AMLO va otra vez por fideicomisos judiciales para continuar en la distracción
Roberto Vizcaíno miércoles 8, May 2024Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Cómo el escandaloso e inviable caso contra María Amparo Casar le duró apenas un par de días para distraer a los mexicanos de los temas relevantes de su administración, el presidente Andrés Manuel López Obrador retomó ayer su intentona de apoderarse de los ahorros de la Corte y del Poder Judicial para, afirma, depositarlos en el recién creado Fondo de Pensiones del Bienestar creado con el asalto legislativo de Morena a las Afores.
Lo hace a sabiendas de que la Corte ya invalidó ese intento y de que los empleados del Poder Judicial se fueron a las calles y plazas a defender sus ahorros.
Esa bolsa, insiste, quedaría integrada entonces con 40 mil millones de las Afores de trabajadores mayores de 70 años que no han reclamado esos ahorros y unos 14 o 16 mil millones de pesos de los Fondos de Ahorro de trabajadores y cuadros, jueces y magistrados que forman el Poder Judicial, desde la Suprema Corte, el Tribunal Electoral y la red de tribunales y jueces y ministros distribuidos por todo el país.
Esa nueva intentona la realiza AMLO sabedor de que los afectados reaccionarán y se movilizarán para detenerlo. Y eso provocará escándalo que ocupará espacios en los medios y las redes sociales y así la mayoría de los mexicanos volveremos a caer en el engaño de la distracción.
AMLO busca con estas argucias que medios, redes y ciudadanos dejen de hablar del hundimiento electoral de Claudia Sheinbaum y del resto de los candidatos de Morena, en especial de Clarita, en la CDMX; Rocío Nahle, en Veracruz, de Alejandro Armenta, en Puebla, y los de Morelos, Jalisco, Chiapas y Tabasco.
Del desastre creciente de inseguridad y muerte por todos lados.
Pero sobre todo no quiere que se hable del crecimiento de los opositores muy en especial del empate logrado ya por Xóchitl Gálvez y su rebase a Claudia Sheinbaum.
Todo es pues, una maniobra más de distracción.
Condena el Senado la incursión en Rafah
Ana Lilia Rivera, presidenta del Senado mexicano, al igual que lo hiciera el gobierno de EU y otros de Europa, protestó severamente ayer por la incursión militar israelí en Rafah, y llamó al cese inmediato de las hostilidades.
Como los otros gobiernos y países, indicó que el cierre del paso fronterizo entre Gaza y Egipto impide el acceso esencial de ayuda humanitaria a Gaza y exacerba la grave situación de hambruna que ya enfrenta la región.
“Urgimos el cese inmediato de las hostilidades, además de la reapertura de éste y otros pasos fronterizos, fundamentales para garantizar el suministro de alimentos, agua y medicinas a la población civil, que son quienes más lo necesitan”, indicó.
Alarman a AMLO los números rojos en Pemex
Quienes le conocen, advierten que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene días que no está contento. ¿La causa? Lo que pasa en Pemex.
Su amigo querido, Octavio Oropeza, director de la paraestatal, simplemente apunta a dejarle un desastre. Ni es cierto lo que le dice que produce y exporta, ni han disminuido las importaciones.
No ha logrado bajar al 80 por ciento de las compras de gas en EU ni al 60 por ciento de las importaciones de gasolinas.
Dos Bocas no produce todavía nada y la deuda sigue en 106 mil millones de dólares junto con una virtual moratoria en el pago a proveedores, que ha generado cierre de empresas.
Y en medio de todo eso, ni siquiera AMLO ha podido parar el pleitazo entre Oropeza y Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda.
En esta confrontación, que es un dolor permanente de cabeza para AMLO, intervienen alegremente el director administrativo de Pemex, Marco Herrería, y el director de finanzas, Alberto Vázquez, quien la lleva pésimo con analistas bursátiles de en Nueva York.
El eje de la disputa, en términos generales, es la inexistencia de un plan de negocios en Pemex, por más que lo ha exigido Hacienda para poder inyectarle recursos.
Otra cuestión de esta crisis es que ni el director ni su administrador ni el de finanzas, en Pemex, atiende a los contratistas y proveedores a los que no se le ha pagado desde hace meses o sólo se les cubren parcialidades.
Ni siquiera parecen dispuestos a escuchar a los directivos de Perforadora Latina —su más importante contratista de plataformas marítimas— a quienes se comenta les adeudan casi un año de renta de dos plataformas.
“Si Pemex tiene dinero para pagar a sus proveedores, que lo paguen”, reviran desde Hacienda.
Sin embargo, la falta de pago a proveedores en ambas áreas, además de llevar a una quiebra en cadena de empresas y de regiones económicas del sureste, también amaga con detonar con problemas de seguridad industrial pues los contratos de conservación y mantenimiento son cubiertos de manera parcial por la falta de los pagos requeridos para la compra de materiales, insumos y contratación de personal especializados.
Así que la solución deberá ser consistente y profunda. Y no será de corte ideológica —tendría que ser más pragmática que la que aplicó en su momento Ernesto Zedillo tras “el error de diciembre” en el próximo gobierno, ya sea que lo encabeza Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, afirman.
Así, el agrónomo Octavio Romero entrega los resultados más ruinosos para la más importante paraestatal al heredar una deuda con un crecimiento inercial imparable y la más fuerte reducción productiva en décadas. Una cosa es lo que diga en una mañanera, otra lo que se vive día a día.
En este contexto, que hará quien gane la Presidencia de México el 2 de junio. ¿Llevará ante la justicia a estos directivos de Pemex? ¿Oropeza y Herrería serán investigados y colocados bajo una auditoría para evitar que se vayan impunes? ¿O seguirá el manto protector para ellos y para la familia del actual Presidente, dado que Herrería es hermano de la esposa de un López Obrador?
Ya veremos en qué termina este desastre.
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