El ocaso de AMLO
Freddy Sánchez jueves 2, May 2024Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“La última y nos vamos” o “nos vamos sin la última”…
Qué pasó con las veinte reformas legales que presentó Andrés Manuel en el tramo final del actual periodo ordinario de sesiones en las cámaras legislativas y al término de las actividades no hubo aprobación de tales leyes.
Ni siquiera aquellas que Morena pudo haber aprobado sin necesidad de convencer a la oposición.
Lo que en febrero se impulsó con gran interés del poder ejecutivo como sucedió con cada uno de los paquetes anteriores de modificaciones legales que recibieron el espaldarazo de Morena y sus aliados para su respectiva aprobación, en el caso que nos ocupa fue diferente.
Más de dos meses transcurrieron desde la presentación del que sería el último gran paquete de reformas turnadas al poder legislativo por el presidente López Obrador y entre los legisladores morenistas y los militantes de los partidos que son considerados como sus aliados algo motivó una pérdida de activismo legislativo para complacer a Andrés Manuel.
De tal suerte que al haber concluido el periodo legislativo en ambas cámaras las iniciativas presidenciales pasaron a la “congeladora”.
Para sorpresa de no pocos la capacidad de legislar que durante todo el sexenio demostró el huésped de Palacio Nacional simple y llanamente se redujo a cero.
Y lógicamente surgen dudas e interrogantes al respecto.
Será que en realidad la cercanía de las elecciones indujo al propio jefe del Ejecutivo a ponerle freno a sus deseos legislativos de última hora, porque de algún modo se llegó a la conclusión de que insistir podría redundar en un perjuicio electoral para Morena.
De ser ese el caso entonces, Andrés Manuel convencido por su olfato político o los consejos de algunos asesores habría optado por recular en espera de que se conozca el resultado electoral de junio y si como lo desea y pide su gobierno la mayoría electoral le concede el control absoluto de las cámaras legislativas para proceder a realizar reformas constitucionales sin apoyo de la oposición, posponer y no cancelar sus veinte reformas recién presentadas habría sido la razón de un cambio de planes legislativos.
En opinión de otros espectadores del acontecer político nacional, lo que pudo contener la última obra legislativa del Presidente de la República debió ser la inevitable influencia que a estas horas del tránsito sexenal como es de imaginarse ha comenzado a ejercer la candidata presidencial Claudia Sheinbaum.
Se trataría pues de un primer acto de poder de quien podría ser la próxima Presidenta de México, en caso de que Morena como lo anticipan diversas empresas encuestadoras dará a la Claudia el mando en la primera magistratura.
En ese contexto, solamente quedaría la duda de si se trató de un decisión adoptada con el apoyo del Presidente sin objetar ni oponerse a lo posiblemente sugerido por Claudia o, por el contrario, se produjo lo que pudiera ser una tensión en la toma de decisiones entre el que está por salir y la que podría encargarse de sustituirlo en el mando presidencial.
Que “el bastón de mando” para la candidata presidencial haya comenzado a funcionar y Andrés Manuel, que se lo entregó, sencillamente acepte que ya no es el único que decide qué hacer o no hacer, concediendo a su aspirante a sucesora, la opción de “palomear” lo relevante a realizar todavía en el actual periodo de gobierno, cuesta trabajo creer que en realidad esté sucediendo.
En ese aspecto, hay quienes más bien se imaginan que el final del sexenio de Andrés Manuel no significa que él vaya a renunciar en forma total a seguir siendo “la mano que mueva la cuna”, respecto a lo que deba o no seguirse haciendo con la Cuarta Transformación si como se piensa en círculos oficiales a Morena le sobra respaldo electoral para permanecer en el poder teniendo al presidente actual como un guía imposible de ignorar.
Y naturalmente, lo que pudiera llegar a suceder en la siguiente administración bajo el supuesto de que sería Claudia la próxima Presidenta de México, dependerá de lo que los electores contrarios al presente régimen sean o no capaces de hacer para la integración de las cámaras legislativas.
Dos posibilidades habría que tomar en cuenta: que Morena sea más fuerte en todos sentidos o que el partido gobernante vea disminuir sensiblemente su poder. En el primer caso es de creer que Andrés Manuel, donde quiera que esté, seguirá siendo un factor de poder y en el segundo caso lo más seguro es que estaríamos viendo el ocaso de AMLO.