El PAN y el contrasentido
Roberto Vizcaíno miércoles 10, Ago 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Las cifras del Coneval son apenas una muestra de la incapacidad de este gobierno
- El informe es una evaluación anticipada, a un año de que termine este sexenio
- A más dinero, miles y miles de millones de pesos, más y más pobres
Los informes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, más conocido como “el Coneval”, son para la administración del presidente panista Felipe Calderón como la espada con la que los japoneses que se atreven, se hacen el seppuku, popularmente conocido como harakiri.
Y es que este organismo, parte del mismo gobierno, es el encargado de evaluar los programas de desarrollo y asistencia social.
Pero se da el caso que el último informe del Coneval, el de apenas el 29 de julio pasado, revela que, pese al enorme gasto que por casi 300 mil millones de pesos aplicados por la administración federal en 127 programas, el número de pobres aumentó, como también se incrementaron los niveles de fragilidad del bienestar e ingresos de varios millones de mexicanos.
Total, que el Coneval evidencia que a más gasto y programas contra la pobreza y la marginación, hay más pobres y marginación. El contrasentido.
El asunto, explicó el diputado Óscar Levín Coppel, vicecoordinador del grupo económico de la bancada de diputados federales del PRI, es por demás grave porque revela que el gobierno de Calderón es un fracaso.
Y no sólo eso: los resultados expuestos por el Coneval advierten ya los saldos del actual sexenio porque ya no hay prácticamente tiempo para rectificar.
El asunto es simple: Calderón entregará un país con quizá 10 millones más de pobres de los que recibió y esta cantidad rebasa por mucho más de la mitad de la población.
En conferencia de prensa, Levín explicó:
“La pobreza y la desigualdad en América Latina han sido llamadas por el sociólogo británico Michael Mann la “crisis estructural perenne de la región”.
Dicha sentencia se aplica con mayor razón a nuestro país que, durante el sexenio que corre, ha destacado dentro del panorama continental por sus niveles de pobreza e inequidad.
“Podemos afirmar que ello se debe en buena medida al fracaso de la política social del actual gobierno panista, que ha mantenido a las mayorías en la pobreza y ha agudizado la concentración de la riqueza en las minorías.
“Esta afirmación está lejos de ser un ataque o una mera provocación. Por el contrario, se trata de hacer una seria llamada de atención, sustentada por los datos dados a conocer recientemente por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social -Coneval-.
“El 29 de julio pasado, conforme a la Ley General de Desarrollo Social, el Coneval dio a conocer el resultado de la medición de la pobreza del año 2010.
“El informe incluye una comparación con el año 2008 que nos permite observar cuál ha sido la evolución del problema en este periodo y evaluar los resultados de la política social aplicada por el actual gobierno, pues la magnitud de la pobreza es un indicador incontrovertible de su éxito o fracaso, ya que toda política social debe tener como objetivo impulsar y mejorar las condiciones de vida y el bienestar de la población.
“Dicho informe presenta el resultado de la medición utilizando dos metodologías distintas:
– Una hecha a partir de un enfoque multidimensional que mide la pobreza esencialmente en término de carencias;
– Y la otra basada esencialmente en el ingreso. Como se hizo durante muchos años, y algunos años la convención cambió la medición a nivel mundial.
“El resultado es que bajo ambos enfoques, la pobreza en el país aumentó en este sexenio. Es decir, el gobierno federal ha fracasado en quizá su principal propósito.
“Resulta que conforme crece el gasto, va creciendo el número de pobres. Y eso ocurre no obstante que el gasto creció de manera muy importante.
“Desde 2007 se contó con recursos adicionales a los programados, lo que permitió mantener en expansión el gasto público, que creció a una tasa real de 5.3 por ciento anual.
“Y dentro de este crecimiento, la mayor cantidad de recursos se han aplicado al gasto social, que ha representado más de la mitad del gasto programable, creciendo a un ritmo mayor al 4 por ciento real de 2007 a 2010. Hablamos de más de un billón y medio de pesos.
