Las elecciones en México bajo el escrutinio del resto de América Latina
Miguel Ángel Rivera lunes 13, May 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“¿Qué es un visitante extranjero?”.
Esa pregunta aparece en primer término en el portal del Instituto Nacional Electoral (INE) acerca de la presencia de observadores extranjeros durante el proceso electoral mexicano.
Uno de los aspectos sobresalientes en esa materia es que el incipiente proceso de democratización mexicano, iniciado desde el ya lejano 1974, pero sobre todo intensificado a partir de la “caída del sistema” de 1988, ha recibido un reconocimiento casi universal y por ello, con frecuencia, los expertos mexicanos en la materia son invitados a dar testimonio de elecciones en otros países de diversas regiones del mundo.
Otra vez, el portal del INE informó el 16 de junio de 2017:
“INE lleva a cabo intercambio y cooperación internacional con 60 países.
“82 misiones internacionales de asistencia técnica que se han desplegado en 37 países; destacan regiones del mundo tan diversas como Medio Oriente, el sudeste asiático y África.
“El INE ha acreditado a 4 mil 654 visitantes extranjeros de 110 países de los cinco continentes, durante los ocho procesos electorales federales celebrados entre 1994 y 2015.
“Desde 1993, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha desplegado acciones permanentes de acercamiento, vinculación y cooperación con una amplia gama de organismos e instituciones de la comunidad internacional especializada o interesada en temas político-electorales.
“De esta forma, de junio de 1993 a mayo de 2017, el INE ha tenido la oportunidad de recibir a 455 delegaciones procedentes de más de 60 países de distintas regiones del mundo y a representantes de diversos organismos e instituciones internacionales y regionales, así como de atender de manera recurrente a los diplomáticos de casi 90 países acreditados en México.
“Finalmente, el INE ha acreditado a 4 mil 654 visitantes extranjeros de 110 países de los cinco continentes durante los ocho procesos electorales federales celebrados entre 1994 y 2015, más la elección de 60 diputados a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, celebrada en 2016”.
Muy agradables y bienvenidos los elogios,
pero luego vienen las obligaciones
Como se aprecia, resulta muy agradable que nuestro sistema electoral sea reconocido internacionalmente y muy lucidor que nuestros especialistas vayan por el mundo para dar testimonio de procesos que requieren ser encasillados entre los que respetan los principios democráticos.
Pero esa condición tiene su contraparte. Así como los expertos mexicanos van a dar testimonio a otras naciones, México tiene que abrirse al escrutinio y, eventualmente, a la calificación de sus comicios por parte de expertos extranjeros.
Aquí es donde se generan resistencias e inconformidades, pues no todos los partidos mexicanos están de acuerdo con tener alguna forma de injerencia de organizaciones extranjeras.
En particular, el gobierno de la llamada Cuarta Transformación se ha manifestado en repetidas ocasiones contra cualquier interferencia extranjera en asuntos nacionales.
Por ejemplo, hace un año, el 24 de abril, durante la ceremonia conmemorativa del 109 aniversario de la defensa del Puerto de Veracruz, el inquilino de Palacio Nacional reafirmó que ese y otros episodios de la historia dejaron como lección que México es un país libre, independiente y no aceptará intervención extranjera alguna.
El mandatario recomendó a integrantes de las fuerzas armadas para que continúen trabajando en garantizar la seguridad pública con la disciplina, el profesionalismo, la integridad y la honestidad que caracteriza a marinos y soldados.
En particular comentó que la cooperación con Estados Unidos, a fin de erradicar el consumo de drogas y la pandemia por el uso del fentanilo no, significará subordinación.
“En el caso de que se requiera defender el territorio, defender nuestra soberanía, no debemos de olvidar que ya, como lo mencionó el almirante Ojeda, son otros tiempos. México tiene mucha autoridad moral, tiene el respaldo de la mayoría de las naciones del mundo y cuenta con la fuerza de la razón y cuenta con la fuerza del pueblo, con la fuerza de la opinión pública. Ningún gobierno extranjero se atrevería a poner un pie en nuestro territorio. De todas maneras, si lo hicieran, no van a defender a México sólo los marinos y los soldados, vamos a defender a México todos los mexicanos”, aseveró.
