Apagones y herencia de la 4T
Armando Ríos Ruiz viernes 10, May 2024Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Mientras el país da muestras de un cansancio fenomenal porque los órganos que aún lo mantienen vivo responden cada vez con menos eficacia y comienzan a enseñar sus flaquezas, el Presidente remacha en sus mañaneras que no pasa nada. Que no hay de qué alarmarse. Que todo está bajo control.
La realidad apunta a que todo falla y que las inversiones en sus obras faraónicas que no sirven y que no servirán para nada, bien pudieron ayudar con mucho, para mantener en marcha todos los sistemas funcionales en el pasado que tanto se ha desgastado en criticar con el ácido más corrosivo.
Al oscurecer este martes hubo alarma en más de la mitad del país, por los cortes de energía eléctrica provocados por el intenso calor que lo bañó en sudor desde los estados del norte hasta los del sur y gracias a eso, tuvieron que encenderse millones de ventiladores y otros artefactos para mitigarlo. Eso es lo que se sabe hasta el momento.
Al día siguiente, El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) publicó una alerta por el problema y anunció más cortes en diferentes entidades, mientras el Presidente minimizaba el asunto en su acostumbrada mañanera, al señalar que se trata de un caso excepcional y que México tiene capacidad suficiente para suministrar la energía necesaria. No hay de qué preocuparse.
Tanta es su capacidad, que en las redes sociales le señalaron que mientras aquí comenzaron a suscitarse apagones que afectan el diario acontecer, la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, informaba que este país suministrará electricidad a Guatemala y Belice. Tenemos tanto de sobra de todo, que ya no sólo es el dinero de los mexicanos el que se regala. Ahora también ese fluido tan necesario en la vida del mundo completo.
En esas redes le han señalado al Ejército que qué espera para actuar en contra de esa medida, a la que etiquetaron como traición a la patria. Realmente no es posible explicar la actitud del Primer Mandatario, que se empeña en congraciarse con otros países regalando lo que aquí hace tanta falta, como acabamos de experimentarlo con esos apagones que apenas comenzaron.
En este espacio hemos señalado que los periodistas critican con el afán de que los errores que comete el gobierno sean corregidos. En este sexenio se han topado con el único ser perfecto en el planeta que no los comete. Y lejos de escuchar, dedica sus conferencias, no a verter posibles soluciones, sino a proferir insultos. A descalificar a sus críticos y a exponerlos ante los depredadores.
Son varios los que desde hace años han tratado de hacerle ver que el problema de la energía es bastante serio. Pero lejos de escucharlos, hoy son sus enemigos a muerte gracias a esos señalamientos. Su empecinamiento por rescatar a Pemex, un cadáver que ya huele muy mal, sólo ha costado muchos millones, igual que sus obras ya inauguradas aún inconclusas.
Y por más que diga que no hay ningún problema, los mexicanos no podemos bajar la guardia, por conocer la incapacidad de un mandatario a quien sólo le preocupa ganar elecciones mientras el país se le cae a pedazos. Construir un Maximato que le permita el control total desde su rancho en Chiapas y extender su mandato a través de su clon incompetente. Lo que no solucionaría nada, porque la suma de dos incompetentes da más incompetencia.
Lo que ocurre con los apagones es por mero descuido, como todo está descuidado. El accidente en la línea 12 del Metro fue por la misma razón. La Coparmex dice bien, al señalar que el problema no es por el aumento de demanda, sino por la falta de oferta de centrales de generación y la baja inversión en la capacidad de transformación y transmisión, de parte de la CFE.
Lo ocurrido la tarde-noche del martes apunta a un mandatario irresponsable que dedicó toda su energía al pleito contra muchas otras instancias que participan en el diario acontecer. Pero jamás a buscar remedios. Más bien a aniquilar los mecanismos que los ofrecían. Esta será la triste herencia.