El voto que traiciona a México
¬ Luis Ángel García lunes 13, May 2024Por la Derecha..!
Luis Ángel García
En días pasados hubo eventos —alguno de ellos manipulado para favorecer abiertamente a la candidata oficial—, que mostraron una evidente manifestación pública de la preferencia electoral de ciertos sectores de la población. Los hombres de negocios, tan vilipendiados, humillados, perseguidos fiscalmente, estigmatizados, señalados como expoliadores del pueblo, inhibidos para invertir, extorsionados o chantajeados para financiar los programas asistencialistas se pronunciaron por favorecer a la aspirante presidencial y anunciaron su voto corporativo a favor de ella, incluso se publicitaron con la exjefa de Gobierno.
Los magnates del dinero, los banqueros, y los dueños de cadenas de tiendas de autoservicio y departamentales no tuvieron empacho en presentarle sus propuestas económicas y de certeza jurídica para impulsar el crecimiento y el desarrollo ante una soberbia abanderada guinda que no se comprometió a favorecer al sector productivo, pero les advirtió sobre la cooptación del Poder Judicial y la imposición del esquema de ganancias compartidas. Más claro ni el agua, seguirá la incertidumbre sobre nuevas inversiones, sobre todo en energías limpias, continuarán las expropiaciones disfrazadas o la declaratoria de zonas naturales protegidas en terrenos de empresas estratégicas. En un gobierno improductivo que requiere de billonarios presupuestos para hacer que sobrevivan millones de pobres o mantener a hordas de “ninis” que no representan más beneficio que lealtad electoral, persistirá la cacería fiscal sobre los grandes contribuyentes.
En una sociedad polarizada por el propio inquilino de Palacio Nacional, convertido en moderno Torquemada o juez de horca y cuchillo, los empresarios son recurrentes candidatos al linchamiento mediático que se hace desde el Salón Tesorería, convertido en hoguera pública. Como en las arenas romanas, el nuevo emperador —no hace falta mucho para serlo, toda vez que pretende hacer del Poder Ejecutivo una presidencia imperial—, lanza con desdén a los empresarios a los leones —o tigre—, ante el regocijo de la plebe.
Esos satanizados patrones, con afán masoquista o solo por preservar sus negocios, optar por la populista continuidad, aunque en ello vaya su propia extinción al fortalecer la Economía de Estado, la que sustituye a los empleadores o al menos les restringe sus ganancias.
Otro sorprendente sector obnubilado es el de los universitarios, quienes, entre la desinformación, la apatía y el valemadrismo se pronunciaron en sesgados y metodológicamente poco representativos estudios demoscópicos por el títere del presidente. Desconocen o ignoran que el gobierno de la 4T intentó desaparecer la autonomía, además de buscar la masificación de la educación universitaria en detrimento de la excelencia y competitividad académica para formar mano de obra barata, mediocres profesionistas sin aspiraciones en un mundo globalizado que requiere de egresados de excelencia.
A pesar de que el régimen de la 4T pretendió desaparecer el Consejo Universitario como máximo órgano de gobierno de la UNAM para influir en la designación de los rectores, de reducir el presupuesto para las universidades públicas, de querer abolir el examen de admisión para ingresar a la Educación Superior, de no invertir en ciencia y tecnología y debilitar instituciones de prestigio como el Conacyt y el CIDE, esos pocos universitarios encuestados apoyaron abrumadoramente a la exalcaldesa de Tlalpan, treparon al segundo lugar al esquirol y bufón del fosfo fosfo candidato del MC y mandaron a un lejano tercer lugar. Es el nivel de conciencia cívica de los estudiantes universitarios.
La tercera gran fuerza electoral de la 4T radica en la población no productiva y que es una carga para los mexicanos económicamente activos, los que generan recursos y pagan impuestos. A través de las dádivas oficiales millones de electores entregan su voluntad a cambio de unos pesos que les permiten sobrevivir y aceptar que la pobreza o la miseria es su destino manifiesto y que no deben aspirar a más.
Afortunadamente no todos los ancianos desposeídos comulgan con la idea de entregar su conciencia a cambio de una pensión —muy merecida pero no al preciode legitimar a un régimen totalitario—, y hay más jóvenes con el deseo de prepararse para un trabajo profesional que los holgazanes que se conforman con “becas” para irla pasando.