.
Cubierto el expediente y viendo que no había clic entre los ofertantes, se dio a paso a la intervención de los aspirantes al gobierno de la CDMX, donde Taboada inició directo al mentón de Clara, la que hizo réplica del llamado cártel inmobiliario.
El debate continuó durante casi una hora con intercambios verbales entre Clara y Santiago y un Salomón que no atraía las miradas, ni la atención de los que se mantuvieron atentos al espectáculo, que, creo, eran los menos.
El circo siguió adelante y, tal vez, tratando de ser incluyente con su decorativo espectáculo, dos niños hicieron su irrupción, un niño y una niña, con preguntas sumamente ensayadas que trataron de mostrar lo histórico que sería este debate “chilango” y cuya participación, afortunadamente, fue breve, para que en la segunda parte se dieran las sorpresas, hablando del tema de seguridad, Clara aventó su propuesta de formar un consejo del tema con expertos en el tema (¿de verdad lo son?). La sorpresa de la noche, Marcelo Ebrard, Omar García y Ernestina Godoy, tres aspirantes al Senado de la República, que, seguramente, Clara quiere ofrecerles trabajo en caso de no formar parte del Legislativo.
Fue tanto el impacto que causó el nombre de Ernestina Godoy que uno de los moderadores llamó con ese nombre a Clara Brugada.
El tema y daca de Santiago y Clara seguía, mientras el payasito del circo, seguía tratando de hacer propuestas de risa, sin causar ese efecto, pero festinando que mientras aquellos seguían enfrascados en su disputa, él hacía propuesta.
Taboada, mostrando un exceso de confianza, dio un golpe mediático que no supo cómo rematarlo, al acusar que el verdadero cártel inmobiliario es el de Morena y mostró una cartulina, donde aparecen entre otros la propia Clara.
Santiago decepcionó en este debate que era el que podría ponerlo a la par de Clara, Clara sin poderse acomodar realmente, con una sonrisa sumamente fingido y Salomón, parece ser que fue de incógnito.
El tercer debate “chilango” ni siquiera fue más de lo mismo, ya que lo quisieron hacer incluyente y diferente.
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En Querétaro consideran a Santiago Nieto como el mala suerte, ya que todos sus intentos se quedan simplemente en eso. Mientras sigue en sus diferencias con Roberto Gil, donde hay más de fondo que uno sea el abogado de Francisco García Cabeza de Vaca y el otro lo intentó meter a la cárcel, sus proyectos de llegar al Senado de la República se verán frustrados (va en segundo lugar de la fórmula), como fue su esfuerzo por ser candidato a gobernador de ese estado y el freno que le pusieron cuando pretendió ser Fiscal.