“De igual forma, el gasto para la superación de la pobreza también ha crecido enormemente: casi se ha duplicado, llegando a estar cerca de los 300 mil millones de pesos.
“El mismo dinamismo se observa en los recursos asignados a los programas que atienden a uno de los grupos que sufre de manera particular las condiciones de pobreza, que es el de los pueblos indígenas. Dichos recursos se han triplicado en lo que va del sexenio.
“Se ha gastado, y mucho… pero sin resultados. Y se ha gastado mal.
“El gobierno opera un amplio número de programas para la superación de la pobreza… existen actualmente 127 de ellos, lo que provoca claramente dispersión de esfuerzos, duplicidad de objetivos y recursos diluidos.
“Esta dispersión convive con una concentración enorme: seis programas centralizan casi el 60 por ciento de los recursos, se trata de los programas emblemáticos del gobierno federal, tales como Oportunidades, Seguro Popular o 70 y Más.
“Cabe preguntarse: ¿para qué sirven y cuáles han sido los resultados de los otros 121 programas que ocupan el restante 40 por ciento del presupuesto para combatir la pobreza?
“Lamentablemente todo este gasto ha resultado ineficaz e ineficiente. En pocas palabras, ha tenido efectos contraproducentes, pues tal parece que a mayor gasto dedicado a luchar contra la pobreza, hay más pobres, según lo expresan los resultados del informe del Coneval.
“El informe de este organismo destaca que de 2008 a 2010 ha crecido la pobreza tanto en su dimensión alimentaria como de capacidades y de patrimonio, especialmente en las ciudades… el número de personas pobres, medidas por el ingreso, pasó de 45.5 a 52.3 millones… un aumento de casi 7 millones… ¿el saldo final del sexenio?: 12.2 millones más viviendo en pobreza en México…¿Y la pobreza extrema, quienes no pueden adquirir siquiera la canasta alimentaria?: el número de personas en esta condición creció en casi 50 por ciento, para pasar de 14.7 millones en 2006 a 22.2 millones en 2010
“Si tomamos el informe del Coneval sobre pobreza como una evaluación anticipada de los saldos del actual sexenio y de su política social, el resultado es claro: el fracaso es estrepitoso.
“También ha ocurrido un incremento en lo que se ha dado en llamar: “estimación multidimensional de la pobreza”, que define como pobres a aquellos quienes no tienen garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos: educación, acceso a la alimentación, a los servicios de salud, seguridad social y vivienda, o si sus ingresos son insuficientes para su desarrollo social.
“De 2008 a 2010 la población en situación de pobreza multidimensional se incrementó en más de tres millones, llegando a sumar 52 millones de personas, más del 46 por ciento de la población. Y quienes viven en pobreza moderada sumaron casi tres millones más…
“La población que, aún sin sufrir carencias sociales tiene un ingreso por debajo de la línea de bienestar, también se incrementó de forma alarmante.
En 2010 hubo un millón y medio más de personas viviendo en esta situación que en 2008, es decir 6.5 millones de mexicanos vulnerables por ingreso, que aunque no son considerados como pobres con la metodología multidimensional, en realidad, y es claramente, lo son.
“En consecuencia, al sumarlos a los 52 millones mencionados anteriormente, tecnicismos aparte, la población pobre del país llega a 58.5 millones de personas, más del 50 por ciento de la población total del país.
“Quizá lo más inquietante de todo este sombrío panorama es que en las Zonas de Atención Prioritaria, es decir, las de mayor marginación, la pobreza aumentó de 75.5 por ciento a 77.8 por ciento, asimismo en las poblaciones que sufren las condiciones más adversas como son las de habla indígena, el porcentaje de pobres se incrementó de 75.9 a 79.3”, concluyó.
Un relato somero de una evaluación anticipada de un gobierno que además pasará a la historia como el de los ¿50-60 o cuantos muertos?
Triste caso el de Calderón… y junto al de él, el nuestro.