En otras ocasiones, el jefe del Ejecutivo ha expresado su repudio a comentarios injerencistas de políticos de los Estados Unidos y de la Unión Europea, pero sobre todo con motivo de los conflictos diplomáticos con Perú y, más recientemente, con Ecuador.
Si estas expresiones se llevan al terreno electoral, es dable deducir que el líder y guía de la llamada Cuarta Transformación, así como sus seguidores se inconformarán ante cualquier comentario negativo acerca de los comicios en México por parte de observadores extranjeros.
De por sí, el político de Macuspana se ha resistido a cualquier indicación de las autoridades electorales del país, ya sean del INE o del Tribunal Electoral (TEPJF). En consecuencia, menos aceptará cualquier indicación de extranjeros.
Sin embargo, México no es un lugar aislado. Vivimos en un mundo cada vez más interconectado y está bajo el escrutinio del resto de las naciones. De hecho, ya se han escuchado en el extranjero comentarios negativos para la actuación del actual gobierno en materia, por ejemplo, de derechos humanos.
Aquí entra, por ejemplo, la denominada Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPPAL) que agrupa a institutos políticos que se consideran democráticos en esta región del mundo.
Reunida en Santiago de Chile, la Comisión de Paz y Resolución de Conflictos de la COPPPAL (Morena no está en ese organismo) expresó que “observa con enorme preocupación que el fenómeno de la violencia en México se ha incrementado y está afectando la estabilidad electoral del país, además de inducir a un clima de conmoción en la sociedad”.
En un informe elaborado por representantes de Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, República Dominicana, Ecuador, Panamá, Belice y Honduras, se advierte que el actual proceso electoral que se vive en México, existe un aumento de los principales tipos de violencia política que incluyen amenazas, secuestros, agresiones y asesinatos contra funcionarios públicos, precandidatos o candidatos, para obligarlos a cooperar con el crimen organizado o de lo contrario son eliminados.
El crimen organizado ha sometido principalmente a los gobiernos municipales para construir su autoridad, accediendo a recursos valiosos para operar con impunidad, diversificar sus actividades y neutralizar a sus rivales.
Otro aspecto preocupante que resalta el informe, es el financiamiento de campañas a candidatos del partido oficialista a través del crimen organizado, entre ellos del huachicol (robo y venta ilegal de combustible que se ha incrementado en 117% en la actual administración), de dinero público sustraído ilegalmente de los programas Bienestar, imposición de candidatos vinculados con grupos criminales y movilización o inhibición del voto mediante amenazas o agresiones.
Destaca también que a pesar de la prohibición expresa, tanto en la Constitución y las leyes, el Presidente de México en su conferencia matutina diaria, interfiere en cada oportunidad en el devenir electoral, lo que ha obligado al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el Instituto Nacional Electoral (INE), a exigirle que suspenda sus alusiones tanto al proceso electoral como a los candidatos sin que hasta el momento cesen las intervenciones abiertas del Ejecutivo en la contienda, actitud que solo contribuye con el debilitamiento del aún incipiente Estado de derecho.
Es de advertir a la comunidad internacional, señala el documento, que la intromisión del jefe del Ejecutivo federal en el Proceso Electoral 2023-2024, ha provocado que los órganos electorales en México le hayan impuesto, hasta esta fecha, 17 sanciones y 43 medidas cautelare, lo cual no ha impedido que cesen las acciones contrarias a las leyes electorales mexicanas, más bien el desafío del Jefe del Poder Ejecutivo mexicano al TEPJF y al INE aumenta con cada sanción impuesta.
¿Verdad que no resulta nada agradable para la llamada Cuarta Transformación?