La batalla del 5 de mayo en Puebla
Alberto Vieyra G. lunes 6, May 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Eran las 11 de la mañana de aquel 14 de julio de 1989, cuando tres potentes aviones de guerra surcaban el cielo parisino formando con el humo de sus motores la bandera de la Francia: azul, blanco y rojo para conmemorar el Bicentenario de la Revolución Francesa
El entonces mandamás de la Francia, François Mitterrand, invitó a más de 100 estadistas para conmemorar esa histórica fecha que para los franceses significaba la libertad, igualdad y fraternidad. Fue aquél un momento extraordinariamente emotivo para los presentes.
Por la avenida de los Campos Elíseos y el famoso Arco del Triunfo desfilaban enormes unidades de guerra portando el nombre de las batallas en las que había participado el ejército francés, el más ameritado del mundo, entre ellas las batallas de Crimea y el 5 de mayo en Puebla.
Para este átomo de la comunicación sería un momento indescriptible que me hacía recordar cuando el ejército mexicano ganó la batalla en que al mando del general Ignacio Zaragoza Seguin “las armas nacionales se cubrieron de gloria”.
Cómo no recordar aquella épica página de la historia mexicana, que en rigor debería ser tan festejada como el inicio de la independencia de México porque derrotar al ejército francés con casi 7 mil hombres al mando del general Charles Ferdinand Latrille, que se enfrentarían ante un mal armado y peor alimentado Ejército mexicano de poco más de 4 mil hombres, entre ellos los valerosos indios zacapoaxtlas y un ejército oaxaqueño al mando del general Porfirio Díaz.
Eran esos los tiempos de vacas flacas en México. La República estaba en la chilla, sólo 8 estados del país tributaban impuestos a las arcas de la nación y Benito Juárez se tronaba los dedos para gobernar con una histórica austeridad republicana o franciscana de la que hoy se finge que AMLO atraviesa como en los tiempos juaristas.
México había salido de una guerra de reforma entre liberales y conservadores. Benito Juárez había declarado una moratoria al pago de la deuda externa de la nación azteca que era en ese entonces de 80 millones de dólares que les debíamos a España, Francia e Inglaterra.
Se formaría la llamada triple alianza y las 3 potencias acordarían invadir México, pero qué curioso a Francia le debíamos solamente 9 millones de dólares y era la más interesadota en quedarse en México para conformar un protectorado o una colonia francesa que no lo permitirá jamás Estados Unidos en momentos en que imperaba la famosa Doctrina Monroe, que consagra que “América para los americanos”.
Como un trigal en Los Fuertes de Puebla, brillaban las armas francesas aquél medio día del 5 de mayo de 1862, mientras la mayoría de los soldados mexicanos aguardaban agazapados en las barrancas. A eso de la 1 de la tarde se soltaría un terrible aguacero que dificultaría aún más las acciones del Ejército mexicano. Apenas mitigaba la tormenta cuando Porfirio Díaz se sublevaba, ordenando que el ejército que comandaba se fuese sobre los invasores franceses y de ahí pal’ real todo el Ejército mexicano expulsaría hasta Orizaba a los franceses.
Sí, fue la sublevación de Porfirio de la Cruz Díaz Mori la que llevó a la victoria de las armas nacionales, pero, por desgracia, el general Díaz se convertiría de héroe del 5 de mayo a dictador por casi 33 años en la patria mexicana.
Todo eso y mucho más recordaba este átomo de la comunicación aquel 14 de julio de 1989, al ver desfilar aquella tanqueta largamente aplaudida, pues ese episodio contra el ejército francés significaría para México y para Benito Juárez el principio del fin de la segunda independencia de México.